'The Collector' fue una película perturbadora que iba a cuchillo contra todo. Hay una frase mítica que dice que "segundas partes nunca fueron buenas". Con 'The Collection' tenemos la (inmensa) suerte de que aquí no existe esa frasecita.
El comienzo es de lo más sanguinario, desgarrador y frío que pueda haber en una sala de cine; pero es que los 75 minutos que dura son todos así: sangre, frialdad, locura, gore (aunque quizá el gore haya sido minimizado en cuando a lo que este film merecería).
El coleccionista que nos inquietó en la primera parte nos traslada a su guarida, un hotel abandonado con más trampas de las que jamás puso Jerry a Tom y que nada tienen que envidiar a aquella saga que ya nos abandonó, 'Saw'.
Y hablando de Saw, 'The Collector' tiene algunas similitudes con la segunda parte de la saga de Jigsaw y sus pruebas, pero sin un asesino con modus operandi, lo cual se hace más impredecible cuanto puede ocurrir, tal es el caso de este desquiciado asesino que mata, sencillamente, por diversión o fetiche y que no tiene límites, lo cual la hace aún si cabe más necesaria para los amantes del buen cine de terror con psicópatas más que decentes.

David Fincher es uno de esos directores a los que amas u odias, no tiene un término medio. En esta ocasión se le ama, se le adora y no se le hace el amor, tan solo, por principios. Un Brad Pitt soberbio, el cual debería ganar al gran Rourke en su camino al Oscar por esa actuación que será memorable durante años. Cate Blanchet, como siempre, magistral, la echaremos de menos en la ceremonia de los Oscar. En resumidas cuentas una película completísima, donde sonríes, llegas a reir, lloras, intimas con los protagonistas, y en la cual Fincher se ha ganado un puesto en el cielo cinematográfico sin lugar a dudas. A destacar también los espléndidos efectos visuales con Pitt con varios centímetros menos de su altura real.

Tremenda tomadura de pelo del tándem Lucas-Spielberg. Bochornoso que nos hayan hecho esperar tanto, habiéndonos creado tantas esperanzas para matar un mito.

No es que Saw haya acabado muy al gusto de todos, leyendo lo que he leído por críticas vecinas. Personalmente, ha sido un final feliz, apasionante, exento de cierto guión que tuvieron sus predecesoras, pero vital para haber acabado una saga que merecía un final digno, y ese ha sido el caso.
Únicamente una pega, ¿Por qué 3D? ¿Realmente el 3D las hace mejores? ¿Realmente es necesario ver cómo tiran chorradas 3 veces contra la cámara y se acabó el juego? Por muchas preguntas, sigo sin encontrar sus respuestas aparte del márketing.
Se agradece lo sangriento del final de la saga; muchas trampas, mucho gore, violencia como en ninguna anterior... sencillamente admirable, sino que se lo pregunten al Ministerio de Cultura... ¿La censurarán? Desde luego, tiene más gore y violencia que cualquiera de las 6 anteriores...

Si hay algo que he ido aprendiendo con el paso de los años es que no puedes fiarte de un remake americano (salvo en excepciones como los remakes de Tim Burton y poco más para el recuerdo). Hace ya años que visioné "El secreto de Anthony Zimmer", una de esas joyitas europeas que se clavan en la mente durante años.
Cuando me decidí a ver "The tourist" no sabía que era el remake del citado film francés. Fue a medida en que avanzaba la película cuando me dije "esto lo he vivido antes".
Si algo tiene de bueno su original film francés es su buen guión, sencillo, corta duración de la película, pero completa.
"The tourist" no sólo es bastante más larga, sino aburrida, muy aburrida, y partiendo de la poca (o nula) complementación de los actores, darle un 2, como ha sido mi caso, es hacerla más importante de lo que realmente es. Para olvidar. Evítense un chasco, vean la original.