De lo técnico, no hay nada que criticar, algo que esperar de Pixar es la maestría en el modelado 3D.
Pero esta película, y siendo mujer, me conmovió muchísimo. Porque es una película de princesas, pero no es otra película de princesas.
Aquí, el viejo tema clasico griego del destino toma una forma distinta, mas familiar y cotidiana.
Y le han dado una vuelta de tuerca de forma preciosa. Ya con el hecho de que exista una madre y tenga nombre, me sorprende. Si nos ponemos a pensar, la única de las denominadas "princesas" de Disney que tiene madre, es Mulan, se la nombra, no sabemos como se llama. El resto de las princesas, Cenicienta, Ariel, Blancanieves, directamente no las tienen.
Y esto puede ser por dos motivos: La relación madre-hija, para una hija mayor a 10 años, es sumamente complicada, y en esto Brave la ha sabido plasmar bien. O directamente no les interesa, o no sabrían poder plasmarla, pues los directores han sido hombres.
Porque una madre esta para preparar a su hija en un mundo donde ella no tendrá las mismas oportunidades que un muchacho, ni responsabilidades, ni modos de conducta; y a esto Brave lo retrata muy bien. Pero lo hacen porque nos aman, porque sino el mundo nos lo hará saber, ya que nos herirán, o tendremos problemas para socializar en el futuro.
Y en esta educación, solemos convertir a nuestras madres en monstruos; en Arrested development ya lo dijo Lucille " Primero te convierten en un monstruo, y luego te llaman uno".
La valentía de Merida en esta película, por ahí es menos pomposa, pero también mas profunda: Por un lado tenemos al padre, que es valiente, ya que se sabe cazador de osos, pero tras lo cual, le ha quitado una pierna y al final, se convierte en una caricatura de sí mismo, exagerando sus batallas y siempre que pueda contar sus triunfos. Y luego esta la de de Merida y Elinor, que es la de poder ver mas allá de estas cuestiones, y entender a la otra como un ser humano, con sus necesidades y defectos, y entender sus pedidos, tanto de libertad de decisión como aquella necesidad de tradición, para no caer en la guerra.
En fin, una preciosa historia, con una vuelta de rosca a la vieja "historia de princesas", que nos muestra profundidad y preciosos escenarios, que nos lleva en un viaje inesperado, con un tratamiento profundo de una relación siempre tan complicada, como aquella de madre e hija.