Película documental que no intenta crear ninguna leyenda rosa sobre la conquista de América. Prestigiosos profesores de historia de los 2 lados del océano aportan documentos y pruebas tangibles que desmontan la leyenda negra española y los discursos victimistas de corte político que enseñan a los niños en latinoamérica.
Los errores y abusos cometidos en el pasado no se niegan en ningún momento, se interpretan dentro de su contexto histórico y antropológico.
El pasado horroriza y fascina a la vez, no existe un país con una historia perfecta porque el ser humano tampoco lo fue, a base de ignorancia, miedo, supersticiones, violencia y pasiones hemos llegado hasta nuestros días, y todavía nos queda mucho por aprender y conseguir. Tal vez ese sea el punto fuerte de esta película, destacar lo que nos une.
Nadie puede autoproclamarse representante, portavoz o juez de la historia. Sus protagonistas murieron hace siglos y los herederos no son responsables del pasado, pero sí del futuro.
Maravillosa fotografía, música y dirección.
Cuando la verdad sale a la luz ya se sabe...siempre habrá sectores que echarán espuma por la boca y saldrán rápidamente a defender el relato progre de la hispanofobia...a ellos va dedicada también.

Obra cumbre de Leone, con una fotografía tan perfecta que si pulsas "pause" a ciegas en cualquier fotograma de la cinta te queda un póster fenómeno.
Todo en esta película está mimado y sabiamente elegido, la música del maestro Morricone fusionada con la intensidad de las imágenes en un lenguaje abstracto que estremece, que impregna la memoria y los sentidos, que hace inolvidable la experiencia de vivir el gran cine. Todo lo que se diga es poco de "Once upon a time in the west".
Aunque me gustó desde la primera vez, reconozco que con el tiempo la película ha ido ganando y recobrando cada vez más y más sentido para mi, siempre descubro algo nuevo.
Imprescindible y única.

La legión invencible es de esas películas que nunca me cansaré de ver, una referencia en mi vida.
¿Por qué? en estos tiempos frenéticos y decadentes donde parece que se han perdido importantes valores, donde predomina el individualismo competitivo, el consumismo sin razón y la falta de compromiso con las nobles causas, donde faltan el honor, el amor incondicional, el deber o la mirada serena y agradecida hacia la vida (y su brevedad), donde cada vez se madura más tarde o ni siquiera se madura nunca, es donde esta obra maestra de John Ford, con una dirección mimada hasta el último detalle puede ser el mejor antídoto para recordar (o aprender) que hay que aceptar la vejez con amor y grandeza, con valentía para aceptar los dramas y las heridas que vamos cargando a lo largo del camino, y sobre todo a vivir con honor, deber e integridad sin olvidar quienes somos. Casi nada!
Al igual que en "El hombre tranquilo" el protagonista contagia su carisma abrumadoramente.
Film indispensable.