Uno de los puntos más importantes radica en la buena interpretación de Francois Cluzet, quien se desempeña con gran capacidad para dar vida a un hombre paralítico.
La película me agrada ya que todo surge por medio de la caridad de un hombre con alguien más que no tiene trabajo y este le ofrece una nueva oportunidad de vida y surge una gran amistad sin fin y de mucha confianza.
Me parece una gran película ya que enseña el valor de la amistad y como vivirla.
En líneas generales, Intocables logra captar la atención del espectador de principio a fin, apelando a su lado más sensible y utilizando el humor como disfraz para momentos de intenso sentimentalismo.
Ademas esta película me hace ver que a pesar de todo siempre hay que estar sonriendo.

El humor vertebra «La vida es bella»; incluso después de que el Holocausto amagase con desestructurar a la familia protagonista, sus sueños y la historia de amor perduran. El realismo mágico con el que Roberto Benigni dirige y protagoniza la película camufla el oscuro drama de los judíos durante la ocupación nazi de Italia. Guido maquilla la trágica vida en el campo de concentración haciéndola pasar por un juego cuyo premio final es un tanque.Ese es el sacrificio que hizo mi padre. Esta es una historia sencilla, pero no es fácil contarla. Como en una fábula, hay dolor. Y, como una fábula, está llena de maravillas y de felicidad. En esta pelicular me quedo con el amor de un padre y su paciencia para llevar a su hijo a vivir una vida sin sufrimiento y tristeza.

Hachiko es el perro de profesor universitario Parker Wilson (Richard Gere). Todas las mañanas le acompaña a la estación de tren y todas las tardes vuelve a la misma estación para recibirle después del trabajo. Todo sigue su rutina hasta que un buen día Hachiko espera como siempre la llegada de Wilson pero el profesor no vuelve.
Esta película nos deja una enseñanza de como un animal puede ser más fiel que una persona ya que siempre acompaña y recoge a su dueño en la parada donde parte para ir a trabajar.