- "Es que el plano secuencia está trucado". ¿Y qué, mis señores? ¿Y qué? Está rodada con tanta elegancia que el espectador medio observa un único corte (cuando hay bastantes más) que de hecho le sirve a la película para que todos cojamos aliento. Pero de nuevo lo repito, ¿y qué? ¿Me van a echar en cara que para 100 millones se esperaban más? ¿Que visualmente no es sobrecogedora? Hombre, por Dios.

- "Es que la historia es muy simplona". Vaya, no sabía yo que lo importante eran los giros de guión y las tramas complicadas. De hecho no se me puede venir a la cabeza ningún otro título de ninguna otra película cuyo mecanismo interno sea el de una patata.

-"Nadie se cree que para una misión tan importante envíen solo a dos militares, uno de ellos sin experiencia". Jesucristo, ¿a estas alturas de la vida debo recordar que los altos mandos no ven a personas sino a cifras? ¿Cuántas bajas son asumibles? ¿1600? ¿Cuántos soldados me puedo permitir "perder" por tratar de salvar un batallón? Ya se lo adelanto yo: no demasiados. ¿De verdad hace falta que yo explique esto? ¿En qué mundo utópico creen que viven? Por irme con ustedes, más que nada.

-"No es creíble que Tom trate de salvar al piloto alemán". "No es creíble que Will no dispare a los alemanes en aquella ciudad arrasada". "No es creíble que Will se siente a escuchar la canción cuando debe dar un mensaje tan importante, etc".
Pero vamos a ver, ¿no habíamos dicho que Tom es casi un recluta? ¿Qué hacen echándoselo en cara? ¿Que peca de ingenuo en la película? Pues evidentemente, ¿que la humanidad es un precio muy caro en una guerra? Pues evidentemente. ¿Que Will está en shock tras la muerte de su amigo y no actúa con lógica tras la conmoción cerebral que ha sufrido? Muy señores míos, les tengo que decir una cosa: pues evidentemente.

En fin, me he cansado de rebatir argumentos tan infantiles, no es una película que transforme la vida del espectador, que traiga nuevas cuestiones a la palestra, pero es una cinta que recordaremos con cariño por el simple placer visual que provoca y las correctísimas interpretaciones.

Concluyo con la única nota que (aún) no he leído en ninguna crítica: la sutil muerte de nuestro protagonista Will Schofield. Meter una herida en un cadáver putrefacto y roído por ratas es ganarse una gangrena de caballo. La penicilina no fue creada hasta 1928. Desde el comienzo del film estamos viendo a dos muertos en vida, uno de ellos simplemente completa el círculo, consigue sentarse en un árbol y se despide de quienes ama. Soberbio.