Excelente serie británica creada y protagonizada por Richard Gadd bajo la producción de Netflix, con una historia rotunda, absolutamente desquiciada que te sumerge en mundos tan atractivos como siniestros.

Posee una inaudita parte de sinceridad, enmarcada en acontecimientos diversificados, donde se buscan respuestas a preguntas que tal vez no hubiera deseado nunca hacerse.

Estrenada el 11 de abril, en tan solo unos días en la plataforma, se ha colado entre lo más visto. Si te interesan las historias alejadas de lo convencional, con un toque atractivamente malsano... No te la pierdas.

He creado una lista de películas de temática gay que irá creciendo. En spoiler comento la razón por la que la ha sido incluida en la citada lista.

Una serie fresca, dinámica, de capítulos breves y concretos. Bien interpretada, con algunas historias gays resueltas por ese acento andaluz tan atractivo por sus marcados giros.

No entiendo la nota global tan baja, aunque bien es cierto que solo la han valorado 25 usuarios de la página, a fecha de mi reseña. Yo puntúo en función al género.

Nos encontramos ante una comedia divertida e intrascendente, y dentro de lo que podemos hallar aquí, un siete es una nota adecuada, evidentemente no tiene el mismo valor que podría darle a una película con mayor relevancia. He puntuado el humor, las solventes actuaciones, así como una dirección perfilada con soltura.

Tengo una lista de cine LGTB.

Isa es envidiosa, su vida está vacía porque es incapaz de llenar sus espacios de algo que no sea a través de un aire de superioridad que manifiesta en todo momento.

Greta Fernandez, aporta a su protagonista miradas y gestos que van mostrando la nada de una existencia ridícula. Buen trabajo de Alex Lora, con una acerada crítica a todos esos personajes pequeños y mediocres que crecen en su propio y limitado mundo laboral y emocional.

La historia no me gustó, pese a su acertada dirección. Le daré una nota pequeña... igual a lo poco que recibí.

Poco drama y escaso thriller ridículo. Gritos histéricos, amaneramientos exagerados; no beneficia al colectivo.
Resulta antigua, con diálogos y escenas cargadas de topicazos gays.

Exceso de superficialidad, no creo que me represente, solo sirve como lastre en esa singular lucha para posicionarnos, sin que la condición sexual sea el exclusivo elemento caracterizador. Si fuese divertida, se le perdonaría todo... tampoco hay que ser un amargado, pero es... MUY TONTA.

Arranca en su primera escena, como si se tratase de cine para adultos. Es entretenida durante un rato, relajándose en detalles aparentemente inocuos; después se va transformando en lenta y predecible, sin demasiada consistencia.

Scott Lunsford, construye un personaje encantador; de una manera divertida, se ancla en la confusión, explorando indirectamente el coste de la sexualidad escondida. Eating Out supuso un enorme éxito internacional, dando paso a varias secuelas que nos fueron entregando, a lo largo de siete años.