Nos encontramos ante un hermoso y tierno corto inferior a 15 minutos muy fácil de ver, el cual y como es mi caso, evocará recuerdos del pasado, ya que proviene de la exitosa película My Neighbor Totoro, realizada en el año 1988 y cuyo estudio (Ghibli) tiene como logotipo el mismísimo Totoro.
Y digo evocará, pero solo en el caso de que previamente se haya visto la película antes mencionada; porque si no es el caso, no se entenderá, ni se podrá valorar este corto lo más mínimo, porque sí, se podrá pensar ¡que gatito más mono!, pero como pasa con todas las películas de Hayao Miyazaki, este corto tiene un punto que transmite un punto de nerviosismo que se podría encontrar en los ojos grandes y achinados de los gatos y sus sonrisas excesivas aunadas con una hermosa banda sonora.

Igualmente, decir que hay que entender la filosofía de claro-oscuro del autor, la cual dista de las películas occidentales a las que estamos acostumbrados, más adultas que Disney, aunque con un mayor abanico de edad, que va desde Ponyo hasta La Princesa Mononoke.

Es una película pasable para una tarde acompañado de palomitas y patatas fritas, con el "plus para las chicas" de que aparece Hugh Jackman, pero en un papel en el que no consigue convencer, con una Evangeline Lilly que te deja un regusto soso y demasiado moñas para ser una película de "lucha".