Estupenda serie breve, de cuatro capítulos de gran intensidad, en la que vives la tensión y el estrés que sufren los cocineros en su trabajo como si estuvieras allí dentro con ellos.

Cuando llegas al final, por un lado te gustaría saber qué va a pasar después, pero por otro, te quedas a gusto por haber formado parte de ese momento tan intenso en sus vidas.

Recomendable ver la serie a la antigua usanza, los capítulos, de uno en uno, o como mucho, de dos en dos.

Aunque es breve, te da tiempo a conocer los personajes.

He visto solo dos capítulos y no me ha gustado. Intenta imitar a la serie británica Crimen en el paraíso y no la llega ni a la suela del zapato. Las historias son anticuadas y llenas de tópicos. Las panorámicas de Martinica no existen, directamente; al contrario que en la serie británica. Ninguno de los personajes principales resulta atractivo. Las imágenes de la isla parecen una postal publicitaria, con guapos actores, eso sí. Por cierto, es la primera vez que noto que el doblaje de las dos actrices principales es un poco confuso porque las voces veteranas y maravillosas de las actrices de doblaje son muy parecidas y no sabes cuál de los dos personajes está hablando. No obstante, la seguiré viendo, aunque sea de fondo, porque dura muy poquito y quiero darla otra oportunidad. Espero poder cambiar de opinión más adelante. Tiene dos temporadas de ocho capítulos.

Normalmente no me quejo de los títulos al español de las películas, pero en este caso sí me gustaría decir que Una herencia peliaguda a mí me sugería una comedia divertida y esta película no es eso. El título en inglés Ride the Eagle, Vuela como un águila, se acerca más al tono del film, que yo describiría como tranquilo y simpático.

Todos los actores lo hacen muy bien y Susan Sarandon y J.K. Simmons hacen exactamente lo que ellos saben hacer, lo que esperas de ellos. El protagonista es agradable y tanto los exteriores como la casa, una maravilla.

En otra crítica en este foro, alguien decía que era una película Covid, y efectivamente, así lo veo yo también, pero por otro motivo. Es una película agradable, que no chirría, que no te da más de lo que esperas y que te hace sonreír y, según como están las cosas a fecha de abril de 2023, también se necesitan películas de este tipo.

Normalmente no me gusta el cine del absurdo, pero esta comedia me ha encantado, sobre todo porque tiene un humor fino y un ritmo tranquilo, no es una comedia descabellada en absoluto.

Todas las piezas están muy bien encajadas, nada chirría. Y la música es la protagonista, como una versión moderna del cine mudo. Creo que eso es lo que más me ha gustado.

Léa Drucker me encanta desde que la vi en Oficina de infiltrados y aquí está estupenda en un registro totalmente diferente, pero igual de contenido.

Muy recomendable para pasar un rato a gusto y con una sonrisa en la cara.

Me costó entrar en la película pero me picaba la curiosidad por ver qué pasaba y al final me ha encantado.

Mientras la veía pensaba que a lo mejor si hubiera sido una película británica de la clase social alta me habría enganchado desde el principio, porque anda que no han hecho allí películas de este estilo. Lo que me echaba para atrás era ver las estupideces que hacían estos niños ricos. Quizá si hubiera sido una película británica lo habría aceptado desde el principio pero al resultar tan cercana, me daba un poco de grima, la verdad.

No obstante, seguí viéndola porque me hacía querer saber más sobre la trama. Y menos mal que la vi entera porque al final la directora resuelve muy bien el asunto.

Me han gustado sobre todo los personajes maduros. Y la comicidad de todos no resulta exagerada ni chabacana, que es uno de los problemas de las comedias españolas. Todos han estado comedidos, y se agradece.

Me ha dejado un buen sabor de boca, la verdad. Muy recomendable para pasar un rato divertido y olvidarte de los problemas.