Acabo de llegar de verla junto a tres amigos conmigo a los que he invitado y uno queda absorto ante la magnitud del espectáculo, y con ciertas ganas de ser mejor persona de la que se es a la salida del cine. Cinematógrafo grandioso. Un espectáculo amoral, visionario, terrorífico, espantoso, crítico del "sistema" y de la sociedad que con sus gentes de hoy o están por venir, hicimos tan desalmada. Sin amor por y para los hijos no hay futuro.



El Oscar no se lo darán, sería una asunción intolerable; pero al magnífico artista protagonista Joaquin Phoenix no me cabe duda: qué interpretación más portentosa, memorable y magnética.



No se pierdan esta película.

Una película para fanáticos de Scorsese; echando la vista atrás con sus obras maestras como Casino, Toro Salvaje, Uno de los Nuestros, Taxi Driver, etc, no respira autenticidad este aburrido pastiche, del que sólo se salvan sus grandiosos actores e interpretaciones aunque injustamente desaprovechado aquí Keitel.



Quise verla en el cine, pero por hache o por be, se me plantó en Netflix a los pocos días de su estreno y no me ha quedado más que terminar por destrozarla viéndola en cuatro tiempos, incluso un cacho en AVE en el iPad. Pero es que no emociona como para verla en condiciones, la producción plana de Netflix asoma por todos lados y queda la pesadumbre de que podía habérnosla ahorrado el gran Martin. Es mejor película Infiltrados, de las menos buenas, de Scorsese; y por supuesto no se puede hablar de ninguna trilogía.