http://www.filmaffinity.com/es/film217719.html

Hoy he visto una película de vampiros buenísima. En contra de los cánones habituales que rigen en este popular subgénero, los vampiros de esta película no lucen colmillos, ni se transforman en murciélago. Tampoco le temen a la luz del día ni se alimentan de sangre humana, aunque bien es cierto que se nutren de la esencia vital de otras personas para subsistir. Son seres solitarios e incomprendidos, pero que han tenido la inmensa fortuna de encontrarse para así poder saciarse de todas esas emociones y sensaciones carentes en ellos mismos, tan básicas a la hora de llenar sus propios vacíos existenciales.

En "Intocable" asistimos a un festín emocional, una orgía sensorial a cargo de dos personajes que se complementan a un nivel tan exquisito que roza la perfección. La historia de Phillip y Driss ( magistralmente interpretados por François Cluzet y Omar Sy respectivamente) narra la peculiar relación a priori imposible entre un rico discapacitado físico al 90% de su cuerpo y un aspirante a delincuente de barrio periférico que subsiste como puede trapicheando o abusando de subvenciones estatales. Dos polos opuestos, dos caras de una misma moneda que, a todos los efectos de las estrictas normas que imperan en nuestra "estructurada" sociedad, están condenadas a no cruzarse jamás. Sin embargo, la necesidad acuciante de atemperar almas atormentadas encontrándose a sí mismos a través del metafísico espejo representado en un "alter ego", resulta en este caso ser mucho más fuerte que cualquier tipo de imposición, ya sea social, económica o física.

Todas las barreras que rompen Phillip y Driss a lo largo de su particular viaje a traves de ellos mismos y sus brumas internas consiguen ser superadas gracias a ingentes dosis de humor, afectividad y respeto mutuo. El desenfado y la ingenua alegría con la que Driss afronta a diario su dura vida resultan ser el antídoto perfecto para un Phillipe lastrado a un cuerpo inútil que también le limita psicológicamente, y a su vez la entereza y constancia del disminuido por esforzarse en vivir y ser tratado como cualquier persona "normal" encandila y alecciona a un Driss cada vez más comprometido afectivamente con todo su entorno. Una simbiosis perfecta mil veces retratada por Hollywood en infinidad de películas de temática similar. Pero afortunadamente en este caso el toque europeo consigue alejar de esta cinta a manidos tópicos y forzados clichés tan comunes en el cine americano, más preocupado en muchos casos por buscar la lagrimita fácil en el espectador o promocionar a la estrella de turno cara a los oscar que en despertar verdaderas emociones gracias a una correcta y honesta realización.

Y precisamente honestidad es lo que rezuman todas y cada una de las imágenes orquestadas por Olivier Nakache y Eric Toledano, quienes saben imprimir sensibilidad a temas tan delicados como la integración social, la lucha de clases o las limitaciones físicas siempre desde un prisma directo y desenfadado, salpicado de humor sano y sobre todo basado en personajes sólidos e interpretaciones tan humildes como prodigiosas.Todo ello aderezado con una estupenda banda sonora que mezcla temas de música clásica con otros más dispares interpretados por Earth, Wind & Fire o Nina Simone.

Una película absolutamente recomendable que llega directa al corazón y consigue que nadie quede indiferente tras su visionado sin necesidad alguna de recurrir a trucos o artificios narrativos. Todo un logro en los tiempos que corren.