La he visto unas diez veces y no me cansaría de verla.
Los cañones de Navarone, para aquel que no sepa de que va, trata de la misión que deben ejecutar un grupo de saboteadores aliados de destruir unos cañones.
Para aquellos que sean unos amantes de la segunda guerra mundial, esta película les encantará por el humor que desempeñan los personajes, y por la felicidad con que ejecutan su papel.

No tiene un argumento muy claro, pero es una película que simplemente con oír la música que hay en ella te conformas.
Me ha gustado la idea del director en representar el director del reformatorio como una persona cruel, que no escucha a nadie, y que no quiere a los niños, cosa contraria a la del vigilante nuevo (Gérard Jugnot).
Es una película bastante buena, pero la mayoría de la crítica piensa que es demasiado corta, y yo lo confirmo.

Para aquellos que quieran saber qué es exactamente el acto de la guerra, que no se pierdan esta película.
El desembarco de Normandía que se representa está muy currado, y el argumento en general está bien. Una de las cosas que hace que esta película sea la mejor (de las bélicas) es que es muy real, y muestra muy bien el sufrimiento de los soldados protagonistas, y el miedo a la muerte.