Una atmósfera asfixiante y claustrofóbica conduce está auténtica obra maestra del género de ciencia ficción que nos ha dado, entre otras cosas, a uno de los antihéroes más celebres de las últimas décadas, en forma de un viscoso ser de tres metros de altura "cuya perfección estructural sólo es comparable a su hostilidad". Una trama muy bien llevada, que comienza en forma de una enigmática misión hasta que eclosiona ( nunca mejor dicho) en el ecuador de la película, para conducir al más absoluto de los horrores en el completo vacío de los confines del universo. Poseedora de varios momentos icónicos en la historia del cine, cinco décadas después sigue siendo uno de los títulos más emblemáticos del genero y qué ha dado lugar a innumerables secuelas y precuelas, que en ningún momento llegan a acercarse a ese ambiente angosto y terrorífico que te hace sumergirte en la película como si fueras un integrante más de la nave Nostromo.