La película en su totalidad, plasma un evento duro y agobiante sucedido en una de las épocas más oscuras para la humanidad, como lo fue la segunda guerra mundial.
El escenario que se presenta, cerrado, peligroso y sin escapatoria aparente, sumergen al espectador en un clima tenso, acompañado de un peligroso enemigo camuflado en el atlántico.

Si bien la cinta no presenta demasiada complejidad, es la prueba de que no siempre se debe recurrir a sub-tramas elaboradas para llevar adelante un buen desarrollo, sin aspirar a más.

No deja de ser una buena experiencia acompañada de una buena actuación principal, que se disfruta como si de una representación documental se tratase.

El film nos adentra de lleno en el mundo de las carreras de los 60s, desde una de las grandes rivalidades en lo que al tema respecta: Ford vs. Ferrari.

Uno puede notar cuando una película hace un buen trabajo porque: atrae la atención de la crítica, y al público masivo, le fascina.
En la cinta se nos cuenta una historia narrada de forma emocionante, con escenas representativas, buen manejo del sonido y sobre todo buenas actuaciones. Se logra envolver al espectador en un clima tal que aunque para nada este familiarizado con el mundo de las carreras, puede llegar a disfrutar perfectamente.

No tiene ningún desperdicio, y puede ser vista por todo amante del cine, o todo espectador ocasional, que quiera conocer una gran historia, y verla bien representada.

La película si da miedo, mucho miedo... pero por lo mala que es. Este es un clarísimo ejemplo de cuando el folclore tradicional de algún país es tomado por estadounidenses que les da igual, para hacer un producto mediocre que venda unas entradas.

Honestamente, nada salva a la película y eso que soy de los que defiende la saga del conjuro, como un estilo de hacer terror (quizá no tan original). Pero esto es pisotear toda una leyenda que en manos mexicanas, de seguro hubiera valido más la pena.

Gracias a esta aberración, la llorona no trascenderá pero ahora si tiene razones para llorar en serio.

Si bien se entiende una clara crítica a una sociedad en decadencia donde reina la opresión, la violencia y los abusos, esta cinta expone al máximo estos factores de forma innecesariamente grotesca y repulsiva.

Se hace lenta y en ocasiones se vuelve confusa. No representa una obra que de gusto ver, ya que está compuesta por imágenes exageradas, envueltas en una historia que revuelve el estómago.

En general no recomiendo verla, ya que se trata de una cinta absurdamente emblemática, que está lejos de merecer el prestigio que le han otorgado. No obstante, no deja de tratarse de una expresión en forma de imágenes por lo que censurarla, sería aún peor y es al fin y al cabo, un mensaje que a pesar de sus formas, considero que logra su cometido, llegando a quienes lo presencian.

Para finalizar, creo que a lo largo del tiempo han inflado tanto a esta cinta que uno se esperaría encontrarse con El Santo Grial del séptimo arte, pero lamentablemente, solo nos encontramos con las cenizas de un sarcófago teñido de dorado.

Sin duda una de las mejores cintas de terror del año (aunque ya se hayan olvidado un poco de ella).

En la hierba alta es capaz de meternos en un abismo de desesperación al no saber lo que sucederá en ningún momento. El guión trabaja de forma inteligente usando recursos para dar esta sensación (algunos muy propios del maestro Stephen King), como utilizar lugares en sí como enemigos; podrá pasar lo que sea, los protagonistas sobrevivirán o no, pero lo importante es que la hierba alta sigue ahí y jamás desaparecerá ya que el hombre no puede hacer nada para evitarlo.

Los giros y los cambios de tono, constituyen una prueba de como llevar aún más al límite una situación que comienza siendo pequeña, y termina sin terminar realmente.

Un buen viaje por el género repleto de buenos momentos, buenas actuaciones pero sobre todo, de mucha tensión, ansiedad y angustia.