Obviamente no puede haber unanimidad en la opinión que Winding Refn genera sobre su trabajo. Yo soy de los que se lo tragan.

Se tiende a pensar que el director danés se esfuerza y se complace en el apartado visual despreciando la narrativa. Lo que sucede es que a Refn le interesa más invocar con la imagen y además se empeña en intentar conseguir constantemente una apariencia atractiva y soberbia.

Refn parece haber aceptado hace años que el éxito comercial de Drive fue sólo un suceso al que no debe intentar volver.

Cowboy de Copenhague es estupenda para quien le guste flipar con el esoterismo fluorescente de NWR.

Nada recomendable para personas que creen que lo que ven en Instagram es real.

Todo en Infiesto es excelente. Menos la historia. El trabajo de producción y de dirección, los actores, la fotografía... Quizá la banda sonora resulte algo tímida. Pero desde luego el gran fallo de esta película es de entrada una historia excesivamente poco original. ¿Cómo es posible no darse cuenta de esto si es con lo primero que se empieza a trabajar? En España no tendríamos porqué tener la necesidad de producir un cine que cumpla a rajatabla los encorsetados renglones del género thriller.

Infiesto demuestra que el cine español hace lo mismo o mejor que una productora norteamericana con un presupuesto muy inferior. Y si lo comparamos con el cine policíaco nórdico o el alemán, también salimos ganando. Salvo algunas excepciones, el acabado "telefilm" ha terminado por ser una constante en el cine policíaco europeo. Esto no es un problema en Infiesto.

Son los escritores y guionistas los que deberían encontrar una forma más personal y libre de producir historias. Ser más trangresores, más "cabrones" si se quiere, ya que cualquier ida de olla que se pueda concebir, tendría un trabajo técnico y artístico detrás que garantizaría un cine de género más innovador e interesante.

En Infiesto hay personajes, momentos y detalles que pedían una historia mucho más turbia.

El contraste entre la sinopsis que podemos leer en la plataforma de Netflix y la historia que se desarrolla en la película resulta decepcionante. No porque se exagere o se engañe sobre lo que vamos a ver para hacernos picar el anzuelo de la reproducción, sino porque de todas las posibilidades que sugería un punto de partida argumental como éste, el resultado es un insulso telefilm.

Dos amigas casadas tienen, se entiende que desde hace tiempo, una estrategia para irse de fin de semana a echar una canita al aire. Se cubren la una a la otra haciendo parecer mediante mensajes y fotos del móvil que siempre están juntas asistiendo a conferencias y demás actividades culturales. La cosa se tuerce cuando una de ellas desaparece en circunstancias que hacen pensar lo peor.

Con una historia así y teniendo la nacionalidad que tiene, Siempre fiel bien podría haber sido un thriller fuertecito y canalla. Una película tipo Verhoeven, por ejemplo. Pero no. Como si se tratase de una fuerza mayor, de una orden cósmica o la ineludible fuerza del destino, el equipo humano sobre el que cayó la suerte de realizar esta producción decidió que no se podía hacer otra cosa que un telefilm flojo, blando y absolutamente anticuado.

Recomendada si eres mi madre o si eres esa persona que cree que Putin es tan malo que Rusia no debería participar en Eurovisión nunca más.

Si eres un amante de John Ford, del cine bien hecho, como debe hacerse, no te va a gustar esta película. O bien, ya la has visto y has escrito una crítica diciendo que Fellini fue pretencioso, un artista de pacotilla que rodó un sinsentido infumable.
Si por el contrario no se te ocurre denunciar a un vecino por no recoger la caca del perro y no pitas en los semáforos... esta es una pequeña gran joya que te enamorará y aburrirá a partes iguales.
El Satyricon se puede ver sin prestarle demasiada atención, a trozos, o como a uno le apetezca. Es una ventana al mundo greco-latino expresado de una forma muy genuina y diferente a las "Romas" del cine.
¿Cómo te gustan más las estátuas griegas, blancas o con colores?
Fellini confeccionó una película que hierve con expresión teatral, belleza pictórica, corrupción, mentira, ingenuidad, sexo y muerte... y tambien fealdad. Con muchos colores, con el rojo de los frescos de Pompeya. Aquí se baila, se grita y se suda mientras se come.
Si te gusta el sol elevado sobre el horizonte del mar, un bronce con ojos de cristal incrustados y el verano eterno, Satyricon es para ti. Si no, échale un vistazo a su tráiler primero.

No soy un fan del cine de terror, sin embargo Aterrados ha conseguido que quiera verla una segunda vez y ademas, que no es poco, darme miedo. Ya sabemos que mantenerte tenso esperando a que te provoquen un sobresalto es un recurso bastante mecánico y tramposo. Pero Aterrados contiene secuencias que producen esa mezcla tan buena de sensaciones como es la fascinación y el rechazo al mismo tiempo.

Demián Rugna ha cuidado su película desde diferentes enfoques: El aspecto dramático, que humaniza y da verosimilitud al planteamiento de la historia; y la producción, que es realmente excelente.

Otro aspecto que se agradece es el heterogéneo desarrollo de la historia. Aunque el argumento es lineal, los acontecimientos van haciendo cambiar el tono de la película e incluso el tipo de terror que utiliza.

Si ya has visto todas las películas de terror decentes, pues no son muchas, y tienes ganas de explorar una propuesta interesante, te recomiendo que veas Aterrados.

Si en cambio eres de los que dicen "yo nunca doy limosna porque se lo gastan en droga" te recomiendo que hagas un crucero por el Mediterráneo. Quizá eso pueda satisfacer un poco tu exigente paladar.