Jamás encontré nada,(o muy poco)que obligandote a esperar una semana o más por algún retraso para ver como sigue, creara tanta adicción y ansiedad de necesitar saber más, al grito ahogado de ''¡¿y ahora?!''...Kaiji mantiene el hilo candente hasta mas alla del último momento, mas allá de la ambición de cualquiera por sobrellevar una situación asfixiante que hace que te sientas en las carnes de ese ludópata obsesivo, llegando a rozar el surrealismo(entre comillas) siempre, sin abandonar la maestría en los detalles y el ambiente de un más que infravalorado Fukumoto.
Me gustaría avisar a todo aquel que se anime a empezar esta obra de arte, de que planifique unos días libres, libres de cualquier deber o plan, para que pueda darle al cuerpo, la dosis de Kaiji suficientes para no explotar de curiosidad, porque le sera imposible dejar de querer ver...más.

Poco mas se puede decir después de que ''Jackie'' te atrape con su mirada temperamental y esos aires de capo, que le suman morbo a una atmosfera que huele a café sólo y cigarro. Tarantino hace de las conversaciones aparentemente sencillas, un juego mas negro que el ''esto y aquello'' que traman, que no me dejo despegarme de la pantalla ni a beber agua, todo haciendo eco para hacer que habiendola disfrutado hace solo unos dias, ya de la impresion de estar hablando de un clasico. ¡¡¡CHAPÓ!!!.

P.D.: Sombrero fuera!