Haz click aquí para copiar la URL
España España · Móstoles
You must be a loged user to know your affinity with lyncheano
Críticas 44
Críticas ordenadas por utilidad
Críticas ordenadas por utilidad
9
21 de agosto de 2009
611 de 733 usuarios han encontrado esta crítica útil
Entrar en esta película es enfrentarte con tu propia naturaleza. Es convertirte en testigo de un hecho que revelará algo muy jodido que intuías pero no te atrevías a expresar. Entrar en esta película quizás no tenga vuelta atrás. Como el orondo y ególatra señor Von Trier resulta que es también un virtuoso del cinematógrafo y una persona extremadamente inteligente (y extrañamente desequilibrada, como todo genio) ha sucedido el milagro o el atisbo de magia que consiste en hacer no una película redonda, porque no lo es, pero sí una obra equipada de moralidad ambigua y bien calzada con botas de tacos de madera dispuesta a sacudir una patada en los huevos a aquel que se atreva no a verla, que eso es muy fácil, sino a pensar en ella. Y ojo, que no la considero la cinta más transgresora del danés, por mucho que se esté hablando sobre ello, si acaso la cinta que plantea el tema más espinoso para ciertos sectores del público, que podrán tacharla de misógina y lo harán. Desde luego es la más bella de su director y una de las cintas mejor fotografiadas que haya visto en mi vida. El prólogo en sí mismo es una pequeña obra maestra que forja el equilibrio perfecto entre narración, tono, color, música, ambientación y presentación formal. El caso es que Lars, como no quiere a sus personajes, hace con ellos lo que le sale de la claqueta, y si a eso le añades que suele trabajar con algunos de los actores más valientes y entregados, la mezcla acaba pariendo monstruosidades indeciblemente hermosas, dolorosas y sinceras como esta. ¿Y qué es esto? pues definitivamente es una de las inmersiones más profundas que se hayan practicado jamás en busca del origen de la maldad humana. Y esa maldad, genética y filosóficamente, nace de la madre, como todo ser vivo, como todo en este mundo que pueda circunscribirse a la naturaleza. Poco tiempo después de la tragedia, el marido (¿cuántas personas mencionarían a Dafoe entre los tres mejores actores vivos?) se convierte en el terapeuta de su mujer sin que nadie se lo pida, llevándosela a su casita del bosque para que esta pueda afrontar sus miedos, derivados de un cuadro de duelo patológico. Su duelo, el de él, al parecer es común y acepta la muerte de su bebé con entereza. El concepto del film reside en que esta mujer traumada considera la naturaleza como "la Iglesia de Satán", algo malvado y cruel. Y si la naturaleza es mala, mala será su matriz, su útero, y por ende lo femenino.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
El cuerpo femenino no lo rige la mujer, lo gobierna la naturaleza, y la naturaleza utiliza olores y colores para ser fecunda. En la mujer, ese arma de doble filo es su cuerpo y su propio sexo. Por eso, parece que después de la muerte de su hijito, le da miedo la naturaleza y se llega a odiar a sí misma. Durante gran parte del film se nos hace creer que es ella la que teme a la naturaleza, pero finalmente comprenderemos que es la naturaleza la que la repele a ella, quizá por haberse revelado. De hecho, como sabremos justo en el momento en que todo se llene de sangre, desde aquel verano, que sería el último de su bebé, ella comenzó a mutilar a los animales (a los tres mendigos) y a cambiar los zapatos de pie a su niño. Para modificar la naturaleza, para crear un limbo antinatural y combatir (o entregarse a) esa crudeza, esa violencia inherente del bosque. Quizá como rito satánico, para convencerse a sí misma de sus propias creencias, alimentadas por poco recomendables lecturas, como prueba irrefutable de que cualquier tesis puede ser defendida argumentadamente y llevada a cabo. Para cuando él lo descubre, todo se precipita en una ola de gore más o menos explícito que desemboca en el peor de los hallazgos. "Una mujer, cuando llora, está tramando algo", dice la impresionante - y extrañamente bella entre las feas - Charlotte Gainsbourg. Ella permitió la muerte de su hijo, ella utilizó a su marido para darse muerte a ella misma, ella acabó teniendo toda la razón, a pesar de que su marido no la considerara tan lista como él y tachara su tesis de simplista. Al final, el marido se convierte en asesino, y descubre que los síntomas que él mismo diagnosticó de ansiedad, son por el contrario los síntomas de la furia asesina. Él le pedía a ella que se dejara invadir por el verde, que formara parte de la naturaleza, porque él mismo lo era. Y la naturaleza, al fin, acaba siendo tan cruel como ella vaticinó. Acaba siendo la única asesina real, pues muestra la supervivencia como asesinato. Porque los cuadros normales de tristeza no existen, es una infamia el hecho comprobado de que se pueda superar la muerte de un hijo. en un momento dado, ella dice que se quiere morir también, pero él no le deja... ¿acaso existe algo más práctico, realista, doloroso y cruel que este acto? La paradoja reside en que, si todos aceptamos el anverso cruel y malvado de la naturaleza, ¿por qué nos parece tan demoníaco lo antinatural? En el epílogo, todas las mujeres maltratadas por los hombres que las consideraban brujas, salen al encuentro del monte, liberadas por su salvador. El bosque se llena de brazos y piel, no se distingue entre naturaleza humana y naturaleza verde. Por fin entendemos que el mal es mal tanto aquí adentro como allá afuera.
5 de septiembre de 2007
374 de 432 usuarios han encontrado esta crítica útil
La vida eterna queda desligada del tiempo, huye de su significado y florece dentro de una nebulosa moribunda. La muerte es un acto de creación, y el sentido mismo de la vida no reside en el tiempo que pasamos viviendo, sino en el tiempo que realmente destinamos a ser felices y no buscando esa felicidad. Por eso esta ''Fuente de la Vida'' de Aronofsky no nos habla de ser inmortales, o sí lo hace, pero para corroborar su sentido opuesto o diferenciado de esa utopía, de esa ciencia-ficción. ''The Fountain'' no es opulenta ni pretenciosa como así nos lo querían hacer ver, pues es todo lo pretenciosa que pudiera ser una historia de amor entre un hombre y una mujer. No obstante, tampoco se trata de una historia cualquiera, sino aquella que muestra la verdadera esencia de lo que significa el amor, que nos enfrenta directamente al problema de la escasez del tiempo con el que contamos y de nuestro error existencial al no saber qué hacer con él. Nos habla de un doctor enamorado de una chica que es un ángel en la Tierra, una chica con un tumor mortal cuyo marido pasa más tiempo en el laboratorio intentando encontrar una cura a su enfermedad que pasando con ella sus últimos días. La cruel metáfora de la vida, un espejo roto en el que vemos reflejado cómo se nos escapa el tiempo sin que hagamos nada más con él que intentar alargarlo y ensancharlo inútilmente. Por eso Aronofsky nos dice que la vida eterna no consiste en tener más tiempo, sino en elegir la opción correcta, salir corriendo detrás de esa preciosa mujer hacia el campo nevado y no hacia las probetas y los monos de laboratorio. La vida es un libro inconcluso donde relatamos en tinta negra la odisea de una búsqueda, tinta negra con la que nos tatuamos la idea de un compromiso eterno que se extravió por el camino, señal inequívoca de que no hacíamos lo que realmente deseábamos. Las imágenes de esta obra maestra son tan poderosas, (en su concepción tanto como en su abstracción, en su plano estético y filosófico, o como simple canto a la vida) que volvemos a estar delante de un ser con vida propia que hace suyo el milagro del cine: transmitir a otro nivel por encima del lenguaje, clavarse como un dardo en el hipotálamo y extenderse como un dulce veneno a través del alma. Un alma que vive en una urna de cristal líquido viajando a cientos de miles de kilómetros por hora surcando el universo hacia Xibalba, donde el árbol de la vida volverá a renacer, o donde por fin comprenderemos que ''juntos para siempre'' no es sólo una abstracción brotada de la boca de un corazón enamorado, pues su significado trasciende la esencia mortal de la carne, trasciende el alimento de la madera de la vida, el vello erizado al contacto de unos labios amantes, las pisadas sobre el barro que circunda la presencia arbórea de una vida marchitándose ante un corazón en pena; la conquista de la Nueva España en busca de una utopía que no está más allá que dentro de nosotros mismos.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Al final, el doctor Creo, en lugar de continuar su búsqueda de la inmortalidad, comprende por fin que la muerte es necesaria porque da sentido a la vida, que el amor y la pasión no tendrían cabida en este mundo si viviéramos para siempre. Por todo esto, ''The Fountain'' constituye una fábula empírica, un experimento del sentir humano, un cuento de hadas desde el otro lado de la imaginación, que nos sugiere que la vida nace de la muerte, es naturaleza, florece y se marchita, pero a su vez crea un alma que levita por encima de las ramas retorcidas y suplicantes, acepta que la eternidad parte de la comprensión de que nuestro sitio no está sólo aquí, que la vida eterna es compromiso, y ese compromiso es un anillo que nunca debemos quitarnos bajo ninguna circunstancia, pues es el amor y el recuerdo, la plenitud de cada momento que hemos vivido entre esa naturaleza verde y exuberante, entre la pureza de una nieve que cae en delicados copos sobre lo que más amamos en vida, que hará de la muerte un mero trámite con el que completaremos un círculo infinito. Muerte, vida, creación, amor, destino y compromiso. Para siempre.
6 de septiembre de 2007
289 de 314 usuarios han encontrado esta crítica útil
Desde Terciopelo Azul, nadie había conseguido captar en la gran pantalla de una manera tan excepcional la vida cotidiana de un típico barrio americano. Sam Mendes lo hace a base de imágenes atemporales grabadas para siempre en el limbo de nuestra memoria colectiva. American Beauty es tan hermosa y posee a su vez un mensaje tan abrumadoramente doloroso y cotidiano que casi podemos sentirla como algo vivo. Son las tinieblas agazapadas en las miserias apáticas de una familia como otra cualquiera, tan normal como hubiera cabido esperar en una urbanización de clase media alta de ese sueño americano que tanto se empeñan en demostrarnos que aún sigue vivo. Pero la realidad es que su mensaje de monotonía e infelicidad es tan universal que no podemos considerarla como algo lejano y ajeno a nosotros. Trata una realidad que nos concierne y nos empapa por completo cada día: la vida en matrimonio, cada vez más impersonal, sin rastro de pasión sexual, abocada a los tonos grises de la apatía y la ausencia de sueños y de ilusión; la relación entre padres e hijos, incomunicativa y violenta, casi como extraños que viviesen bajo el mismo techo...
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
durante el metraje, asistimos a un progresivo ejercicio de salvamento individual, en el que cada uno intenta aferrase a algo fuera de lo normal para demostrarse a sí mismo que sigue vivo: la ambiciosa mujer se lía con un vendedor de casas de la competencia; su marido comienza a fumar marihuana y a hacer ejercicio con la esperanza de poder tirarse a la mejor amiga de su hija; la propia hija se enamora de su nuevo vecino, un chico extraño e introvertido que se refugia en su cámara de vídeo para escapar de la férrea disciplina de su padre e intentar ver la belleza de este mundo a través de su objetivo, nunca directamente con sus ojos. Quizá sea el padre del chico, el marine retirado, el personaje más inquietante de esta soberbia película, pues parece estar encarcelado por sus propios pensamientos homófobos y evidentemente nazis, cortando de raíz todo intento por parte de su propia alma de ser feliz y poder expresar su homosexualidad libremente. La película está sabiamente montada y dirigida, revelándonos desde el principio que el protagonista va a morir inminentemente, y no por ello provocando que decaiga el interés. También es interesante el uso que hace Mendes de los pétalos de rosa y del color rojo en general, símbolo de la pasión y de la lujuria... pero también de peligro (la puerta de la casa, el vestido de su mujer, las flores...). Se trata de una bella representación de la vida y de la muerte, sustentada en unas brillantes interpretaciones, en unos ágiles y cínicos diálogos, y en un humor tan mordaz y espontáneo como las ganas de vivir que les entran a todos cuando por fin comienzan a oler en el aire ese tufo de mortal monotonía. Sólo al final, segundos antes de que el personaje encarnado por Spacey reciba un tiro en la nuca, descubren que lo que importa es realmente lo que daban por perdido, y la solución es tan evidente que siempre se les escapaba por completo. La sensación final es de que quizás ya no tengamos tiempo para la redención, pero también la de que al fin y al cabo, sólo nos daremos cuenta de lo bella que es nuestra miserable e insignificante vida hasta que la perdamos. Y entonces ya sí que será demasiado tarde. Para todos.
25 de enero de 2010
280 de 334 usuarios han encontrado esta crítica útil
La broma judía de los Coen tiene esa cualidad mágica que habita en la azotea del cine actual y rasca con los dedos estirados el concepto de maestría, provocando que les perdonemos al instante, como tantas otras veces, las tonterías que asiduamente vienen realizando desde los albores de su carrera. Este Serious Man es el anverso de la moneda que hace tiempo lanzaron al aire los hermanos, y que primero cayó del lado de Barton Fink. Si aquel era un judío altivo que escribía para confirmar su estátus de superhombre que miraba por encima del hombro al vulgo social, este que ahora nos ocupa es un judío reprimido que forma parte de ese vulgo y ni intenta ni desea estar por encima de nadie. Si al primero lo pisaban por querer asomar la cabeza y le dejaban claro que su lugar estaba entre la gente sin talento reconocido, a este le pisan (y retuercen el tacón sobre su cadáver) por ser un pusilánime amante del nonadismo, amparado en la Ley de un Dios judío que está demasiado ocupado no existiendo. En esta ocasión, la cinta, que comienza con un cortometraje que es una píldora del carácter lúdico, enigmático y absurdo de lo que vendrá a continuación, se fundamenta en el humor, la exasperación y la exageración de todos los elementos que la configuran (situaciones, caracteres y actuaciones). Todo esto, que no es más que la definición del cine de los Coen, sublima en el momento en que estos deciden ir un paso más allá y dejar claro que se trata de una obra mayor, una obra de calado. Y la fundamentan en la broma y en la sobreinterpretación, una perfecta simbiosis que puede hacer de nosotros, como espectadores, unos estúpidos pedantes que no sepamos encajar bromas, o unos cachondos sin cerebro que no sepamos leer entre líneas. No hay término medio. Pedes ver un mensaje oculto entre las filas engarzadas de números y letras que doblan el cuadernito del hermano patizambo, o en las muelas yiddish del gentil que acude a la consulta del dentista, así como un lema sagrado en la letra de la canción de los Airplane. Pero no hay nada. Es una broma. Como también parece una broma que los fieles se puedan creer esas palabras vacías de los rabinos sobre aparcamientos y perspectivas. En ellas no hay más encriptación divina de la que pudiera sugerirnos la desorientación de un burro en un garaje. Todos estamos perdidos, y si no hacemos nada más que aceptar las cosas como vienen y achacarlo indefectiblemente a la voluntad de Dios, acabaremos siendo recompensados con un montón de la misma mierda. Suprimir la propia voluntad es la mejor manera de afrontar las calamidades si uno vive en una parcela sin vallar. Por no hacer nada es por lo que se nos castiga, aunque no lo sepamos ni lo podamos entender. Son designios de la Voluntad de Dios y no hay nada que podamos hacer al respecto. ¿O quizá es que no hacer nada es lo más fácil?
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Sea como fuere, nuestro héroe busca el porqué de todo lo que le ocurre, y se extraña ante la ausencia de respuestas. Pero no se atreve a actuar. Nunca hace nada que haya nacido de su propio entusiasmo por vivir. Salvo al final. Y es ese final el que acaba por engrandecer una película destinada a replegarse sobre sí misma y repetirse. El final hace trascender la broma, y nos arroja de lleno en el terreno de la sobreinterpretación. Nuestro Larry acepta el soborno de su alumno coreano, y de inmediato surgen dos consecuencias letales. Habla Dios por primera vez en la película. Algunos pensarán que está enfadado porque su corderito sin alma ha tomado una decisión descarriada. Y que le castiga con la muerte, anunciada por su médico al aparato telefónico, que le cita en su consulta; y con un tornado que arrasará y levantará todo el pueblo por los aires. Dios sólo existe cuando queremos/buscamos un castigo, y ese Dios lo crea nuestra propia voluntad, anulada hasta el mismo momento en que lo creamos. O no. Recuerden que esto es una broma, y que nosotros no podemos hacer más que sobreinterpretar. Por eso, creo que el final no nos cuenta un castigo, sino más bien todo lo contrario. Así, la llamada telefónica del médico, que curiosamente parece bastante animado, es para decirle a su paciente que en las pruebas que le practicaron aparecen una serie de extraños mensajes labrados en sus intestinos hebreos, y que traducidos vienen a decir algo como: "voy a calzarme a la guarra de la vecina de al lado mientras nos mira la zorra de mi mujer, porque como no lo haga, me va a salir una úlcera en el estómago". ¿Y el tornado? Bueno, el tornado quizá sólo se lleve por delante al gordo que no hace más que perseguir a su hijo por dinero, pues está mirando hacia el ombligo de viento con una torrija importante. O quizá se los lleve a los dos, porque, si algo sabemos, es que el chaval, allí donde esté, necesitará a alguien a quien amar. Pero no hay castigo divino. Si Dios ha hablado, es para premiar la acción. Definitivamente, la vida es para los valientes. O puede que sea yo, que estoy sobreinterpretando...
5 de septiembre de 2007
210 de 227 usuarios han encontrado esta crítica útil
Por lo que yo pueda saber, Repulsión está más cerca de Cabeza Borradora que de ninguna otra película de terror convencional. Es una cinta repleta de texturas (las patatas echando raíces, el conejo pudriéndose en su fuente a la intemperie, la sangre resbalando viscosa por la oreja de la primera víctima), con estremecedores e inteligentísimos efectos de sonido (las campanadas del convento de clausura de al lado, los timbres del teléfono y de la puerta, el continuo goteo y el perturbador tic-tac de los relojes del apartamento) y una consistencia surrealista digna del mejor David Lynch (las grietas que aparecen por la casa, de las que surgen manos lujuriosas, repulsivas, manos de hombre; las repentinas violaciones imaginadas; el corazón en el bolso, etc.) Se trata al fin y al cabo de una obra maestra del cine de terror. El terror que siente una frágil jovencita hacia los hombres. Terror y la más visceral de las repulsiones. Y Polanski, como el maestro que es, se vale de todos los elementos anteriores, así como de la fotografía en blanco y negro, la escalofriante interpretación por parte de Catherine Deneuve, y unos movimientos de cámara próximos a Scorsese, para reflejar ese terror, esa subjetividad, repulsión al sexo y progresivo deterioro psicológico del personaje central. De hecho, la protagonista está completamente desquiciada, y el apartamento en el que se aísla voluntariamente tras la marcha de vacaciones de su hermana mayor con su novio se va convirtiendo poco a poco en la representación de su mente perturbada y torturada. Así, los acontecimientos que van sucediendo ante nosotros son cada vez más macabros, transmitiéndonos una malsana sensación rara vez igualada en la historia del cine. Las escenas de los dos asesinatos son excepcionales. Si Hitchcock es el maestro del suspense, Polanski no le va a la zaga en esta materia.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
El primer asesinato es tremendamente perturbador: aquel joven apuesto está completamente enamorado de la chica rubia, y se toma su silencio como un problema amoroso, pero nosotros sabemos que esa chica que permanece callada no está pensando precisamente en amor, reconciliación ni beso. Está conteniendo el vómito, está preparándose para matar a ese horrible ser que le repugna. Así se crea el suspense, haciendo que el espectador sepa algo que el personaje en pantalla desconoce por completo, haciéndonos intuír y esperar... pero no olvidemos que se trata de terror. Una pura y desagradable pesadilla subjetiva lograda magistralmente a golpe de lentos movimientos de cámara y extraños ángulos de visualización subjetiva. Podríamos decir que la historia es simple, y que como estudio psicológico es demasiado obvia, pero funciona a las mil maravillas como cinta de terror inteligente, como plasmación cinematográfica de lo que pudiera ser una pesadilla. Posee elementos tan geniales como el siniestro conejo sin guisar, que bien pudiera representar aquello que quedó sin hacerse por completo, sin cocinarse por culpa del novio de su hermana, y por tanto algo que se va a pudrir por culpa del hombre o por la ausencia de la mano de la mujer; la escena en la que ella vomita tras oler la camiseta interior de hombre que estaba tirada en el cuarto de baño; el paso inquieto de la joven por la zona donde están los obreros; la sensación de claustrofobia en su habitación mientras su hermana gime de placer en la de al lado; las continuas miradas al convento de monjas de debajo... además de oportunos y medidos sustos que no hacen más que ir aumentando la tensión hasta el éxtasis final. Y ese final, con el novio de su hermana llevándola en brazos y mirándola detenidamente con una lascivia que casi pudiera pasar desapercibida para el espectador poco atento... pues los hombres seguirán viéndola como un objeto sexual muy apetecible, y ella... bueno, ella, ya saben. Basta con observar su mirada de niña en la foto de familia con la que cierra Polanski.
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow
    Bienvenido al nuevo buscador de FA: permite buscar incluso con errores ortográficos
    hacer búsquedas múltiples (Ej: De Niro Pacino) y búsquedas coloquiales (Ej: Spiderman de Tom Holland)
    Se muestran resultados para
    Sin resultados para