Un golpe de memoria ante una historia presa del cine que no le hizo justicia. La novela de Dumas, siembra con este cine, una de las mejores cepas post- napoleónicas jamás escritas.
Un viaje humano, condenado por traición, agarrado a la vida por venganza o por amor. Visualmente atractiva, e interpretada por un Pierre Niney que personifica una identidad inocente, y una compleja vengativa. Un mensaje tranciende, el perdón revela.
A quien enriquece no cabe duda, es a su propia novela.

Magnífico y transcendente guion. Que logra una gramática visual.
Un compás a través de la búsqueda de la identidad, y pérdida del yo.

No apta para miradas sensibles, con aletargamiento cognitivo.
Podría ser considerada como la mejor sátira de terror contemporánea.
Analiza el masivo consumo que se apropia de lo íntimo, dividiendo pereza y lujuria,
pecados que solo el capitalismo manipula con destreza.

Esta crítica se ha visto archivada por no hablar sobre temas teóricos, pues si lo que quieren es una crítica fácil de leer y de olvidar, es que es apta para algunos públicos, y comprensible para unos pocos.

Si hay algo que está demostrado, es el gran talento de Villeneuve. Los que amamos la ciencia ficción somos conscientes de que es un Spielberg del siglo XXI.
Ha sido capaz de reinventarse en cada producción y ha evolucionado este género. Un talento solo comparable a Kubrick, en mi opinión.

Pero hablemos de esta segunda entrega de Dune, de lo que puede ser uno de los mayores espectáculos visuales logrados hasta la fecha.
El frenetismo y la penetrante banda sonora de Zimmer son capaces de dominar tus emociones de principio a fin. Un ritmo in crescendo, con épicas escenas y apabullantes interpretaciones, consigue crear una cinta que emociona, transmite y, sin duda, hará historia en el género y en el arte.

Una obra maestra de los ultimos años, capaz de mezclar el cine clásico, con una ciencia ficción que da color a un mundo de fantasía, que te recuerda al Jovencito Frankenstein por momentos, y en otros a un Rufalo que por primera vez ha conseguido ponerse verde.
Si podia considerar a Emma Stone como una de las mejores actrices en la actualidad, esta interpretación ha desfigurado cualquier duda sobre ella, más todavía de lo que consiguió maquillaje con el personaje de Dafoe.
En cuanto al argumento engancha de principio a fin , y deja a un ojo difícil de sorprender un mágico encenario, acostumbrado al blanco y negro, hace que te sientas en esas mismas películas, tan románticas y profundas, con diálogos que placen el oido.
De una forma elegante empodera la figura de la mujer... podría decir que no he visto últimamente hacerlo en el cine de una forma tan sutil y penetrante.