Una película onírica con las walquirias de wagner como múscia de fondo, nos invitan a en una campiña alemana, a sentir la naturaleza su capacidad de renacer y de destruir. Nos muestra la fragilidad del ser humano, lo anodino de la vida, de lo cotidiano. Es grandilocuente en sus imágenes, encandecen la mirada, llena el espíritu con un panteísmo especial.