El cine de las Wachowski se mueve entre el culto y el ninguneo, estoy casi seguro de que esta película pasara sin pena ni gloria por las salas de cine. Estoy seguro además de esto que, no solo pasará sin pena ni gloria sino también que dividirá a los fans de la franquicia de Matrix entre aquellos que piensan o gustan de esta saga solo por sus vistosas escenas de acción y aquellos que veían en esta una sugerente propuesta que te invitaba a pensar más allá de lo visto en la puesta en escena.

La película constantemente es consciente de esto y con imágenes superpuestas de las primeras peliculas a cada rato hace burla del patetismo que significa esperar ver una secuela de Matrix que deje contento a todo el mundo cuando la original también dividió a la crítica entre aquella que la calificaba de pretenciosa y aquella que la veía como un hito.

Creo que la mejor definición de esto es la escena donde aparece un demacrado y loco Merovingio gritando mientras todos pelean haciendo que la escena sea aún más absurda, es un llamado de atención a viejos y nuevos. Esta entrega por momentos parece más una pelicula de terror que una de acción por su puesta en escena y logro comprender el porqué de esto.

La película no tiene reparo en decírnoslo al usar un terapeuta y que sea este quien nos diga la verdad de esta película, vivimos añorando lo que fue y deseando aquello que está cerca de nosotros, deseamos ver películas que nos ayuden a desconectar un poco de la realidad que nosotros mismos hemos construido y que no nos agrada porque no es igual a lo que imaginábamos. La razón por la cual han sido revividos Neo y Trinity se ve expreso en esto y también como cuando intentan huir de la Matrix, las personas se convierten en bombas humanas cayendo por las ventanas de los rascacielos es el mejor ejemplo de como estamos dispuestos a poner el propio cuerpo con tal de que la ilusión se mantenga.

Lana Wachowski nos da una película cargada de ideas cuyo único mal es existir junto a un taquillazo que corre a convertirse en uno de los mejores y más rentables estrenos del cine y esto parece incluso una ironía ante el mensaje que nos quiere dar Matrix 4, que no es otro que la entrega original era algo más que “tiempo bala” y escenas vistosas de personas peleando en trajes de neopreno, véase la escena donde el grupo de creativos hablan sobre como debe ser la próxima entrega del videojuego que lleva por nombre Matrix 4 irónicamente.

Lana Wachowski no tiene necesidad de dedicar minutos o metáforas a quienes han hecho un uso indebido de la creación que hizo junto a su hermana en el 99, ya lo hace la película por completo a todos y todas por igual.

Su único problema quizá sea la necesidad de estarlo recalcando constantemente como si lo necesitáramos, pero quizá esto también sea una virtud al fin y al cavo ya que hoy día parece que necesitamos que todo nos lo den digerido y sin matices. La escena post créditos es un chiste burlista hacia aquellos que están dispuestos a esperar largo rato por ver un avance de lo que vendrá y Matrix 4 lo hace con el chiste de la gatrix que a mas de uno dejara enojado.

No hay nada que pueda decir al respecto, es una comedia de situación con tramas auto conclusas en cada episodio. La serie requiere un final de temporada y no pudieron elegir uno mejor.

She Hulk llegando a las oficinas de Marvel y confrontando al mismo Kevin Feige cuyo cameo no podía ser mejor, representado mediante una IA que toma todas las decisiones basado en un algoritmo de entretenimiento diciéndonos a la cara que solo nos gusta ver siempre las mismas historias una y otra vez es de lo mejor de toda la temporada.

Mientras se rumoreaba una y otra vez un cierre completo de cameos y batallas de super humanos, la serie es consciente de esto y hace algo genial, burlarse de esta expectativa y dándole el cierre que se esperaba que no sea otro que seguir a She Hulk y su confrontación con la invasión de su privacidad. Es una serie cómica de abogados, debía terminar de ese modo.