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Críticas ordenadas por utilidad
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9
23 de enero de 2015
23 de enero de 2015
33 de 35 usuarios han encontrado esta crítica útil
“Juego de tronos” no termina de sentirse como una serie realmente perfecta, ya que incluso aún queda historia por contar. Pero sí es sin dudas la mejor serie televisiva en activo. Sin discusión. Allá donde la muerte es realmente inesperada y dolorosa, donde el sexo no sólo da placer lascivo sino excusa argumental y expresión de emociones, donde los personajes parecen cobrar vida propia de verdad y donde el mundo más fantasioso se tiñe de alternativa realidad. La serie es magistral desde su primera temporada hasta ahora, y no tiene razones para decaer si sigue por la misma senda.
4
5 de enero de 2015
5 de enero de 2015
15 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
Se practica una brecha en la tipología de crítica y se procede a parar temporada por temporada para seguir la (supuesta) evolución, siguiendo el estilo para “24”:
Temporada 1: 9. Una temporada alucinante, provocativa e inolvidable. Su único pecado es revelar su final en el episodio 8 y hacer la recta final un poco menos disfrutable. Pero si fuese miniserie, sería una de las legendarias del panorama televisivo para adultos. David Duchovny hizo olvidar a Fox Mulder de un plumazo.
Temporada 2: 6. La segunda temporada rápidamente comenzaba a dar fallas y síntomas repetitivos y un tanto de cansancio tras una temporada madre bestial. Aunque se cubría muy bien gracias a una energía dosificada, unos carismáticos personajes y unas tramas que aún eran entretenidas.
Temporada 3: 5. La temporada que se salvó por sólo dos episodios (el 8 y el 12). Quitando lo hilarantemente magistral del episodio 8 y lo inesperadamente dramático del 12 y final de temporada, la tercera vez de Hank Moody finalmente cedía sobre su propio peso al desvelar que la serie ya no tenía más opción que mostrar sexo y más sexo en diversas situaciones que ya ni siquiera eran tan aprovechadas, tan calientes, ni mucho menos divertidas.
Temporada 4: 6. La temporada más seria de la serie, aunque también cada vez menos “Californication” que al inicio. Si bien puede ser superior a la tercera por su consistencia y por recuperar esa trama de reconquista y superación de la soledad y depresión, vuelve a ser repetitiva y previsible en sus propios términos, desde luego ya nada excitante y que sólo le queda dejarse ver hasta el final (un final que podría haber sonado como una “series finale” y que tampoco le hubiese quedado mal, ya que es uno de los mejores episodios de la temporada y aún un buen episodio para la serie en general).
Temporada 5: 1. Una temporada con sabor a reinicio, pero que no es interesante, no es entretenida, muestra a un Hank Moody cansando que ni siquiera escribe nada y ya nos demuestra por qué no queremos ver “Californication” más, si es que esto puede ser “Californication”. Una auténtica bazofia en términos de interés y de seguimiento de la serie, que ya es ridícula en sus propios términos (Moody ahora en la canción), ya no sabe qué tramas poner, ni siquiera hace gracia y desde luego da fatiga y lo siguiente. No debieron gastarse un céntimo en hacer esto. De una de malas, la serie seguía siendo pasable hasta su cuarta temporada.
Temporada 6: 1. El intento de otorgar a Hank Moody un nuevo amor serio, un nuevo estilo de vida… Ya ni siquiera es apreciable. Y no porque no sea como el argumento original de la serie. Sino porque es más de mismo de la anterior vez. Un alargamiento con cuatro chistes decentes y cien malísimos, ya ni siquiera atractiva o sexual como en sus tiempos de antaño y un burdo intento por hacer espectadores y caja alargando más y más una historia que ya no se sabe ni quién la escribe, ni menos interesa.
Temporada 7 (Final): 2. Y al final, toda una temporada final (con un buen primer episodio, el mejor de la serie en dos temporadas, aunque luego… sin comentarios…) de idas y venidas, previsibilidad, falta total de interés, seguida de las vueltas y revueltas de las temporadas anteriores… Para desembocar al mismo punto. A la misma idea. A un casi “remake” del final de la magistral primera temporada. Pero no. Ahora ya no me la dais. Por tener un episodio bueno (el 1) y, al menos, un final potable (12) es un punto mejor que las anteriores, pero verdaderamente una pena.
“Californication” es una serie de la cual sólo debes ver su primera temporada autoconclusiva. Y nada más. A no ser que quieras sentir pena o acabar destrozándola. Incluso David Duchovny dijo para la última temporada que la serie ya estaba completamente agotada hace tiempo. Una verdadera decepción y el mejor ejemplo de cómo escupir a una serie en su cara por alargar y alargar sus tramas y su duración.
Temporada 1: 9. Una temporada alucinante, provocativa e inolvidable. Su único pecado es revelar su final en el episodio 8 y hacer la recta final un poco menos disfrutable. Pero si fuese miniserie, sería una de las legendarias del panorama televisivo para adultos. David Duchovny hizo olvidar a Fox Mulder de un plumazo.
Temporada 2: 6. La segunda temporada rápidamente comenzaba a dar fallas y síntomas repetitivos y un tanto de cansancio tras una temporada madre bestial. Aunque se cubría muy bien gracias a una energía dosificada, unos carismáticos personajes y unas tramas que aún eran entretenidas.
Temporada 3: 5. La temporada que se salvó por sólo dos episodios (el 8 y el 12). Quitando lo hilarantemente magistral del episodio 8 y lo inesperadamente dramático del 12 y final de temporada, la tercera vez de Hank Moody finalmente cedía sobre su propio peso al desvelar que la serie ya no tenía más opción que mostrar sexo y más sexo en diversas situaciones que ya ni siquiera eran tan aprovechadas, tan calientes, ni mucho menos divertidas.
Temporada 4: 6. La temporada más seria de la serie, aunque también cada vez menos “Californication” que al inicio. Si bien puede ser superior a la tercera por su consistencia y por recuperar esa trama de reconquista y superación de la soledad y depresión, vuelve a ser repetitiva y previsible en sus propios términos, desde luego ya nada excitante y que sólo le queda dejarse ver hasta el final (un final que podría haber sonado como una “series finale” y que tampoco le hubiese quedado mal, ya que es uno de los mejores episodios de la temporada y aún un buen episodio para la serie en general).
Temporada 5: 1. Una temporada con sabor a reinicio, pero que no es interesante, no es entretenida, muestra a un Hank Moody cansando que ni siquiera escribe nada y ya nos demuestra por qué no queremos ver “Californication” más, si es que esto puede ser “Californication”. Una auténtica bazofia en términos de interés y de seguimiento de la serie, que ya es ridícula en sus propios términos (Moody ahora en la canción), ya no sabe qué tramas poner, ni siquiera hace gracia y desde luego da fatiga y lo siguiente. No debieron gastarse un céntimo en hacer esto. De una de malas, la serie seguía siendo pasable hasta su cuarta temporada.
Temporada 6: 1. El intento de otorgar a Hank Moody un nuevo amor serio, un nuevo estilo de vida… Ya ni siquiera es apreciable. Y no porque no sea como el argumento original de la serie. Sino porque es más de mismo de la anterior vez. Un alargamiento con cuatro chistes decentes y cien malísimos, ya ni siquiera atractiva o sexual como en sus tiempos de antaño y un burdo intento por hacer espectadores y caja alargando más y más una historia que ya no se sabe ni quién la escribe, ni menos interesa.
Temporada 7 (Final): 2. Y al final, toda una temporada final (con un buen primer episodio, el mejor de la serie en dos temporadas, aunque luego… sin comentarios…) de idas y venidas, previsibilidad, falta total de interés, seguida de las vueltas y revueltas de las temporadas anteriores… Para desembocar al mismo punto. A la misma idea. A un casi “remake” del final de la magistral primera temporada. Pero no. Ahora ya no me la dais. Por tener un episodio bueno (el 1) y, al menos, un final potable (12) es un punto mejor que las anteriores, pero verdaderamente una pena.
“Californication” es una serie de la cual sólo debes ver su primera temporada autoconclusiva. Y nada más. A no ser que quieras sentir pena o acabar destrozándola. Incluso David Duchovny dijo para la última temporada que la serie ya estaba completamente agotada hace tiempo. Una verdadera decepción y el mejor ejemplo de cómo escupir a una serie en su cara por alargar y alargar sus tramas y su duración.
Episodio

8.1
28,282
9
5 de enero de 2015
5 de enero de 2015
11 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
El mejor piloto a una serie hecho en muchísimo tiempo y uno de los mejores episodios dobles jamás rodados para la televisión. Digno de película, atrapante, emocionante y siempre sorprendente. Un auténtico logro y la justificación ineludible de por qué “Perdidos” fue y es una de las series más estimulantes de la televisión. Te dejará con ganas de más de forma irresistible.
7
2 de enero de 2015
2 de enero de 2015
11 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Temporada 1: 8. El primer día largo de la vida del ahora legendario Jack Bauer será posiblemente el más famoso y el que haya sido más interesante para todos gracias principalmente a cómo contaba su propuesta. Siempre llena de sorpresas y tensión aprovechando a las mil maravillas su formato. Kiefer Sutherland era constante y en evolución y el resto de secundarios tenían su desarrollo y sus grandes momentos. Pese a esto, la temporada no terminó de ser perfecta (subtramas con la hija del protagonista y algunos trucos repetitivos de guión). Sin contar que se nota que la trama estaba calculada para 13 “horas” y no para 24, por lo que la segunda mitad de la temporada se siente como alargada. No obstante, ahí está un Dennis Hooper con un villano memorable y unos últimos 5 episodios brillantes, culminando en un último episodio (el 24) que bien puede ser el mejor de toda la serie.
Temporada 2: 8. Con la fórmula ya asentada y sus trucos inicialmente sorpresivos expuestos en la primera temporada, la segunda sólo podía magnificar y explotar más su trama narrativa dentro de las horas. Y se da fe que lo hicieron. Si bien nunca supera la sorpresa de la primera, está a su mismo nivel general gracias a un ritmo más trepidante y a una trama más evolucionada y más oscura si cabe que la anterior. Se dan de nuevo problemas con salidas de guión repetitivas y que el resolver una trama para dar lugar a otra se sigue notando como episodios un tanto distintos. No obstante, la serie siempre se propuso entretener notablemente y dar nervio como la que más (sin olvidar sus tintes dramáticos conseguidos, sino ver el episodio 15). Y ahí la segunda temporada siguió triunfando y cosechando tantos bienes como la anterior.
Temporada 3: 6 (alto). En una serie muy mal tiene que ir por lo general para que las dos primeras temporadas (su carta de presentación) no sean, por lo menos, “sólo buenas”. Una por la novedad y otra por la reafirmación (o casi repetición) de ese esquema nuevo. “24” ahí encontró su gallina de huevos de oro. Y en su tercer “día”, la jornada de Jack Bauer comienza a sentirse irregular. No por los múltiples cambios (el compañero de Jack, nuevos trabajadores, nuevas amenazas como la de un virus…) que puedan gustar o no, sino porque aquí las tramas y los personajes están introducidos de manera forzada y las sorpresas pretenden sorprender de forma cuasi atropellada y porque sí, buscando el shock tramposo, en lugar de potenciar el argumento y ayudar a su evolución. Aquí empezaron a exagerar y a cansar un tanto por las repeticiones de personajes y situaciones (el presidente acude, otra vez, a su malvada ex esposa…). Incluso la villana de la serie por excelencia aquí es totalmente desperdiciada limitándose a repetir la misma frase un millar de veces (“Él te traicionará”…) y tratando de volver a la gente en contra de otros de forma risible. Sin contar que en la segunda mitad se construye un clima de emoción puro gracias a un villano genial que pasa a perder todo ese atractivo en los dos episodios finales y, por tanto, priva a la temporada de ese final apoteósico que venía prometiendo. Aún con sus múltiples problemas, es una temporada entretenida, con una primera mitad justita pero con unos 10 episodios finales geniales en conjunto (destacando el imborrable episodio 18).
Temporada 4: 7. La primera “reinvención” de la serie consiguió ganar más fans y ser un soplo de aire ciertamente fresco, pero rechazando curiosamente a lo que a la serie se le había agradecido tanto: el realismo. En su cuarta temporada, “24” se creyó de verdad su estatus de blockbuster televisivo y dio justo lo que ese género prometía y promete. Entretenimiento apasionante, adictivo y siempre notable. Nuevos personajes y nuevas subtramas bastante más cuidadas y cuya energía y ritmo conseguían tapar esa falla de veracidad. Incluso aprendieron de sus errores en el pasado y los creadores/escritores dieron una misma amenaza para toda la temporada, sin apenas variaciones. Las salidas de guión repetitivas se siguen sucediendo pero no cansan y son usadas para dotar de mayor engranaje y desarrollo al villano. Y los 8 episodios finales son de lo mejor de la serie, culminando en un episodio final que es el mejor de todos y deja a la serie en un punto culminante. Lástima que la serie ya no sea tan sorprendente o creíble.
Temporada 5: 9. Hablar de la quinta temporada de “24” es hablar de oro puro televisivo. Esta temporada es aún a día de hoy una de las mejores temporadas que la televisión jamás haya dado. Sin contar que es la mejor temporada de la serie. En una sola temporada, “24” reafirmó su estatus de blockbuster, de historia única en la jornada y también recuperó esa vena conspiratoria y creíble de las primeras temporadas, potenciando ambos elementos (una trama magistralmente construida y una acción y estilo visual dignos de la pantalla grande) y dando lugar a 24 episodios de infarto. Sigue pecando de subtramas y de pocos elemente repetitivos, pero hay que agradecer el haber concentrado tanto material tan bueno, el saber interconectar los personajes de forma genial y dar un protagonismo inesperado a un villano sensacional. Las sorpresas volvían a tener su por qué y su sentido, la trama nos devolvía a los días dorados y exploraba las posibilidades de la serie en su mejor término. Una temporada histórica para la serie y una de las mejores de la televisión.
(Continua en "spoiler" sin spoilers, sólo crítica pura / Indispensable para saber qué se opina de la serie en su totalidad)
Temporada 2: 8. Con la fórmula ya asentada y sus trucos inicialmente sorpresivos expuestos en la primera temporada, la segunda sólo podía magnificar y explotar más su trama narrativa dentro de las horas. Y se da fe que lo hicieron. Si bien nunca supera la sorpresa de la primera, está a su mismo nivel general gracias a un ritmo más trepidante y a una trama más evolucionada y más oscura si cabe que la anterior. Se dan de nuevo problemas con salidas de guión repetitivas y que el resolver una trama para dar lugar a otra se sigue notando como episodios un tanto distintos. No obstante, la serie siempre se propuso entretener notablemente y dar nervio como la que más (sin olvidar sus tintes dramáticos conseguidos, sino ver el episodio 15). Y ahí la segunda temporada siguió triunfando y cosechando tantos bienes como la anterior.
Temporada 3: 6 (alto). En una serie muy mal tiene que ir por lo general para que las dos primeras temporadas (su carta de presentación) no sean, por lo menos, “sólo buenas”. Una por la novedad y otra por la reafirmación (o casi repetición) de ese esquema nuevo. “24” ahí encontró su gallina de huevos de oro. Y en su tercer “día”, la jornada de Jack Bauer comienza a sentirse irregular. No por los múltiples cambios (el compañero de Jack, nuevos trabajadores, nuevas amenazas como la de un virus…) que puedan gustar o no, sino porque aquí las tramas y los personajes están introducidos de manera forzada y las sorpresas pretenden sorprender de forma cuasi atropellada y porque sí, buscando el shock tramposo, en lugar de potenciar el argumento y ayudar a su evolución. Aquí empezaron a exagerar y a cansar un tanto por las repeticiones de personajes y situaciones (el presidente acude, otra vez, a su malvada ex esposa…). Incluso la villana de la serie por excelencia aquí es totalmente desperdiciada limitándose a repetir la misma frase un millar de veces (“Él te traicionará”…) y tratando de volver a la gente en contra de otros de forma risible. Sin contar que en la segunda mitad se construye un clima de emoción puro gracias a un villano genial que pasa a perder todo ese atractivo en los dos episodios finales y, por tanto, priva a la temporada de ese final apoteósico que venía prometiendo. Aún con sus múltiples problemas, es una temporada entretenida, con una primera mitad justita pero con unos 10 episodios finales geniales en conjunto (destacando el imborrable episodio 18).
Temporada 4: 7. La primera “reinvención” de la serie consiguió ganar más fans y ser un soplo de aire ciertamente fresco, pero rechazando curiosamente a lo que a la serie se le había agradecido tanto: el realismo. En su cuarta temporada, “24” se creyó de verdad su estatus de blockbuster televisivo y dio justo lo que ese género prometía y promete. Entretenimiento apasionante, adictivo y siempre notable. Nuevos personajes y nuevas subtramas bastante más cuidadas y cuya energía y ritmo conseguían tapar esa falla de veracidad. Incluso aprendieron de sus errores en el pasado y los creadores/escritores dieron una misma amenaza para toda la temporada, sin apenas variaciones. Las salidas de guión repetitivas se siguen sucediendo pero no cansan y son usadas para dotar de mayor engranaje y desarrollo al villano. Y los 8 episodios finales son de lo mejor de la serie, culminando en un episodio final que es el mejor de todos y deja a la serie en un punto culminante. Lástima que la serie ya no sea tan sorprendente o creíble.
Temporada 5: 9. Hablar de la quinta temporada de “24” es hablar de oro puro televisivo. Esta temporada es aún a día de hoy una de las mejores temporadas que la televisión jamás haya dado. Sin contar que es la mejor temporada de la serie. En una sola temporada, “24” reafirmó su estatus de blockbuster, de historia única en la jornada y también recuperó esa vena conspiratoria y creíble de las primeras temporadas, potenciando ambos elementos (una trama magistralmente construida y una acción y estilo visual dignos de la pantalla grande) y dando lugar a 24 episodios de infarto. Sigue pecando de subtramas y de pocos elemente repetitivos, pero hay que agradecer el haber concentrado tanto material tan bueno, el saber interconectar los personajes de forma genial y dar un protagonismo inesperado a un villano sensacional. Las sorpresas volvían a tener su por qué y su sentido, la trama nos devolvía a los días dorados y exploraba las posibilidades de la serie en su mejor término. Una temporada histórica para la serie y una de las mejores de la televisión.
(Continua en "spoiler" sin spoilers, sólo crítica pura / Indispensable para saber qué se opina de la serie en su totalidad)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Temporada 6: 1. Ironías del destino (o del creerse que tras endiosarse “todo vale”). Tras producir la mejor temporada de su historia, “24” entregó a la audiencia la peor temporada de la televisión y una de las más infames y risibles que se recuerdan. Tratando de abusar de las muertes, convirtiéndolas en anticlimáticas y absurdas, y estirando y enredando giros de guión previsibles y fantásticos con tramas de culebrón y cómicas, recortando en espectacularidad, incluyendo tramas familiares para llorar de la risa (cambian el nombre a un personaje capital de la quinta temporada sólo para hacerlo hermano de alguien en la sexta) y repeticiones esquemáticas exageradas hasta el exceso. Una herida de muerte para la serie, de la que los fans propios y los críticos fríos (y cálidos con las temporadas anteriores) se aprovecharon para tumbarla y criticarla por haberse atrevido a escupir a su propia calidad. Ni siquiera alcanza a ser entretenimiento potable. Una pena auténtica.
Temporada 7: 7. En su séptimo día, “24” volvió a dar lo que mejor sabía en términos de ritmo y energía y aún se permitió dotar a los personajes (desde los más clásicos a los más nuevos) responsabilidades y decisiones morales profundas, algo que creo que es una de las mejores cosas de esta temporada y de la serie en general, la cual sí es cierto que había pasado olímpicamente de esas profundidades psicológicas en virtud de la acción. Contiene uno de los mejores episodios de toda la serie (el 12) y el hecho de colocar lo más impactante de la temporada justo en su mitad hace que su segunda mitad sea inevitablemente inferior o previsible. La serie no pudo regresar a la calidad de las temporadas 1, 2 y 5. Pero sí iguala bastante a la cuarta y desde luego deja un buen sabor de boca y una introducción genial a la octava temporada (lástima que fuese tan, tan decepcionante).
Temporada 8: 4. “24” quemó su último cartucho en apariencia con esta temporada “final” decepcionante. Empezando con una calidad casi igual que la de la infame sexta temporada, la serie levantó el vuelo en sus 8 episodios finales de trama distinta a la del punto de partida y a costa de decisiones creativas cuestionables (puede que ni siquiera gusten a todos). No obstante esa intensidad musculosa tarda muchísimo en llegar y ya no nos vale el que una serie mejore en sus últimos episodios habiéndonos dado 15 anteriores muy flojos, aburridos y monótonos. Además de que su episodio final no es un final por lo que ya esta temporada pierde mucha validez y mucha fuerza. Un adiós injusto y sólo momentáneo a un héroe televisivo que debieron dejar marchar en la cima y al que ya le llegará el momento de descansar, aunque por desgracia lejos de su nivel.
“24” será por siempre la serie de acción de referencia y la más longeva de su género que jamás se ha hecho. Contando con que en los tiempos actuales lo normal es hacer 12 o 13 episodios por temporada, esta serie contaría “en realidad” con 14 temporadas (sin “Vive otro día”). Relativamente justificable el hecho de que haya decrecido con el paso del tiempo (la sexta temporada no se perdona) y de que ya, en estos tiempos, se nos pueda antojar de pesada y recargada. Pero esta serie ha marcado un antes y un después en la historia de la televisión y fue de las primeras que realmente se arriesgó en sus giros de guión y fue verdaderamente depravada y cruel en sus tramas (ahora “Breaking Bad” y “Juego de tronos” entre otras se han encargado de recoger el testigo de manera aún superior). Por su carisma, su intensidad, el recuerdo de sus mejores momentos y su éxito a fin de cuentas merecido por su calidad de blockbuster, “24” permanece en los anales de la historia como una serie potente y endiabladamente entretenida.
Temporada 7: 7. En su séptimo día, “24” volvió a dar lo que mejor sabía en términos de ritmo y energía y aún se permitió dotar a los personajes (desde los más clásicos a los más nuevos) responsabilidades y decisiones morales profundas, algo que creo que es una de las mejores cosas de esta temporada y de la serie en general, la cual sí es cierto que había pasado olímpicamente de esas profundidades psicológicas en virtud de la acción. Contiene uno de los mejores episodios de toda la serie (el 12) y el hecho de colocar lo más impactante de la temporada justo en su mitad hace que su segunda mitad sea inevitablemente inferior o previsible. La serie no pudo regresar a la calidad de las temporadas 1, 2 y 5. Pero sí iguala bastante a la cuarta y desde luego deja un buen sabor de boca y una introducción genial a la octava temporada (lástima que fuese tan, tan decepcionante).
Temporada 8: 4. “24” quemó su último cartucho en apariencia con esta temporada “final” decepcionante. Empezando con una calidad casi igual que la de la infame sexta temporada, la serie levantó el vuelo en sus 8 episodios finales de trama distinta a la del punto de partida y a costa de decisiones creativas cuestionables (puede que ni siquiera gusten a todos). No obstante esa intensidad musculosa tarda muchísimo en llegar y ya no nos vale el que una serie mejore en sus últimos episodios habiéndonos dado 15 anteriores muy flojos, aburridos y monótonos. Además de que su episodio final no es un final por lo que ya esta temporada pierde mucha validez y mucha fuerza. Un adiós injusto y sólo momentáneo a un héroe televisivo que debieron dejar marchar en la cima y al que ya le llegará el momento de descansar, aunque por desgracia lejos de su nivel.
“24” será por siempre la serie de acción de referencia y la más longeva de su género que jamás se ha hecho. Contando con que en los tiempos actuales lo normal es hacer 12 o 13 episodios por temporada, esta serie contaría “en realidad” con 14 temporadas (sin “Vive otro día”). Relativamente justificable el hecho de que haya decrecido con el paso del tiempo (la sexta temporada no se perdona) y de que ya, en estos tiempos, se nos pueda antojar de pesada y recargada. Pero esta serie ha marcado un antes y un después en la historia de la televisión y fue de las primeras que realmente se arriesgó en sus giros de guión y fue verdaderamente depravada y cruel en sus tramas (ahora “Breaking Bad” y “Juego de tronos” entre otras se han encargado de recoger el testigo de manera aún superior). Por su carisma, su intensidad, el recuerdo de sus mejores momentos y su éxito a fin de cuentas merecido por su calidad de blockbuster, “24” permanece en los anales de la historia como una serie potente y endiabladamente entretenida.
CortometrajeAnimaciónTV

6.3
3,056
6
12 de enero de 2015
12 de enero de 2015
10 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
“El tiempo perdido”, casi como ya pasara con “Terror” no estará a la altura de las películas de “Toy Story”, pero es un buen mediometraje. Espectacular, eficiente, dinámico y entretenido. Conservando el añejo cariño a sus protagonistas y continuando de algún modo su historia a modo de historias independientes. Buen formato y un buena prueba de disfrute placentero de animación para la familia.
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