Después del estreno de la película, una radio entrevistaba a Elsa y por detrás se escuchó un grito de una admiradora que decía: "Me hiciste llorar hija de puta". A mi, no tan solo me ha hecho llorar sino que he reído y he disfrutado de esta excelente interpretación. Un peliculón magistral.

Es la historia de una segunda oportunidad. ¿Cuantas historias hemos compartido sin ser correspondidos?
No es una película brillante, ni con un argumento enorme, ni tan siquiera original, sin embargo es ese reflejo de lo natural el que nos arrastra a pedir una segunda oportunidad.

Nos podría haber pasado a todos.

Si el cine se inventó para contar historias, ¿porqué no escuchar una historia sin ambiciones y sin mas pretensión que la que nos cuenta la pareja protagonista? ¿Se puede tener un papel tan corto y a la vez tan bien interpretado como el de Charo López? Es la historia de una receta que convierte a la tarta de almendras en la verdadera protagonista de la película. Brillante. Es una historia tan cercana que parece que la acompañemos en cada instante.

¿A quien se le puede ocurrir un guión tan surrealista? Lo demás corre por parte de los actores. Ana Fernández magnifica como siempre. Y al final de tanto despropósito le coges cariño al pueblo, al muerto, y a la brillantez de un alcalde empeñado en que San Hilario sea el mejor pueblo en donde caerse muerto. Original.

Sin buscar la lágrima fácil, te encuentras con cuatro pinceladas de la realidad social que te acercan al problema de la inmigración en los países menos desarrollados.
Algunos deberían de ver esta película al menos una vez por semana para terminar por concienciarse de este problema.
Muy recomendable, sobre todo para gente comprometida.