Empieza a sonar ya a clásico el "A mi me gustó mucho, no parece española" o el "Tiene buena pinta, parece "yanki"". Y es que cada vez es más habitual que pensemos eso, porque consideramos que el cine español es cutre y como mucho, es bueno el de risa. Consideramos que no da para más, pero cada vez está demostrando que se puede hacer mejor cine. Que se hace buen cine.

Y esta es una de esas peliculas. Una de esas que no parece española, pero lo es. Una pelicula que tiene un argumento más complejo, con varias historias paralelas que al principio te descolocan, pero que cuando logras conectar todo cobra sentido de repente. Y una de esas peliculas que tiene un buen final, uno de esos que te sorprende con algo que no has visto antes y que se te queda grabado en la memoria. En definitiva, es una de esas peliculas que por atrevida, interesante, y bien hecha, merece la pena ver.

J.J. Abrams y Spielberg han hecho una película como las de antes, pero con los efectos especiales de ahora. Han hecho una pelicula de aventuras de esas que te gustaría haber vivido cuando eras un niño, con ciertos clichés y bromas "tontas" de las que gustan a todo el mundo y con la dosis sentimentalismo apropiado.

Muchos dicen que es una mezcla entre Los Goonies y E.T., yo sumaría Monstruoso a ese Cocktail. Habrá gente a la que le parezca que le sobran tantos efectos especiales en algún momento (como a mí) y habrá gente a la que le falten más efectos. Pero lo que ha conseguido, es una pelicula de las que se hacían antes y que todos tenemos en nuestra memoría y en nuestra estantería para poder volver a ver en cualquier momento. Y con una sorpresa-detalle en los créditos de las que te hacen salir del cine con aun mejor sabor de boca.