Muy alejada de la obra maestra que algunos ven, y ni tan siquiera del calificativo de "muy buena". "Nosferatu" es ante todo una película de romanticismo oscuro y preciosista dentro de su tenebrosidad que no satisface en absoluto al fan del género vampírico por muchos motivos. Un dato que no he leído en ninguna crítica especializada ni de público es que tanto el Nosferatu de Murnau como el de Herzog son una criatura andrógina bastante alejada de la figura de Drácula, así como lo fué Willem Dafoe en "La Sombra del Vampiro", y Eggers se aproxima mucho al personaje de Bram Stoker ocultando totalmente a Bill skarsgård bajo capas de prótesis y un mostachón ridículo volviéndolo totalmente irreconocible. Recordemos que estamos ante un remake de una obra que se inspiró/plagió en la novela Drácula de Bram Stoker, sin el permiso para producir una película sobre ella y por tanto diferente...
Ni Max Schreck ni Klaus Kinski ni William Dafoe necesitaron tal cantidad de caracterización para resultar aterradores e inquietantes...Y ahí reside el principal error: la elección del actor que encarna al Conde Orlok. Ni con poco hubiera funcionado ni con mucho funciona y lo que es peor resulta inesperadamente cómico. Técnicamente es abrumadora, dirección, fotografía, banda sonora, vestuario, una recreación embriagadora de la Alemania de 1800 y buenas interpretaciones, aunque en exceso teatralizadas, destacando sobre todas las de Lily-Rose.Todo ello es exquisito pero...el desarrollo es absolutamente monótono y sin nada destacable y unido a la excesiva oscuridad en un momento valle se me han cerrado los ojos. Demasiadas cosas fallidas que me han impedido disfrutarla más unidas a la ausencia de un Nosferatu sin colmillos, poca sangre, poco morbo, un final absurdo y que se apoya demasiado en la figura de Drácula y la obra maestra que es la versión de Coppola. Definitivamente no es Nosferatu.

El hecho de ser una intercuela evidencia la intencionalidad de su director por ofrecer los mismos hallazgos estéticos, entre otras muchísimas cosas, para contentar al más estúpido y juvenil espectro del fan service y así remarcar con énfasis que en su ADN está la esencia del original de Ridley Scott y su secuela a falta de la ausencia destacada de Sigourney Weaver (inteligentísima decisión de no volver), y de los huevos necesarios de su responsable para hacer algo novedoso y por tanto más arriesgado. Es el Alien Tontito Teen de nueva generación no apto para mayores de veinte años de la era del tik tok y de los que ponen caritas de entusiasmo en canales de youtube dedicados a cine. Unos personajes anodinos e insulsos que se mueven como en cualquier slasher al uso de la peor calaña con unos diálogos que dan vergüenza ajena intentando replicar lo que funcionaba en Ripley pero en una niña sin un atisbo de carisma y en un androide retrasado. No ha tenido ni pudor ni vergüenza en su último acto de reformular lo visto en otras entregas, eso sí, siempre con la misma excusa, llámalo homenajear llámalo plagiar, y ya de paso pillar de aquí y de allá elementos que le ha molado a la chiquillería pertenecientes a videojuegos de éxito como Alien Isolation o Dead Space pero con unos efectos en el apartado audiovidual bastante cuestionables como el horrible CGI del androide Ash,/Rook entre otros. Fede Álvarez hizo un gran trabajo con el remake de Evil Dead pero esto es un cagada condescendiente como toda la basura que se ha visto de Star Wars desde el inicio de la última trilogía.