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Críticas ordenadas por utilidad
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7.8
41,978
5
3 de septiembre de 2010
3 de septiembre de 2010
7 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hay personas que valoran por encima del resto aspectos muy diversos en el cine. Algunos se centran en una historia, otros en el preciosismo visual, así como un largo etc.
Yo, como amante incondicional de la música que me considero, valoro una buena banda sonora; y no solo la que un film nos muestre sino también el modo de utilizarla. Hay algunas obras donde el silencio es la mejor melodía; películas donde la música, sencillamente, sobra, y donde es mejor dejarla de lado. Pero si uno va a usarla, tiene que hacerlo bien.
Digamos que en este caso se ha quedado a medias. Porque aunque el tema musical principal es totalmente acorde con las escenas, aunque no podría pegar mejor con esos sutiles lamentos nocturnos en noches lluviosas abrumadoras pero susurradas, creo que su repetición es un desatino. Sí, algunos podrán defender que es repetitiva e insistente tal como lo es el amor, que siempre vuelve una y otra vez si es auténtico. Podrán incluso asegurar que es su representación perfecta. Pero no, señores, no levantemos castillos donde solo vemos una piedra. Personalmente, creo que el amor también tiene sus matices, que no siempre viene a nuestros pensamientos con la misma sinfonía emocional sin un solo cambio en las notas de la partitura, que siempre emite leves destellos que iluminan rincones antes oscuros y que sepultan con sombras lo que antaño estuvo iluminado. Incluso en una única historia, incluso en una sola hora, los matices se extienden hasta lo indecible. Por tanto, la repetición en éste caso no es un acierto, sino un error que se ha querido disfrazar de destreza selectiva.
Pasando a otros aspectos, tengo que decir que, visualmente, Deseando amar es una maravilla. No solo por la riqueza visual sino por lo que transmite; la derrota constante rodeada de gotas de lluvia, el encierro permanente en escenarios interiores tan llenos de color (y a la vez tan exentos de eso mismo) como los vestidos que marcan el paso del tiempo tan bien como el insistente reloj de aguja que se nos muestra innumerables veces, con gran acierto.
Empero, ahora viene la parte auténticamente negativa:
Creo que "Deseando amar" es una de esas producciones donde la gente ha visto más de lo que hay. Como ocurre a menudo....
Sigo en spoiler.
Yo, como amante incondicional de la música que me considero, valoro una buena banda sonora; y no solo la que un film nos muestre sino también el modo de utilizarla. Hay algunas obras donde el silencio es la mejor melodía; películas donde la música, sencillamente, sobra, y donde es mejor dejarla de lado. Pero si uno va a usarla, tiene que hacerlo bien.
Digamos que en este caso se ha quedado a medias. Porque aunque el tema musical principal es totalmente acorde con las escenas, aunque no podría pegar mejor con esos sutiles lamentos nocturnos en noches lluviosas abrumadoras pero susurradas, creo que su repetición es un desatino. Sí, algunos podrán defender que es repetitiva e insistente tal como lo es el amor, que siempre vuelve una y otra vez si es auténtico. Podrán incluso asegurar que es su representación perfecta. Pero no, señores, no levantemos castillos donde solo vemos una piedra. Personalmente, creo que el amor también tiene sus matices, que no siempre viene a nuestros pensamientos con la misma sinfonía emocional sin un solo cambio en las notas de la partitura, que siempre emite leves destellos que iluminan rincones antes oscuros y que sepultan con sombras lo que antaño estuvo iluminado. Incluso en una única historia, incluso en una sola hora, los matices se extienden hasta lo indecible. Por tanto, la repetición en éste caso no es un acierto, sino un error que se ha querido disfrazar de destreza selectiva.
Pasando a otros aspectos, tengo que decir que, visualmente, Deseando amar es una maravilla. No solo por la riqueza visual sino por lo que transmite; la derrota constante rodeada de gotas de lluvia, el encierro permanente en escenarios interiores tan llenos de color (y a la vez tan exentos de eso mismo) como los vestidos que marcan el paso del tiempo tan bien como el insistente reloj de aguja que se nos muestra innumerables veces, con gran acierto.
Empero, ahora viene la parte auténticamente negativa:
Creo que "Deseando amar" es una de esas producciones donde la gente ha visto más de lo que hay. Como ocurre a menudo....
Sigo en spoiler.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Estamos tan acostumbrados a historias superficiales que ante un amago de profundidad nos sentimos conmovidos; pues no, no creo que eso funcione así. Todo está muy bien enfocado, pero este amor, que podría haber dado a la película y a sus espectadores unos frutos inolvidables, no hace sombra a la intensidad de muchos otros que hayamos presenciado en otras películas, por no hablar de muchísimos libros, pero en eso no voy a entrar, porque no es el tema aquí. Y conste que entraría.
No es lo suficientemente intensa. Y no digo que lo hubiera sido de haber existido sexo o pasión salvaje y desatada a cada instante, ¡al contrario! Pero dejando de lado las añagazas de las que Wong Kar-Wai se vale para que el amor que aquí se retrata parezca más inmenso de lo que es, centrémonos en la triste realidad: No creo que sea un amor propio de alguien que lo sienta hasta en lo más recóndito de su ser. Francamente, no lo creo. Y teniendo en cuenta eso, todo se desmorona.
Es una historia donde constantemente aparece una opresión insalvable, pero no un amor tan grande como la situación indigna que lo rodea. Y mira que me gustan las obras que desmigajan al detalle las partes oscuras del alma, como la frustración o la desolación... pero nada de ésto se integra bien en el producto final. Eso hace bajar muchos puntos.
En resumen: 5 - Pasable.
De haber sido de otro modo... creo que hubiera llegado al 9 - Muy buena. Pero no ha sido de ese modo.
No es lo suficientemente intensa. Y no digo que lo hubiera sido de haber existido sexo o pasión salvaje y desatada a cada instante, ¡al contrario! Pero dejando de lado las añagazas de las que Wong Kar-Wai se vale para que el amor que aquí se retrata parezca más inmenso de lo que es, centrémonos en la triste realidad: No creo que sea un amor propio de alguien que lo sienta hasta en lo más recóndito de su ser. Francamente, no lo creo. Y teniendo en cuenta eso, todo se desmorona.
Es una historia donde constantemente aparece una opresión insalvable, pero no un amor tan grande como la situación indigna que lo rodea. Y mira que me gustan las obras que desmigajan al detalle las partes oscuras del alma, como la frustración o la desolación... pero nada de ésto se integra bien en el producto final. Eso hace bajar muchos puntos.
En resumen: 5 - Pasable.
De haber sido de otro modo... creo que hubiera llegado al 9 - Muy buena. Pero no ha sido de ese modo.

7.1
103,466
8
28 de agosto de 2010
28 de agosto de 2010
6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hay varios momentos de la película que pueden ser definidos de esta manera: Sutileza. Delicada y, no obstante, abrumadora. Por eso, tampoco diré que Lost in Translation es una obra maestra, aunque realmente lo sea: No caben las opiniones vehementes cuando decirlas no encaja con la película. Pienso que, puntuarla como se merece, le hace más justicia que unas palabras desmedidas que todo el mundo se ha hartado de decir respecto a alguna producción cinematográfica u obra de arte en general.
Cuando he hablado de sutileza, me refería a los momentos de "disimulada" soledad, inspirados por los planos de la enorme urbe a través de una ventana, o del cristal de un coche.
Y, especialmente, ese instante en el que suena "Alone in kyoto" en esa tremenda banda sonora: Para mí eso es auténtico cine. Algo que te llama la atención utilizando bien (pero sin abusar) los elementos que puede tener a su alcance, o te llega y te conmueve en todos los sentidos. Lo demás es solamente una manera de matar el tiempo mirando una pantalla.
Realmente, te hace sentir ese toque melancólico, pero la película va más allá: Cuando acaba, consigue que eches de menos a los personajes y hasta a la propia ciudad, como si tú hubieras estado realmente ahí.
Esto es, a ratos, una lección de cómo integrar los planos y la música adecuados en el momento apropiado.
Cuando he hablado de sutileza, me refería a los momentos de "disimulada" soledad, inspirados por los planos de la enorme urbe a través de una ventana, o del cristal de un coche.
Y, especialmente, ese instante en el que suena "Alone in kyoto" en esa tremenda banda sonora: Para mí eso es auténtico cine. Algo que te llama la atención utilizando bien (pero sin abusar) los elementos que puede tener a su alcance, o te llega y te conmueve en todos los sentidos. Lo demás es solamente una manera de matar el tiempo mirando una pantalla.
Realmente, te hace sentir ese toque melancólico, pero la película va más allá: Cuando acaba, consigue que eches de menos a los personajes y hasta a la propia ciudad, como si tú hubieras estado realmente ahí.
Esto es, a ratos, una lección de cómo integrar los planos y la música adecuados en el momento apropiado.

6.1
6,069
8
1 de septiembre de 2010
1 de septiembre de 2010
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
La verdad, me sienta muy mal cuando la gente hace malas críticas de esta película. Simplemente, porque la están valorando como algo que no es.
No pretende ser un espectáculo de comedia "seria" ni nada que se le parezca. La vulgaridad que nos muestra no es de esas que se pueden ver en muchas otras que se quedan ahí porque simplemente no llegan a más. En muchas series actuales de animación, y eso que no soy fan, simplemente está ahí sin tener sentido. En Beavis y Butt-head, esa vulgaridad es una condición, no serían ellos sin tenerla, no podrían hacer gala de su particular humor. Ésto no es algo tipo "Padre de Familia" o "Los Simpson", ni nada de eso; de hecho, a mi ver, no pretenden nada en absoluto. Se carcajean de sí mismos, de ellos y de todo lo que les rodea, y lo hacen de un modo ordinario; hasta ahí de acuerdo. Pero ellos saben hacerlo... no todos pueden decir lo mismo.
Todos estamos de acuerdo en que antes de ponerse a ver algo tipo South Park, mejor haría uno leyendo, o viendo buen cine, o enriqueciendo su tiempo. Pero a veces (muy pocas veces...) te apetece ver humor simple. Ahí es cuando debes optar por ella.
Otras ocasiones, te apetecerá drama, o humor refinado, o directo, o retorcido, o de cualquier tipo, da igual. Otras querrás ver a Kurosawa. O a Tarkovsky (disculpadme, ésto no tenía nada que ver). Y luego están las veces en que simplemente te dejas llevar por la opción de ver obscenidades (geniales) como ésta.
Tú puedes salir con tus colegas, a los cuales has escogido por sus refinados modales y su profunda conversación: me parece muy bien si es así. Pero hay momentos en los que también querrás, por un momento, un solo momento, a esos indeseables que sueltan bromas absurdas, a esos palurdos que sin embargo son burdamente maravillosos. Señores... que nadie confunda el humor soso, vulgar a falta de otra cosa, como fácil recurso, con el humor vulgar bien hecho.
Sus risas, sus expresiones, sus gilipolleces: todo se te queda en la cabeza, y no te lo puedes quitar. Oyes a alguien por la calle reirse con un sonido atípico e inmediatamente piensas en Beavis, en el "colgao" de Beavis.
La película es decadente. Los protagonistas son decadentes. Todo es decadente. Pero en vez de ponerte fuera de sí, iracundo, con ganas de estamparle una silla en la cabeza al tipo que diseñase ésto, con deseos de renegar de la sociedad actual y sus groseros entretenimientos para simios simplones y descerebrados... en vez de eso, va Butt-head y te saca una sonrisilla.
Y creo que eso ya les hace merecedores de, como dirían ellos, evaluar seriamente la película diciendo: Mola... o algo.
No pretende ser un espectáculo de comedia "seria" ni nada que se le parezca. La vulgaridad que nos muestra no es de esas que se pueden ver en muchas otras que se quedan ahí porque simplemente no llegan a más. En muchas series actuales de animación, y eso que no soy fan, simplemente está ahí sin tener sentido. En Beavis y Butt-head, esa vulgaridad es una condición, no serían ellos sin tenerla, no podrían hacer gala de su particular humor. Ésto no es algo tipo "Padre de Familia" o "Los Simpson", ni nada de eso; de hecho, a mi ver, no pretenden nada en absoluto. Se carcajean de sí mismos, de ellos y de todo lo que les rodea, y lo hacen de un modo ordinario; hasta ahí de acuerdo. Pero ellos saben hacerlo... no todos pueden decir lo mismo.
Todos estamos de acuerdo en que antes de ponerse a ver algo tipo South Park, mejor haría uno leyendo, o viendo buen cine, o enriqueciendo su tiempo. Pero a veces (muy pocas veces...) te apetece ver humor simple. Ahí es cuando debes optar por ella.
Otras ocasiones, te apetecerá drama, o humor refinado, o directo, o retorcido, o de cualquier tipo, da igual. Otras querrás ver a Kurosawa. O a Tarkovsky (disculpadme, ésto no tenía nada que ver). Y luego están las veces en que simplemente te dejas llevar por la opción de ver obscenidades (geniales) como ésta.
Tú puedes salir con tus colegas, a los cuales has escogido por sus refinados modales y su profunda conversación: me parece muy bien si es así. Pero hay momentos en los que también querrás, por un momento, un solo momento, a esos indeseables que sueltan bromas absurdas, a esos palurdos que sin embargo son burdamente maravillosos. Señores... que nadie confunda el humor soso, vulgar a falta de otra cosa, como fácil recurso, con el humor vulgar bien hecho.
Sus risas, sus expresiones, sus gilipolleces: todo se te queda en la cabeza, y no te lo puedes quitar. Oyes a alguien por la calle reirse con un sonido atípico e inmediatamente piensas en Beavis, en el "colgao" de Beavis.
La película es decadente. Los protagonistas son decadentes. Todo es decadente. Pero en vez de ponerte fuera de sí, iracundo, con ganas de estamparle una silla en la cabeza al tipo que diseñase ésto, con deseos de renegar de la sociedad actual y sus groseros entretenimientos para simios simplones y descerebrados... en vez de eso, va Butt-head y te saca una sonrisilla.
Y creo que eso ya les hace merecedores de, como dirían ellos, evaluar seriamente la película diciendo: Mola... o algo.

5.3
7,466
7
19 de septiembre de 2010
19 de septiembre de 2010
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sí. Hay dos finales en esta película: uno que te hace querer tirarla a la basura, y otro que te hace querer cogerla de nuevo del cubeto para enmarcarla posteriormente. Pero me explicaré después.
Vayamos paso por paso. En primer lugar, la actuación de Peter Mullan es notable como ya ha quedado patente en cualquier crítica. El argumento intenta seguir esa delgada línea engañosa que puede verse también en "El Maquinista", aunque en aquella última, muchísimo mejor enlazada y aprovechada. Por otro lado, el escenario es de lo mejor que te puedas echar encima. Pues bien, la cosa es la siguiente:
Cuando vi el final aparente, es decir, la última parte de la película en que toda la trama empezaba a quedar al descubierto, pensé: ¿Qué timo es este? ¿cómo se ha podido cometer el SACRILEGIO de desaprovechar un escenario tan impresionante en algo así? Cuando habría dado lo que fuera solo por poder pisar durante unos minutos un edificio como ese.
Sí, eso es lo que pensé. Pensé que ya estaba harto de que ninguna producción cinematográfica me diera miedo, cuando soy una persona muy miedosa de por sí. Justo antes de terminar la película, ya me estaba queriendo convencer de que que no iba a volver a ver nada que catalogasen bajo el género "terror" con la esperanza de que generase precisamente esa sensación, porque estaba cansado de encontrarme una y otra vez con los clásicos clichés que han sido demasiado explotados y que también figuran en Session 9. Porque lo hacen.
Pero entonces llegó el final de verdad, el final que emerge en cuanto acaba el aparente, y el que creo que es el gran punto a favor en todo ésto:
Vayamos paso por paso. En primer lugar, la actuación de Peter Mullan es notable como ya ha quedado patente en cualquier crítica. El argumento intenta seguir esa delgada línea engañosa que puede verse también en "El Maquinista", aunque en aquella última, muchísimo mejor enlazada y aprovechada. Por otro lado, el escenario es de lo mejor que te puedas echar encima. Pues bien, la cosa es la siguiente:
Cuando vi el final aparente, es decir, la última parte de la película en que toda la trama empezaba a quedar al descubierto, pensé: ¿Qué timo es este? ¿cómo se ha podido cometer el SACRILEGIO de desaprovechar un escenario tan impresionante en algo así? Cuando habría dado lo que fuera solo por poder pisar durante unos minutos un edificio como ese.
Sí, eso es lo que pensé. Pensé que ya estaba harto de que ninguna producción cinematográfica me diera miedo, cuando soy una persona muy miedosa de por sí. Justo antes de terminar la película, ya me estaba queriendo convencer de que que no iba a volver a ver nada que catalogasen bajo el género "terror" con la esperanza de que generase precisamente esa sensación, porque estaba cansado de encontrarme una y otra vez con los clásicos clichés que han sido demasiado explotados y que también figuran en Session 9. Porque lo hacen.
Pero entonces llegó el final de verdad, el final que emerge en cuanto acaba el aparente, y el que creo que es el gran punto a favor en todo ésto:
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Ese final verdadero, es simplemente una frase. La frase que dice Simon justo antes de los créditos. Una frase que rescata todos los errores que podamos ver durante hora y media para convertirlos en virtudes. Una frase que dejará tu mente trabajando durante mucho tiempo buscando entre todo un abanico de posibilidades.
¿Quieres un bicho malo paranormal? Lo tienes, si así lo ves tú.
¿Quieres algo más realista, basado simplemente en un trastorno psicológico? Entonces eso es lo que tendrás.
En definitiva, cada uno tendrá lo que quiera tener... porque aquí no se gritan las cosas a pleno pulmón, no se muestra al monstruo en el armario ni al de debajo de la cama, y en parte eso es en el fondo lo mejor que puede pasar: Insinuárselo al que realmente quiera verlo.
¿Quieres un bicho malo paranormal? Lo tienes, si así lo ves tú.
¿Quieres algo más realista, basado simplemente en un trastorno psicológico? Entonces eso es lo que tendrás.
En definitiva, cada uno tendrá lo que quiera tener... porque aquí no se gritan las cosas a pleno pulmón, no se muestra al monstruo en el armario ni al de debajo de la cama, y en parte eso es en el fondo lo mejor que puede pasar: Insinuárselo al que realmente quiera verlo.

6.6
24,293
7
28 de agosto de 2010
28 de agosto de 2010
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Bajo mi punto de vista, algunas películas pueden llamarse "Metafóricas".
Idioterne es un claro ejemplo. La parte final (sin spoiler) puede ser considerada una muestra de cómo la gente no es auténtica en muchas de sus facetas, o en otras palabras: a que nadie, nadie absolutamente, da nada por nada.
Nada por un ideal, por un modo de vida, o por cualquier otra cosa que se te ocurra.
Nada.
Y los que lo hacen, sufren las desagradables consecuencias del resto de la gente, gente que tampoco harían nada por ninguna cosa, y que reaccionan negativamente ante los que se salen de su modo de vida. Porque la inmensa mayoría de las personas no sacrificarían su existencia vacía a cambio de la consecución de algo, ya sea una cosa realmente importante, o simplemente hacer el idiota.
Idioterne es un claro ejemplo. La parte final (sin spoiler) puede ser considerada una muestra de cómo la gente no es auténtica en muchas de sus facetas, o en otras palabras: a que nadie, nadie absolutamente, da nada por nada.
Nada por un ideal, por un modo de vida, o por cualquier otra cosa que se te ocurra.
Nada.
Y los que lo hacen, sufren las desagradables consecuencias del resto de la gente, gente que tampoco harían nada por ninguna cosa, y que reaccionan negativamente ante los que se salen de su modo de vida. Porque la inmensa mayoría de las personas no sacrificarían su existencia vacía a cambio de la consecución de algo, ya sea una cosa realmente importante, o simplemente hacer el idiota.
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