La primera escena es buenísima. Música de western... y presentación de Hans Landa, sorprendente personalidad la de éste villano. En general excelente reparto, con Brad Pitt, y sobre todo con Christoph Waltz (los que compitan con él por el Oscar pueden librarse de preparar el discurso). La caracterización de Goebbels es magnífica, la de Hitler no tanto, pero compensa ver al Führer partiéndose el ojete.

Aunque la película es larga, no aburre en absoluto, y el humor fluye a borbotones durante prácticamente los 153 minutos que dura.

He leído en otras críticas que Malditos Bastardos le da una patada a los libros de historia, yo diría que más bien trata de poner las cosas en su sitio, y el lugar elegido para cambiar la historia es un cine... otra genialidad del señor Tarantino.

Pese a sus más de 2 horas de duración el entretenimiento no decae, sino que va aumentando a medida que trascurre la trama. De acuerdo que esto debería ser normal en una película de este estilo, pero estamos muy acostumbrados a ver películas con bruscos giros de guión y tendemos a perder el interés. Repito que esto no sucede en "Shutter Island", que ya es algo.

La fotografía es sublime, los planos que poco a poco van presentándonos la isla son preciosos y la banda sonora refuerza bien la atmósfera de tensión.

La actuación de Di Caprio es más que correcta, cada vez me gusta más el nuevo socio que se ha buscado Scorsese. No, Di Caprio no es De Niro, y no creo que quiera serlo. No me imagino a Robert en esta película, igual que no me imagino a Leonardo en "Casino".