Cuando criticamos otras formas de vivir que terminan alejándose de nuestra vida cotidiana o no las entendemos o pensamos que son inverosímiles. Que en mi vida se pueda dar un embarazo inesperado, que tenga un amante, que intime con otra generación de manera casual en una habitación de hospital, que tenga siempre presente en mi cabeza el recuerdo de mi abuela, la cual me ha criado, con la sensación de deverla algo en este caso enterrar a su marido fusilado y que no tenga claro lo que siento hacia los que me rodean amante, amiga, hija conocidas, no me parece que sea inverosímil. A uno en ocasiones le ocurren cosas inesperadas, nuevas que no sabe como afrontarlas y la duda e incapacidad de tomar decisiones inundan el pensamiento. Todo ello se puede dar a la vez y las casualidades a veces sorprenden. Que Almodobar nos brinde pinceladas de un mundo aparentemente inusual de acontecimientos me hacen reflexionar sobre muchos temas importantes de la vida, el amor, el deseo, la amistad, la duda, la justicia, el dolor, la desgracia, la confusión, el miedo,el acoso, lo cotidiano, lo inesperado... y es que todo ello se puede dar en nosotros en distintas intensidades y momentos. Y eso no lo elegimos, se nos presenta. No le puedo achacar que tenga una dimensión desmesurada de la realidad cuando yo a veces he sentido muchas de estas cosas a la vez..... Lo que descoloca es que no se recrea en las soluciones, aparecen sin más, sino en los sentimientos de eas realidades. Que es lo más profundo, el sentir.... Son personajes sin miedo a vivir, valientes y por eso les ocurren tantas cosas....... Me han
encantado entre otras, la escena del primer beso entre Penelope y Smit de como de un beso inesperado empieza a nacer el deseo con tan solo un titubeo entre labios. También la impactante fotografía de la trinchera con los actores simulando posiciones reales de los huesos.