Una película que adolece de todo: estructura, diálogos e interpretación.
Algunas imágenes son sugerentes, poderosas y rezuman el "estilo Medem". Ya tenemos el papel de regalo, lástima que no tengamos con qué rellenarlo. Muy bonitas las animaciones. ¡Ojalá hubieran sido más largas!
Y nada más, no me he aburrido. Algunas veces, incluso, me he reído sorprendido por las cotas de absurdez que se dan en algunos diálogos o situaciones, o mi mente, juguetona, se entretenía sopesando los parecidos y diferencias del rostro del protagonista masculino con el de Antonio Banderas, o pensando si la escena del primer polvo estaba de alguna foema emparentada con el famoso coito de "Delicatessen"... En fin, son cosas que aún no tengo claras.
Aun así, como podéis observar, le pongo un 4 y es que, con Medem, siempre me pica la curiosidad, me atrae el jodío...Seguro que iré a ver su próximo experimento...

El “trailer” de la película nos ofrecía unas más que buenas expectativas: buena fotografía, una historia realista, aventura…lo único malo es que en esta forma de publicidad anticipada está lo mejor de la película. El largometraje se hace largísimo y aburrido, el diálogo prácticamente no existe, habiendo sido sustituido por una conversación interior de los protagonistas al que acompaña por lo general una musiquilla y que se hace pesado a ratos y rozando la cursilería en otros momentos. La actuación de Colin Farrell simplemente, no existe.