Sin duda alguna podemos todos afirmar que Arturo Pérez Reverte es uno de los escritores de más renombre (y con razón) en nuestro país y, en consecuencia, todas sus obras son dignas de gran alabanza. Como fiel seguidora de su trabajo me sentí entusiasmada cuando hace unos meses supe que estaban rodando en España las aventuras del capitán Alatriste. Mi entusiasmo era tal que fui el mismo día del estreno (1 de septiembre) a verla.

Pueden ustedes imaginar cual fue mi decepción cuando me dí cuenta que no sólo estaban narrando las aventuras del primer libro de la serie del capitán, sino que habían abarcado toda la colección que, por si alguien no lo sabe, consta de 7 libros, de los cuales hay sólo 5 publicados. Si en condiciones normales la adaptación de un libro al cine es un trabajo arduo, podemos afirmar, aunque no hayan visto la película, que en este caso es claramente imposible. Así, encontramos diálogos superficiales, personajes que resultan difíciles de encuadrar en la trama (entran y salen de escena sin una aclaración previa, sin un preámbulo), enfrentamientos que entretienen pero no llevan a ningún puerto, un final que ha tenido que ''inventarse'' al no estar publicado...

Sinceramente me resulta bastante increíble que el escritor haya revisado los detalles del guión, porque este carece de su estilo propio. Siento decirlo, pero es una película superficial y que, en una hora, desencanta al espectador más exigente. Quizás sea ese el problema: había puesto demasiadas esperanzas en este largometraje, y no hay que olvidar que es cine español que, por desgracia, sigue estando bastante lejos de las grandes producciones americanas.