No soy experto en cine, pero sin serlo soy consciente de que esta no es la mejor película a nivel técnico, no será la más original, no tendrá los mejores planos, o no será la más innovadora.

Eso está claro.

Pero el cine es un arte, (o eso dicen), y el arte va muy ligado al sentimiento, en lo que provoca en lo más hondo de una persona. Y en este aspecto, en hacer sentir, en emocionar, esta película va sobrada (o por lo menos eso me provoca a mí).

Decir que la he visto unas 3 veces, y en todas me ha emocionado.

No solo me parece entrañable, sino que además cada vez que la veo me hace reflexionar, me hace preguntarme que tipo de vida quiero llevar, si le estoy dando demasiada importancia a cosas que no la tienen, si por perseguir cosas materiales y dejándome engañar por el mundo moderno me estoy perdiendo una vida de felicidad y satisfacción real.

Además, hay que decir que en este tiempo individualista hay que valorar y mucho el mensaje de la película, y mientras hoy en día se prefiere tener un gato a un hijo, esta película nos muestra, claramente, que como la familia no hay nada.

Muy recomendada, sobre todo para los que somos un poco llorones y románticos.

Oscura, sobria, elegante, planos y escenas que nada envidian a la gran pantalla. La tensión corta, los dramas interpersonales atrapan y la sinceridad sobre la miseria de la sociedad americana me convence mucho.

Dos actuaciones de libro, el binomio funciona muy bien, pero de forma individual (especialmente McConaughey) también convencen.

Ambientación magnética, algunas escenas y lugares son realmente tétricos.

Los personajes secundarios no sobresalen especialmente pero tampoco desentonan, imagino que con dos gigantes a su lado se hace difícil brillar con intensidad.

Greenbook, lo que haces lo haces muy bien y eso es de agradecer.

No innovas, no creas personajes icónicos, no tienes planos que se hayan grabado en mi cabeza… PERO, has conseguido que esté gran parte de la película con una sonrisa, has conseguido que al llegar los créditos piense: “No le sobra nada”. (Es más, creo que es de las pocas películas que me han dado ganas de volver a ver nada más terminarla).

La fórmula que sigues es sencilla, la trama tiene sus similitudes con otras, pero desde luego que en el conjunto, en la suma de tus partes, tú tienes una armonía que destaca por encima de la media.

Enorme Mortensen.

El cine de animación tiene una gran facilidad para conectar con nuestra parte sensitiva, a llevarnos a nuestra infancia, a hacernos sentir cosas que a veces con el tumulto diario se olvidan.

Esta película explota francamente lo anterior mencionado.

Personajes carismáticos, una gran animación y una bella historia, pero para entrar en más detalles y para no arruinar la película a nadie sigo en spoilers.

Stallone consiguió trascender el cine con esta obra, creó un icono, un espejo muy real en el que mirarse, un héroe de carne y hueso que ha motivado a millares de deportistas y personas en general.

Uno no puede empatizar con Superman, con Spiderman o por lo menos hasta cierto punto, ya que uno no suele tener superpoderes. También suele pasar que cuando uno tiene problemas no entra Batman por la ventana a salvarte.

Y en todo esto, llega Rocky, un boxeador con potencial y ya está, que se ha quedado a medio camino profesionalmente, que vive en un piso de mala muerte y además solo, sin apenas amigos ni familia.

Rocky se aleja mucho de la perfección, esto se ve también en su estilo tosco y poco técnico de boxeo, pero eso sí, a Rocky le sobra corazón.

Rocky nos muestra que a veces llegan oportunidades, que hay que trabajar y esforzarse, la importancia de apoyarse en otros, la importancia de lo espiritual (el primer plano de la película es una cruz), pero también nos muestra que todo no puede salir bien siempre, y que ahí hay que aguantar también.

El binomio Rocky-Adrian es genial, y como nos hace ver la película varias veces Rocky sin Adrián no hubiese sido Rocky. Nos puede servir hasta como guía para elegir mujer y que atributos buscar.

Rocky es potente, motiva, y además lo logra sin ser una taza de Mr.Wonderful, ya que el mensaje de la película siempre va rodeado de la adversidad.

Antes de terminar, no puedo irme sin mencionar la epicidad de las escenas de entrenamiento, y de las propias peleas, que pese a notarse lo ficticio de estas crean una gran tensión.

Rocky, un héroe de carne y hueso (siempre bien acompañado de una banda sonora genial).