El Agente Topo, es una experiencia, más que un documental, más que una película, te lleva por los caminos de la incertidumbre, no sabes realmente qué estás viendo. Es surrealista a ratos, es un trabajo humilde que se va transformando, empieza con incertidumbre y termina haciéndonos sentir soledad por adelantado. La importancia de la conexión humana en cualquier etapa de la vida es esencial. Es un trabajo que hay que ver en familia, es imprescindible.

Nomadland es una película interesante, una invitación a reflexionar acerca de nosotros mismos y nuestro rol en la sociedad. Es preciosa en sus tomas y delicadeza, pero a ratos pretende ser mucho más de lo que realmente es, y termina por esfumarse. Las actuaciones son de gran calidad, pero aún así, esta película no es el mejor trabajo de McDormand.

El guion es débil y exagerado, demasiado sobrecargado de detalles fanáticos, pero así es el fanatismo en la adolescencia. Esta película es un goce para los fans de los Smiths, tiene momentos preciosos y otros que dan un poco de verguenza, es una carta de amor a todas las canciones que nos salvaron la vida. Alimenta el mito de ese fan que se tomó una radio el día que se separó la banda. No tiene desperdicio verla, le faltó elegancia al guion, pero visualmente es hermosa, y cuenta con la música original de los Smiths, un lujo.

Normal People es perfecta, Irlanda tiene mucho que contar y queremos escuchar todo lo que tiene que decir. Se basa en una novela de Sally Rooney, quien también participa en el guion de la serie, dato no menor porque funciona y se destaca la visión de la autora.
Normal People se trata de las relaciones humanas, la búsqueda de conexión y de encontrarse a uno mismo, es un viaje como el Altazor, todo lo que hay en esta serie, incluso en los silencios es profundo, te conmueve, te emociona y te cambia.
Las actuaciones de Paul Mescal y Daisy Edgar-Jones, son realmente impresionantes, la intimidad de sus gestos, los tonos en los que se comunican, es realmente un privilegio verlos actuar.
La serie muy responsablemente, trabajó con Ita O´Brien, Coordinadora de las escenas íntimas, quien se encargó de coreografiar las escenas, asegurando la dignidad, respeto y comodidad de sus actores, creando así un código de conducta adecuada para llevar a la pantalla esas escenas. Una maravilla y un código que esperamos cambie la industria para siempre.

Cruda y preciosa. Tiene momentos inolvidables, excelente uso de la banda sonora para entender a una generación. Es un homenaje a la nostalgia, al vacío, desigualdad, y a todo eso que no nombramos, Jonah Hill, supo ponerle nombre y creó una obra de arte, una película coming-of-age, que te implanta las ganas de seguir viendo su trabajo.