La película es un aunténtico placer para todos los públicos. Un grandísimo actor, una maravillosa mujer que hace el papel de su vida, un paisaje exótico, y una amenaza apocaliptica, la marabunta. También nos deja una reflexión, el hombre que quiere dominar la naturaleza a su antojo caracterizada por Heston y la metáfora de la destrucción de la propia naturaleza, caracterizada por la marabunta.

Y precisamente en lo extraño es donde tiene su punto más llamativo y característico. No la conocía, y he tenido la feliz oportunidad de verla precedida precisamente de los comentarios y anécdotas de su director, el señor Isasi-Isasmendi. Lo que más me impresionó fue lo grotesco de los personajes, casi se puede decir, que estaban sacados de la película de Tod Browning, "La parada de los monstruos". Claro está, a excepción de una siempre maravillosa Maribel Verdú,por cierto, ¡QUÉ 41 AÑOS MÁS RICOS TIENE AHORA!

Cuando uno ve "El guardia" sale del cine con la sonrisa en los labios, ¡qué más se puede pedir! Y es que podemos decir que se trata de una especie de comedia negra que huye de cualquier convencionalismo para intentar caer bien, salvo, precisamente, lo que es la figura de su protagonista, un ser entrañable para unos en su sery detestable para otras en su conducta.

Es una película muy entretenida, dejando bastante claro que los actores de "plastilina" están muy por encima de los actores de carne y hueso.
Lo que más destacaría es el ambiente en la que se desarrolla la acción. Una recreación del París sacado literalmente de "lrma la dulce" magnífica película del gran Billy Wilder. Uno piensa incluso que podría aparecer en algún momento de la cinta alguna marioneta de Jack Lemmon o de Shirley McClaine.

Bueno, yo no voy a redundar en lo que excepcionalmente bien explica mi amigo Normalvis Bates, lo que sí te aconsejo, ¡oh, lector de estas lineas! es que si te gusta el buen cine y que de un modo sutil te atrapen en tu sillón, veas esta película esplendida. Gracias.