Risas que se convierten en carcajadas, muy entretenida y con una trama muy bien compuesta. Nunca se hace aburrida y sin escenas de relleno (típico en comedias). Un Robin Williams muy natural y Gene Hackman haciendo uno de los mejores papeles de su vida. Una película para toda la familia o para verla un sábado por la tarde antes de salir de marcha.

El bailarín de Bush y Mao ya que no descontenta a nadie que la vea, pero tampoco se posiciona con un argumento fuerte para enamorar al espectador. Lo que suele pasar cuando se hace una película para no enfadar a ninguna parte nombrada. Tan exquisita como el ballet, te encanta, pero cuando se acaba, piensas que solo es un tipo de "baile".

Recomendable para sesiones de superación ante las adversidades de la vida y ámbito deportivo (psicológico). Una película sin respuestas al millón de preguntas que plantea. Bonita, nada más, que en algunos momentos te hace mirar la hora o pensar en otras cosas.

Igual que la caída de una fila de fichas de domino, comenzará la pelicula enganchándote hasta el último fotograma. Con un gran reparto de actores y una historia muy del estilo "mafia y muertes rápidas". Lástima que los únicos que hagan un buena actuación sean Lucy Liu y Josh Hartnett. Ya que Willis recuerda mucho "The Jackal" y Kingsley en "Transsiberian". Por supuesto Freeman es simpre Freeman.

Con la bendición de Mario Puzo, la nueva orden de directores encabezados por Coppola, un Brando rescatado y un Pacino naciendo. Hace que esta película sea obligada en cualquier filmoteca. ¿Una crítica? "Algún día te pediré un favor, hasta ese día considera esta película un regalo del cine y para el cine".