Hay tantas cosas que sobran en esta serie que tendría para una novela. Pero hay que incluir chorraditas progres para cumplir con la cuota: la musulmana y su padre (al que blanqueamos su machismo) el chico culpable por dejar embarazada a la mora, como si ella no participase... la píldora del día después como solución a los problemas de los adolescentes sin cabeza... el amo de casa porque es la mujer quien han decidido que trabaje, pero como es ella quien engaña no pasa nada... la parejita lesbiana que espera un hijo, que no falte... Píldoras que no aportan nada.
Por no hablar de la aparición del antiguo denunciante ¿para qué? el miedo absurdo de la prota a entrar en su casa la primera vez después del trauma pero saliendo a un pub para quedar con un desconocido sin miedo alguno... Una tómbola de absurdeces.
En fin... que desde el principio se ve claramente que al cirujano nos lo ponen de bellísima persona porque hay que enseñar que los violadores son todos altos, guapos y con vidas de ensueño...