Para expresarlo de la manera más sucinta:

Es un bodrio súper heroico que, en búsqueda de ocultar -no las lagunas- sino los hoyos negros argumentales (cuya densidad gravitatoria arrastra consigo los escasos destellos que ofrece la cinta), nos trae a la pantalla un vendaval de recursos que apelan a las emociones del espectador. Es claro que cuando la gente sufra con este drama infundamentado desde sus casas se dará cuenta que en más de una ocasión deseará regresar a la cocina por un poco de agua carbonatada o cualquier estimulante que si sea capaz de liberar algo de dopamina (mejor justificada) en sus cerebros.

Viendo la crítica de los expertos uno pensaría que probablemente entre su cartelera cotidiana -compuesta solamente por obras de Kubrick y Tarkovsky- accidentalmente se coló este humilde metraje. Fuera de los aspavientos de dichos personajes imposibles de complacer, la película nos ofrece una historia simple pero con un gran contenido proverbial; algo que actualmente con guiones hechos en Chat GPT es casi imposible de ver.

En resumen, me declaró fetichista de este cine ligero, que si bien es cierto no carece de clichés, es fácil darse cuenta cuando se trata de un trabajo hecho con el alma. Al ver estas películas, estoy seguro que la mayoría sentirá que su inteligencia es respetada, lo cual insisto, no es poca cosa.

Se agradece que en estos tiempos existan filmes que no pretendan educar al público, como si la sindéresis de este fuese la de un primate. Lo que por el contrario hace Ruben Östlund en este largometraje, al menos desde mi muy subjetiva interpretación, es plantearle una disyuntiva al espectador.

Y es que si, ya sabemos que los "hombres, blancos, ricos y heterosexuales son inmorales, carecen de valores éticos y se preocupan por los aspectos mas frívolos de la vida", aquí la pregunta que vale la pena hacerse es, si la diacronía de los eventos históricos te colocara a ti en su posición, ¿qué tan diferente serias a ellos?

Matrix Resurrecciones no inicia haciendo gala de la trilogía que le precede, pero postula una premisa osada en el principio que por ahí del minuto 60 o 70 quizá, se diluye completamente en una trama que les aseguro, los tendrá al borde de la butaca… aguardando impacientemente el final para abandonar la sala. En un par de ocasiones se logran hilar unas cuantas frases que nos recuerdan a las entregas anteriores (contenido críptico sutilmente plasmado en la pantalla).