Creo que, aún sin entenderla, cualquier visor de esta película podrá afirmar sin miedo que es preciosa, visual, musical, y argumentalmente. Pretenciosa, he leído, tal vez; pero toda innovación estética tiene que tener un inicio pretencioso, ¿no? Confusa, caótica, probablemente; pero sólo lleva hasta el extremo lo que en el fondo es la máxima en toda creación artística: mostrar algo de manera que merezca la pena pararse a pensar en ello, convertir lo irrelevante en interesante.
Fotografía, elenco y banda sonora destacables.
Ante todo querría insistir ante sus posibles múltiples interpretaciones: aunque la idea del film tiene un núcleo narrativo una, "interpretación correcta", no considero primordial para el espectador llegar a ella, si no todo el proceso reflexivo que conlleva seguir el hilo argumental de la película y las diferentes preguntas que nos plantea.

Aunque argumentalmente la película deja bastante que desear, Medem lo suple con un estilo narrativo original y extraordinariamente bello que hacen que el filme te deje con un buen sabor de boca. Todo lo concerniente a la dirección, desde mi punto de vista, es absolutamente impecable, los planos, la alternancia de puntos de vista, el aire de belleza, de cuento de navidad, que tiene toda la historia, y hace que perdonemos esos, quizá, excesos narrativos a los que nos somete el guión.
Música impecable y buen elenco, siendo tal vez la interpretación de Otto adulto un tanto insulsa.

Sinceramente, no sé qué otra cosa esperábais, creo que cuando comprasteis entradas para esta película era ya sabiendo que era una bazofia para quinceañeras. Y teniendo en cuenta que era dirigido para X público, la película era la hostia. Otra cosa es que otro público decida ir a verla, con esperanzas de...¿qué? A favor de ella hay que decir que sí, es mala, pero no pretendía engañar a nadie.