La verdad es que a veces me da vergüenza admitir que me lo he pasado bien con algunas películas. Pero en este caso, y pese a ser la típica pelicula para adolescentes descerebrados, tengo que reconocer que tenía más gracias que las habituales de su genero. Los actores están bastante bien, no abusan de los "gags" fáciles, y tienen bastante imaginación. Se sueltan tres o cuatro carcajadas y con eso la película ya merece la pena.

La dos películas (esta y Armageddon), tienen parecidos argumentos. ¿Por qué creo que esta es mucho mejor? Porque hay una historia creíble. Se supone que si pasa lo del meteorito no puede acabar del todo bien, que la gente tendrá problemas personales, se supone que no se puede arreglar con cuatro valientes y en unas semanas. Pese a todas estas diferencias, esta película no es una "filosofada". Tiene buenos efectos especiales y acción. La principal diferencia es que esta es una película que pone unos efectos en función de una historia, y la otra es una película en función de unos efectos digitales.

La película tiene de todo, pese a ser larga no pierde el interés en ningún fotograma. Los personajes están perfectamente caracterizados. Cuando se ve por segunda vez uno va descubriendo todos los matices de las personalidades. Eli Wallach está inconmensurable. Tengo entendido que estas películas no estaban muy bien consideradas en su momento, yo me pregunto si cuando la estaban realizando sabían que estaban haciendo una obra maestra. Si el cine es cine es por obras como esta. El final es apoteósico, durante toda la pelñícula la música es la cadena de enlace y la explosión musical final es fantástica.

La verdad es que siempre cuesta más valorar bien una película después de haber leído el libro. También es verdad que el libro es difícil de llevar al celuloide, u(na vida completa y llena de actividades), pero se hizo en el Padrino ¿No?. Es una versión bastante libre, otra cosa es que si uno no se ha leído el libro posiblemente no se entere de la película, en muchos momentos inconexa, lenta, con acción sin acción, y con ese actor de terracota que es Olivier Martinez, posiblemente el único actor del mundo con menos expresividad que una estatua del románico.

De las mejores de Hitchcock sin lugar a dudas. Tiene momentos sublimes, como por ejemplo, en el autobús. Así como en otras del mismo director el suspense es un poco artificial y forzado, en esta es la esencia misma de la película, continuado desde el comienzo al fin. Los actores sublimes. La tensión de la película es continua y parece que dura un cuarto de hora. No aburre en ningún momento.