Desde que crease la obra maestra "El día de la bestia", De la Iglesia, en mi opinión no había hecho nada parecido. Y sin estar a la misma altura, esta serie es una delicia para los que nos encantó aquella maravillosa película de culto.

Es una pena que semejante director de cine Y con un gran presupuesto, no quisiera haberse involucrado más en esta película. Las escenas de acción se cocinan como un fast food, negando a la trama toda la atmósfera. No es nada verosímil, es decir, no acabas de creértelo. Y aun con unos efectos especiales geniales, se siente como un producto de consumo facilón. Decepcionante.

Llegué a esta película por su poderosa portada. Como seguidor esporádico de la filosofía estoica, la figura de Séneca debería de ser obligada.
La película en mi opinión tiene una estructura correcta, y su estilo rompedor, con esas notas fantásticas pueden ser perdonables para un purista.
Pero pronto el exceso de vísceras gratuitas obligan al espectador a replantearse qué está viendo. En mi opinión, el director busca trasladar al espectador lo que hubiera sentido aquel público del filósofo cuando este montaba sus espectáculos didácticos a la sociedad elitista de la época.
Aun con todo, la película cumple con una premisa: trasladar parte de las reflexiones del personaje, muy buenas por cierto, al espectador. Tanto por lo civil, como por lo criminal.

Actores profesionales de segunda fila y con interpretaciones planas. Un argumento estupendo y sólido, dentro de este tipo de literatura tan fantástica, como motivada por infinidad de fenómenos y documentos desclasificados.
Muy buenos efectos especiales. Cinta verosimil en todo menos en la interpretación mediocre de varios actores.

Las dos anteriores entregas despertaron mi interés por esta saga puesto que son buenas películas. pero esto es un bodrio con motos que hacen derrapes cutres, marcianos karatecas, y diálogos chistosos en exceso. Este director (A todo Gas 3,4,5,6) creo que solo ha hecho el trabajo que le encomendaron; acción vistosa, facilona y palomitera, y un guiño (ningún favor) a lo antigüo. La BSO muy buena.