Maravillosa. Deliciosamente (auto) paródica, es algo así como Grease pasada por una coctelera de humor desternillante e irreverente, ritmo trepidante y un elenco memorable. Todo encaja a la perfección. No es la película que cambiará tu vida, pero es que jamás aspiró a eso. Realmente divertida.

Actuaciones amateur, efectos especiales y caracterización ridículos, argumento y situaciones vistas hasta la saciedad en el género...y sin embargo me lo he pasado muy bien viéndola. Hay que decir lo que es, a saber: estamos ante una película de serie B realmente pobre. Pero en ese nicho, para los que les guste el slasher barato, funciona a la perfección. Primera aparición del icónico Art, el payaso, ahora convertido en icono pop, antes de que se convirtiese en un producto enlatado, sin ningún tipo de interés. Aviso a navegantes: si esta peli no te dice absolutamente nada, no tiene sentido que sigas la saga. De hecho, no tiene sentido que lo hagas de ninguna de las maneras. Las siguientes pelis, a cada cual peor.

Es una absoluta genialidad a nivel técnico. El manejo de la cámara, la luz, y, sobretodo, la fotografía. Creo que es una buena historia, y su crítica hacia una sociedad donde las ciencias naturales y la física mecánica parecen haber disuelto cualquier atisbo de creatividad individual, que puede ser utilizada contra el estalinismo como contra el capitalismo, creo que se mantiene vigente...Pero no dejo de pensar que el guión y todo el estilo narrativo no están a la altura de los elementos técnicos que comentaba antes.

La película se diluye hacia el final y acaba cerrándose de manera ridícula. Lo que parecía una historia sólida termina en un relato absurdo. Fotografía y música preciosistas, que no consiguen ocultar lo anterior. Podría haber sido una gran película...

Es imprescindible verla con los ojos de la época. Sissy Spacek fantástica en esa Carrie. Algunas partes del montaje y determinadas secuencias en clave cómica, cuestionables...para mí, contribuyen a hacer mejor la peli, aunque a otros les provocará rechazo o hasta vergüenza ajena. Un clásico más que revisitable, pero hay que ajustar expectativas.