Para empezar, prisas. No sé por qué se habla tan rápido en el cine español, dificultando la comprensión de una ¿trama? La musiquita también estorba bastante.
Se pretende enganchar con un toque legendario-histórico que luego se disuelve en nada. Argumento fragmentado e inconexo: avanza como a borbotones. No encuentras un hilo conductor lógico. También se muestra una investigación policial muy atípica y extraña.
Es como si juntas en un caldero garbanzos, habichuelas y guisantes y lo vuelcas sobre una mesa.
Total, francamente prescindible y evitable. Y un final de lo más yanki.

Una gran obra: magníficos trabajos (fabuloso Duval), consistente guión (quizá algo inclinado a la caricatura), y ¡oh, milagro!, sin esa musiquita continua y amorfa a la que tan aficionado es el cine actual. Eso estaba muy bien para el cine mudo, pero las emociones deben de suscitarlas los actores con sus diálogos y las situaciones. Es que no dirige un aficionado.
El tema: verdadero y siempre actual.

En primer lugar, sorprende la espectacularidad de la película y el lujo. El argumento me parece abstracto y simbólico. Al director sólo le interesa la figura de la reina y lo demás parece accesorio. El "malo", Felipe II, aparece caricaturizado en extremo, con tintes grotescos, como un obseso de la religión. Notables meteduras de pata en la reconstrucción interna de El Escorial, en la que se aprecia un capitel bizantino fuera de lugar y una arquitectura que más parece de mezquita musulmana.
No sé que se pretende al dar ese protagonismo al pirata Raleigh, con esa pinta de chulito.
Excepcional la fotografía, los movimientos de cámara y el uso de primeros planos, a veces un poco forzados.
Argumento: la reina y su lucimiento. Todo lo demás, secundario y resuelto con excesiva rapidez (el juicio y ejecución de María Estuardo).
Ritmo irregular, con momentos de aburrimiento y escenas previsibles. El final de la Armada, también rápido, simbólico y "místico", con esa reina que observa desde los acantilados, melena al viento de semidiosa, el desastre de los "malos".
Los actores se desenvuelven generalmente bien, salvo un Felipe II que no parece creerse lo que hace y un pirata excesivamente atrevido.
Para mi gusto, abuso de la banda sonora.
Resumiendo: espectáculo en estado puro, Elizabeth y Elizabeth.

Decepción.
Arranque genial y magníficamente contado ("Algo tiene el agua cuando la bendicen", por los premios).
La trama se ve venir y promete.
Comienza la anunciada persecución. Te pones cómodo. Esperas a que pase algo más aparte de una persecución muy bien contada.
Ambiente inhumano y frío, bien retratado. La despiadada zona fronteriza mexicana y el tráfico de drogas como elemento omnipresente.
Técnicamente muy buena.
Sigue sin suceder gran cosa. Bardem sigue matando y persiguiendo. Está en todas partes.
Pegas un bote con el accidente. THE END.
Y a otra cosa.
Resumiendo:
"SALIDA DE CABALLO ANDALUZ, LLEGADA DE BURRO MANCHEGO".
Y la pregunta: Bueno, ¿y qué?

Empacha muchísimo. Insoportable. Irreal. Sobrecargada de azúcar. Previsible. Muy poco original. Sobrecargada de tópicos. Una pena. Se hace eterna. En ocasiones, se siente vergüenza ajena.
Muy buen reparto, eso sí, y los pobres defienden esto con brillantez. Pero lo cierto es que es indefendible.
Y con la Navidad como fondo.....