La isla del Hierro se hace minúscula al ver esta serie y comprobar que todo transcurre de manera atropellada e incoherente entre cuatro localizaciones, un juzgado y tres casas. Los personajes entran y salen, aparecen y desaparecen con una facilidad incomprensible, están en todas partes y a todas horas. Campan como "Pedro por su casa" sobre un guion accidentado y mal dirigido. No soy de los que critica gratuitamente nada, de hecho empecé a ver esta serie desde el interés y casi convencido de que me sorprendería gratamente. No ha sido así. Interpretaciones muy flojas, la dirección no saca partido a un guion cuya historia, sin descubrir nada, da para mucho más. Demasiado sin sentido, caos, mucha incoherencia... suficiente para que la historia no sea creíble, ni tan siquiera sus personajes. Y me encanta Candela Peña y Dario Grandinetti (entre otros), pero el personaje de Candela no se lo cree ni ella, esto no es EEUU. ¿Se puede ver y pasar un buen rato? Claro, cada uno es libre de gastar su tiempo y ocio cómo quiera. Y posiblemente yo no hubiera escrito esta critica si no hubiese leído las profesionales de medios y críticos. Puedo estar equivocado, pero que nadie se deje llevar por esas valoraciones, o el desencanto será mayúsculo. Recomiendo ver la serie sin pensar que estáis ante una obra maestra o ante la mejor serie española de la historia (como algunos vaticinan).

Sencillamente una maravilla... Sus casi 2 horas de duración pasan voladas, sin tregua, con una magistral dirección, un buen guión y unas interpretaciones de lujo... Ni Agoras, ni Almodovar, ni presupuestos made in USA... Los habitáculos de una prisión son suficientes para crear una historia que engancha y te mantiene en tensión desde el primer minuto.