De repente, y a mis casi 29 años, me doy cuenta de que lo que me empuja a admirar a Superman no es que pueda volar. Tampoco su sobrehumana fuerza.
Lo que realmente me une a él es que sea adoptado. Como yo.

Aceptar y querer a alguien obviando la genética o los lazos sanguíneos.
Amor incondicional.
Amor sin preguntas.

Me siento identificado con el protagonista hasta tal punto que el proceso empático se convierte en algo natural.

Y no sólo se trata de la adopción en sí, si no de sus consecuencias: El miedo al rechazo, la sobreprotección paternal, la curiosidad por conocer tus origenes...

Estos elementos son los que definen al personaje y la película los plasma a la perfección, sirviendose de ello para dar una visión más madura, seria y trabajada del hombre de acero.
El único "pero" en ese sentido es que para poder ahondar en su personalidad, el bombardeo de flashbacks al que se nos somete es constante.

Y más allá de lo que se traduce en un intento certero de hacer más profundo y creíble al personaje, lo que nos encontramos es una película que ofrece un espectáculo visual de altísimo nivel. No lo digo sólo pensando en las espectaculares peleas, si no por el enorme sentido estético de cada uno de sus planos y secuencias. Hay momentos visualmente preciosos.

Los actuaciones rayan a un buen nivel, destacando por encima del resto Henry Cavill, en la versión más fría que hayamos conocido de Superman, y Kevin Costner, en su papel de padre sobreprotector.

En definitiva, se trata de una buena película y de una GRAN película de superheroes.

Nota: 8

Me hace cierta gracia ver como la supuesta crítica profesional ha dejado su gafapastismo habitual de lado para convertirse en el tipo de espectador al que acostumbra a criticar.

En un ejercicio de contradicción sin precedentes han dejado que la belleza (por otro lado, indiscutible) del film les eclipse de tal manera que han obviado las enormes carencias de la cinta. Que las tiene.

No voy a negar lo evidente: visualmente estamos ante una auténtica maravilla. Gravity es auténtico caviar audiovisual. Pero señores... estamos hablando de CINE.
Y el cine de verdad, el que llega, es aquel que no necesita entrar por los ojos para hacer mella en el espectador porque entra por los poros y se clava en el alma obligándonos a sentir, a pensar, a empatizar...

Gravity es el paseo espacial más bonito jamás recreado pero ni tiene un buen argumento ni consigue llegar a nosotros.

Pretende ser emotiva y no lo logra porque cualquier espectador que no se haya dejado hipnotizar podrá darse cuenta de la poca profundidad de sus personajes, de su frialdad y de su falta de vida.
Todo ello aderezado con un argumento que se limita a presentar una sucesión de desdichas, que toma al espectador por idiota y le hace partícipe de un ejercicio de supervivencia inverosímil que tiene como único objetivo el lucimiento técnico.

Espero que el tiempo la ponga en su lugar y la objetividad post-hype permita ver a Gravity como lo que es: una gran experiencia audiovisual y, a la vez, una película mediocre.

Nota : 6