Pues qué decir de esta serie comercial e identitaria. Tenemos personajes muy flojos, tramas absurdas, un guión politizado y un casting fruto de la propaganda política de moda. Si vamos a otras críticas de la serie que la puntúan con sobresalientes o, incluso, dieces, vemos que sus principales argumentos provienen del activismo político, y que se vendrían a resumir en: "los traidores que no profesan nuestro credo se quejan porque es LGnosequé y, en consecuencia y en venganza/defensa de un producto palomitero corporativista, le casco un sobresaliente". Ese es el nivel de la serie, que no es más que la consecuencia de la politización de la industria del entretenimiento. Pero, y ya por último, el activismo político, por mucho ruido y odio que destilen, no podrán socabar la verdad sobre la falta de calidad de esta serie, que se traslada a su baja puntuación crítica y su aún más menguada falta de espectadores.

Lo que más me duele de esta serie no guarda relación con la fidelidad hacia el legado de Tolkien, si no con la producción en sí. Excepto los efectos especiales (algo que debería ser secundario en cualquier obra), todo lo que rodea a la serie es mediocre, pero mediocre en el sentido despectivo: historia que se atropella así misma con conveniencias por doquier, personajes planos, tramas que aburren, diálogos sin sentido que intentan ser grandilocuentes, etc. Vamos, que parece ser que a golpe de talonario se ha querido comprar la excelencia, y no lo ha conseguido. Podríamos decir que es una serie mediocre y ya, y se perdería entre tantas otras que hay por el estilo, pero es que estamos hablando de la serie más ambiciosa de la historia, que ha costado una ingente cantidad de dinero. ¿Cómo se justifica este desastre?

Un grupo de adolescentes se reunen para escapar de un planeta, por lo que cogen su nave (tienen una nave propia porque sí) para robar algo de una estación de investigación enorme que convenientemente está justamente en la órbita de la estación minera en la que se encuentran (que sólo ellos han visto, casualmente). Y de ahí pues gira la trama, con sus dramas y diálogos adolescentes. Para llenar ese vacío, lo que ofrece la película es tirar de referencias de anteriores películas para vender nostalgia (refrito). Y poco más que decir, ya que el cine actual está abarrotado de estos mismos refritos. ¿Hollywood sacará alguna vez algo adulto y con originalidad? Me pregunto.