La iluminación,ambientación y, más concretamente, la focalización de los amaneceres y atardeceres, es uno de los puntos más elogiables de esta película. Ya en sí, la fotografía es delicada, sugerente... Los personajes y sus respectivos "tics" nos hacen abandonar toda realidad, y nos sumergen en una fábula de corte surrealista.

Una película que contagia a por doquier el síndrome de Peter Pan, ése que es tan necesario en nuestros días. Es como una una bocanada de aire helado en verano.

La Odisea, de Kubrick suma el arte en lienzos, el arte sonoro, el narrativo y el filosófico.

Sugestiona nuestras pupilas y oídos con un ejercicio de arte del encuadre a ritmo de vals casi divino, mostrando con ello, los entresijos de nuestra especie. Además, esta cinta va más allá, atreviéndose a explorar el infinito del espacio y nuestro futuro incierto.

2001: Odisea en el espacio es distante, enigmática, intuitiva, reveladora y emocionante. Sí Bergman, rozó el cielo de la psique humana con Persona, Kubrick, realizó la historia de la humanidad, desde los monos con pulgas que fuimos, hasta a última cena del hombre.

Aguirre, la cólera de Dios, es un viaje angosto, plagado de imágenes hermosísimas y un ambiente agonizante. Todo ésto para retratarnos de forma lenta, con un tempo casi real, lo que pudo haber sido una expedición por aquella época. Los personajes van hundiéndose en la locura por el peso de la humedad y la incertidumbre de lo que se encontrarán cien metros más allá.Una película que está muy lograda en el aspecto formal, ya que recrea a la perfección los hechos sin entrar en las típicas disputas "indios tontos, exploradores salvadores o supergeniales". Se aleja del posible discurso, y profundiza de forma soberbia en la figura del líder del grupo. Con un Kinski desbordado, alucionado e insuperable.