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5.4
7,441
9
19 de agosto de 2024
19 de agosto de 2024
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
"Licencia para matar" (1989) es la película más extenuante de la saga de James Bond. En ninguna otra película de 007 celebrarás con tantas ganas la muerte del villano.
"Alta tensión" (1987) había sido un buen debut de un Timothy Dalton que tenía la difícil misión de sustituir a Roger Moore, el Bond de toda una generación tras 12 años en el cargo. El guion de esa película había sido escrito pensando en que el señor Moore aún protagonizaría una película más. Pero no fue así. Es por eso que, aunque Dalton quiere hacer un Bond muy duro y oscuro (más fiel al literario), "Alta tensión" tiene detallitos al estilo de las películas anteriores, aparte de que se desinfla incomprensiblemente en la mitad de la trama.
"Licencia para matar" es ya un guion escrito exclusivamente para el Bond de Dalton porque, además, es la primera película no basada en una historia de Ian Fleming aunque toma secuencias no utilizadas en las anteriores películas (como la escena macabra del tiburón).
El resultado es una película que te deja sin aire. Para mi gusto (no fue así durante muchos años), la tercera mejor película de la saga por detrás de Desde Rusia Con Amor y Al Servicio Secreto de Su Majestad. Seguramente, una persona que no sea fan de la saga de James Bond pero sea aficionada al cine de acción disfrutará mucho esta película. Porque es Bond pero no es el típico Bond. El éxito de la película (no en taquilla, sí en crítica) radica en que los malos son realmente malos. Desde el punto de vista de la acción, es la mejor película de 007 y contiene todos los elementos propios de la franquicia excepto el más mínimo toque de humor. Es el Bond más carente de encanto y de carisma de todos los vistos porque no está el horno para bollos. Se está jugando el pellejo a cada momento.
Franz Sánchez (Robert Davi) es un narcotraficante sin escrúpulos, de risa siniestra, que lo puede todo porque tiene mucho dinero. Sánchez deja en ridículo a cualquier otro villano de la saga. En realidad, llamar villano a él y a sus secuaces suena muy infantil. Como he dicho antes, Sánchez es un tipo realmente odioso y estás deseando que Bond acabe con él sin miramientos y cuanto antes.
Estamos ante la película más violenta y dura de la saga y es por eso que la crítica alabó la visión realista, humana y cercana a lo que es realmente el personaje de James Bond. Sin embargo, al dejar de convertirse en una película de entretenimiento para todos los públicos, el respaldo taquillero no fue el esperado, obteniendo la recaudación más pobre de una película de James Bond en 16 años. Por eso, la saga quedó en StandBy..
Dalton tuvo que batirse también en esta película con otro gran villano: su propio flequillo. La deforestación capilar en su frente desde la anterior película es notoria y es por eso que, a lo largo del presente filme, va sorprendiendo al espectador con unos peinados que intentan disimular el despoblamiento difíciles de tomarse en serio.
Timothy Dalton no encontró en el público el reconocimiento que le hiciera volver al personaje en una tercera película. Tuvo la gran intención de dignificar el personaje de James Bond pero no resistió comparación al carisma, la elegancia, el porte, las espaldas anchas o el flequillo de Roger Moore. Aún midiendo 1,88 m frente a los 1,85 del londinense, se hace muy pequeño en la pantalla.
Pero créeme, hermano, pese a la nota que se le da a esta película, es muchísimo mejor que la inmensa mayoría de las películas de 007.
Por cierto, tanto la canción inicial con Gladys Knight como la de los créditos finales con Patti Labelle son caviar musical.
"Alta tensión" (1987) había sido un buen debut de un Timothy Dalton que tenía la difícil misión de sustituir a Roger Moore, el Bond de toda una generación tras 12 años en el cargo. El guion de esa película había sido escrito pensando en que el señor Moore aún protagonizaría una película más. Pero no fue así. Es por eso que, aunque Dalton quiere hacer un Bond muy duro y oscuro (más fiel al literario), "Alta tensión" tiene detallitos al estilo de las películas anteriores, aparte de que se desinfla incomprensiblemente en la mitad de la trama.
"Licencia para matar" es ya un guion escrito exclusivamente para el Bond de Dalton porque, además, es la primera película no basada en una historia de Ian Fleming aunque toma secuencias no utilizadas en las anteriores películas (como la escena macabra del tiburón).
El resultado es una película que te deja sin aire. Para mi gusto (no fue así durante muchos años), la tercera mejor película de la saga por detrás de Desde Rusia Con Amor y Al Servicio Secreto de Su Majestad. Seguramente, una persona que no sea fan de la saga de James Bond pero sea aficionada al cine de acción disfrutará mucho esta película. Porque es Bond pero no es el típico Bond. El éxito de la película (no en taquilla, sí en crítica) radica en que los malos son realmente malos. Desde el punto de vista de la acción, es la mejor película de 007 y contiene todos los elementos propios de la franquicia excepto el más mínimo toque de humor. Es el Bond más carente de encanto y de carisma de todos los vistos porque no está el horno para bollos. Se está jugando el pellejo a cada momento.
Franz Sánchez (Robert Davi) es un narcotraficante sin escrúpulos, de risa siniestra, que lo puede todo porque tiene mucho dinero. Sánchez deja en ridículo a cualquier otro villano de la saga. En realidad, llamar villano a él y a sus secuaces suena muy infantil. Como he dicho antes, Sánchez es un tipo realmente odioso y estás deseando que Bond acabe con él sin miramientos y cuanto antes.
Estamos ante la película más violenta y dura de la saga y es por eso que la crítica alabó la visión realista, humana y cercana a lo que es realmente el personaje de James Bond. Sin embargo, al dejar de convertirse en una película de entretenimiento para todos los públicos, el respaldo taquillero no fue el esperado, obteniendo la recaudación más pobre de una película de James Bond en 16 años. Por eso, la saga quedó en StandBy..
Dalton tuvo que batirse también en esta película con otro gran villano: su propio flequillo. La deforestación capilar en su frente desde la anterior película es notoria y es por eso que, a lo largo del presente filme, va sorprendiendo al espectador con unos peinados que intentan disimular el despoblamiento difíciles de tomarse en serio.
Timothy Dalton no encontró en el público el reconocimiento que le hiciera volver al personaje en una tercera película. Tuvo la gran intención de dignificar el personaje de James Bond pero no resistió comparación al carisma, la elegancia, el porte, las espaldas anchas o el flequillo de Roger Moore. Aún midiendo 1,88 m frente a los 1,85 del londinense, se hace muy pequeño en la pantalla.
Pero créeme, hermano, pese a la nota que se le da a esta película, es muchísimo mejor que la inmensa mayoría de las películas de 007.
Por cierto, tanto la canción inicial con Gladys Knight como la de los créditos finales con Patti Labelle son caviar musical.

6.9
79,168
7
4 de enero de 2025
4 de enero de 2025
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Se me ocurren tantas cosas que escribir sobre Casino Royale (2006), que creo que lo mejor es que vaya numerando las ideas según me vienen a la cabeza para poner un poco de orden:
1) Tiene momentos brillantes pero, en su conjunto, no creo que sea la mejor película de la saga, ni siquiera mejor película que Goldeneye (1995) del mismo Martín Campbell.
2) En críticas anteriores he dicho que me parece que, cuanto más parecidas son al libro en que se basan, las pelis son mejores y envejecen más dignamente. Gran parte de Casino Royale se basa bastante fielmente en la novela de Ian Fleming (1953). En mi opinión eso le da calidad a la película. Sin embargo las partes "nuevas" que buscan dar a la película espectacularidad y acción se la restan.
3) También suelo lamentar que las películas de 007 no se adapten al contexto histórico del personaje. Si yo voy a hacer una película sobre Astérix y Obélix, situaré a los personajes y la trama en un año cercano a la fundación del Imperio Romano. Pero con James Bond no pasa eso. James Bond es un espía de los años 50 que, se mueve en el ambiente de la Guerra Fría, al que raramente en pantalla vemos en su contexto. Sin embargo, la secuencia inicial de Casino Royale, para mi orgullo y satisfacción, podría estar ambientada tanto en el año 2006 como en 1956. Incluso, está rodada en blanco y negro. Paradójicamente, esto la convierte en una secuencia atemporal.
4) A mí no me gusta leer pero he leído la novela Casino Royale en una semana (creo que no llega a las 130 páginas). Está escrita con mucha sencillez y con mucha habilidad. El relato es eficaz para atraer la atención de la persona lectora. Los añadidos cinematográficos habituales quitan credibilidad a la historia. De esto hablaré en la zona spoiler.
5) Ian Fleming describe físicamente al personaje que él parió como un hombre alto (cerca de 1.90m), de pelo muy moreno y de apariencia temible aunque seductora. Incluso, precisamente en esta primera novela Casino Royale, se nos dice que tiene gran parecido físico con el músico estadounidense Hoagy Carmichael. También hablaré de esto en la zona spoiler.
6) He leído por aquí críticas que echan de menos más minutos para M, echan de menos a Q con sus locos artilugios (o gadgets), los tonteos de James con Moneypenny... Pues bien, precisamente, eso es James Bond. Es un hombre que se juega la vida a cada momento en defensa de los intereses de su país a cambio de un sueldazo, sin tiempo de andar intercambiando bromas con su jefe, tonteos con la secretaria de su jefe y chascarrillos sobre el material que le propicia el MI6. Casino Royale acierta al interpretar la naturaleza del estilo de vida y trabajo de 007.
El centro y motivo de toda la trama (y que marcará toda la vida y carrera de Bond) es la partida de cartas en la que Occidente se disputa con el Este un pastizal y el prestigio. Por eso la acción central (y única casi en la novela) se desarrolla en un casino. Y tiene que ser así. Es el argumento: la partida de cartas (Póker en la peli, Baccarat en la novela) y los acontecimientos que acompañan a la partida. Para mi gusto, la película lo transmite de maravilla.
7) Además de volver a leer la novela Casino Royale y la película de 2006, he visto por primera vez la adaptación televisiva que se hizo en 1954 como un capítulo más de la serie Clímax. La producción de este capítulo tiene sus carencias, pero refleja bastante puramente el espíritu del libro. Me ha gustado, sobre todo Le Chiffre.
8) Dejo los palos a la película para la zona spoiler.
1) Tiene momentos brillantes pero, en su conjunto, no creo que sea la mejor película de la saga, ni siquiera mejor película que Goldeneye (1995) del mismo Martín Campbell.
2) En críticas anteriores he dicho que me parece que, cuanto más parecidas son al libro en que se basan, las pelis son mejores y envejecen más dignamente. Gran parte de Casino Royale se basa bastante fielmente en la novela de Ian Fleming (1953). En mi opinión eso le da calidad a la película. Sin embargo las partes "nuevas" que buscan dar a la película espectacularidad y acción se la restan.
3) También suelo lamentar que las películas de 007 no se adapten al contexto histórico del personaje. Si yo voy a hacer una película sobre Astérix y Obélix, situaré a los personajes y la trama en un año cercano a la fundación del Imperio Romano. Pero con James Bond no pasa eso. James Bond es un espía de los años 50 que, se mueve en el ambiente de la Guerra Fría, al que raramente en pantalla vemos en su contexto. Sin embargo, la secuencia inicial de Casino Royale, para mi orgullo y satisfacción, podría estar ambientada tanto en el año 2006 como en 1956. Incluso, está rodada en blanco y negro. Paradójicamente, esto la convierte en una secuencia atemporal.
4) A mí no me gusta leer pero he leído la novela Casino Royale en una semana (creo que no llega a las 130 páginas). Está escrita con mucha sencillez y con mucha habilidad. El relato es eficaz para atraer la atención de la persona lectora. Los añadidos cinematográficos habituales quitan credibilidad a la historia. De esto hablaré en la zona spoiler.
5) Ian Fleming describe físicamente al personaje que él parió como un hombre alto (cerca de 1.90m), de pelo muy moreno y de apariencia temible aunque seductora. Incluso, precisamente en esta primera novela Casino Royale, se nos dice que tiene gran parecido físico con el músico estadounidense Hoagy Carmichael. También hablaré de esto en la zona spoiler.
6) He leído por aquí críticas que echan de menos más minutos para M, echan de menos a Q con sus locos artilugios (o gadgets), los tonteos de James con Moneypenny... Pues bien, precisamente, eso es James Bond. Es un hombre que se juega la vida a cada momento en defensa de los intereses de su país a cambio de un sueldazo, sin tiempo de andar intercambiando bromas con su jefe, tonteos con la secretaria de su jefe y chascarrillos sobre el material que le propicia el MI6. Casino Royale acierta al interpretar la naturaleza del estilo de vida y trabajo de 007.
El centro y motivo de toda la trama (y que marcará toda la vida y carrera de Bond) es la partida de cartas en la que Occidente se disputa con el Este un pastizal y el prestigio. Por eso la acción central (y única casi en la novela) se desarrolla en un casino. Y tiene que ser así. Es el argumento: la partida de cartas (Póker en la peli, Baccarat en la novela) y los acontecimientos que acompañan a la partida. Para mi gusto, la película lo transmite de maravilla.
7) Además de volver a leer la novela Casino Royale y la película de 2006, he visto por primera vez la adaptación televisiva que se hizo en 1954 como un capítulo más de la serie Clímax. La producción de este capítulo tiene sus carencias, pero refleja bastante puramente el espíritu del libro. Me ha gustado, sobre todo Le Chiffre.
8) Dejo los palos a la película para la zona spoiler.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
+ La novela Casino Royale tuvo éxito porque parte de un complot interesante. Le Chiffre especula con un dinero que no le pertenece a él sino a los rusos (SMERSH en las novelas, SPECTRE en las películas clásicas, la Organización de Mr. White en Casino Royale 2006). Se narran hábilmente acontecimientos creíbles e interesantes y esta película se hace eco de ellos. Pero la primera hora quiere presentar al nuevo Bond que es muy físico y al villano que anda mezclado en asuntos fraudulentos con unos acontecimientos que no pertenecen a la historia original y que alargan la película en exceso. La persecución en Madagascar me resulta excesivamente larga y llena de carreras y más carreras, saltos, cabriolas, caídas, golpes, terminando con una patochada en una embajada extranjera que Bond no se podría permitir. Después está el intento de sabotaje al avión, con más carreras, más saltos, movimientos de cámara... Creo que es una dosis excesiva de acción.
El final de la novela es sencillo, como toda ella. Vesper comienza a comportarse de una manera extraña cuando parece que toda la historia ha terminado, finalmente se suicida y Bond descubre que era una agente doble que se la ha jugado y que se ha suicidado porque no puede escapar del aparato ruso que la vigila. Ese final te hace entender la frustración que va a vivir James Bond en el resto de su vida y el peligro que representa SMERSH porque no hay localización en el mundo en la que te puedas librar de ellos.
Sin embargo, en el final de esta película, se lía parda en Venecia (allí supongo que se echan a temblar cada vez que el agente está de visita) con un tiroteo y el hundimiento de una casa en pleno centro con la chica metida en el fondo de un ascensor.
Viene a ser la mitad de la película una historia inventada larga e innecesaria que termina convirtiendo Casino Royale en CaNsino Royale. Se queda quinta en mi ranking de películas de James Bond por detrás de "Desde Rusia con amor", " Al servicio secreto de su Majestad", "Licencia para matar" y "Goldeneye", empatada con "Goldfinger". Todas ellas, excepto Goldfinger, tienen en Filmaffinity peor calificación que Casino Royale. No comparto esas notas.
+ Daniel Craig quiere interpretar bien el espíritu del espía duro. Además, está mazado como se supone que tiene que estar un agente con licencia para matar. De hecho, no se entiende cómo los anteriores Bond salían airosos de peleas contra tipos mucho más corpulentos que ellos (Red Grant o Jaws, por ejemplo). Sin embargo Craig no se ajusta para nada a la descripción física que hace Fleming del personaje y que he explicado antes. Como dicen por ahí, parece el portero de una discoteca, con todos mis respetos.
El doblaje al español no le ayuda mucho, es muy inexpresivo. No es el único personaje de la película que parece estar doblado al español con Loquendo.
Vale que Bond es un tipo sin escrúpulos, pero no haría las gañanadas que hace aparcando el coche de los turistas alemanes ni contestando así al camarero que educadamente le pregunta cómo quiere el Martini. Hay quien celebra esas salidas de tono pero eso no es propio del gentleman Bond sino de Torrente.
+ De poca tecnología podía disponer Bond en los años cincuenta. Sin embargo, en las películas siempre se intenta poner tecnología puntera a su servicio para que el personal flipe un poco. En esta película tampoco se abusa de ello (el coche invisible de "Muere otro día" ya era el colmo) pero me siguen sobrando móviles, satélites y ordenadores. El cursillo a distancia de uso de desfibrilador es la pera limonera. Que le pongan un chip como un a perro es ridículo y, además, no aporta nada a la película porque se lo terminan extrayendo sin pena ni gloria.
El final de la novela es sencillo, como toda ella. Vesper comienza a comportarse de una manera extraña cuando parece que toda la historia ha terminado, finalmente se suicida y Bond descubre que era una agente doble que se la ha jugado y que se ha suicidado porque no puede escapar del aparato ruso que la vigila. Ese final te hace entender la frustración que va a vivir James Bond en el resto de su vida y el peligro que representa SMERSH porque no hay localización en el mundo en la que te puedas librar de ellos.
Sin embargo, en el final de esta película, se lía parda en Venecia (allí supongo que se echan a temblar cada vez que el agente está de visita) con un tiroteo y el hundimiento de una casa en pleno centro con la chica metida en el fondo de un ascensor.
Viene a ser la mitad de la película una historia inventada larga e innecesaria que termina convirtiendo Casino Royale en CaNsino Royale. Se queda quinta en mi ranking de películas de James Bond por detrás de "Desde Rusia con amor", " Al servicio secreto de su Majestad", "Licencia para matar" y "Goldeneye", empatada con "Goldfinger". Todas ellas, excepto Goldfinger, tienen en Filmaffinity peor calificación que Casino Royale. No comparto esas notas.
+ Daniel Craig quiere interpretar bien el espíritu del espía duro. Además, está mazado como se supone que tiene que estar un agente con licencia para matar. De hecho, no se entiende cómo los anteriores Bond salían airosos de peleas contra tipos mucho más corpulentos que ellos (Red Grant o Jaws, por ejemplo). Sin embargo Craig no se ajusta para nada a la descripción física que hace Fleming del personaje y que he explicado antes. Como dicen por ahí, parece el portero de una discoteca, con todos mis respetos.
El doblaje al español no le ayuda mucho, es muy inexpresivo. No es el único personaje de la película que parece estar doblado al español con Loquendo.
Vale que Bond es un tipo sin escrúpulos, pero no haría las gañanadas que hace aparcando el coche de los turistas alemanes ni contestando así al camarero que educadamente le pregunta cómo quiere el Martini. Hay quien celebra esas salidas de tono pero eso no es propio del gentleman Bond sino de Torrente.
+ De poca tecnología podía disponer Bond en los años cincuenta. Sin embargo, en las películas siempre se intenta poner tecnología puntera a su servicio para que el personal flipe un poco. En esta película tampoco se abusa de ello (el coche invisible de "Muere otro día" ya era el colmo) pero me siguen sobrando móviles, satélites y ordenadores. El cursillo a distancia de uso de desfibrilador es la pera limonera. Que le pongan un chip como un a perro es ridículo y, además, no aporta nada a la película porque se lo terminan extrayendo sin pena ni gloria.

5.9
70,913
7
21 de agosto de 2024
21 de agosto de 2024
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Timothy Dalton no pudo deshacerse de la alargada sombra del legado de sir Roger Moore. Después de 12 años del 007 desenfadado de Moore, el Bond plano y poco carismático de Dalton en la grandísima película "Licencia para matar" dejó la taquilla y al público algo fríos. Así que el propio actor se resignó a que su próxima película tendría que volver a unos aires más clásicos de las entregas más exitosas de la saga ("Goldfinger", "La espía que me amó"...), con aventura, algo de humor y espectacularidad. Pero su tercera película nunca llegó por problemas legales con el guión y porque se cansó de esperar.
Los productores decidieron dar el papel al famoso Pierce Brosnan y tomarse un tiempo para pensar el rumbo que querían dar a la saga.
"Goldeneye" es un reciclaje de las películas de la franquicia que habían sido más exitosas hasta entonces. No aporta mucho material nuevo, más que un Bond con cara nueva, alta tecnología de los 90 y efectos especiales renovados.
Pierce Brosnan es un tío que resulta francamente bien como 007. Tiene carisma, la apariencia del típico James Bond muy gentleman, la elegancia e ironía del primer Roger Moore, la dureza de Sean Connery, el pelo negro de Timothy Dalton... Un Bond que atrae al público al cine para ver lo que hace sin que importe demasiado la historia (cosa que no conseguía el James Bond de Dalton).
La historia de "Goldeneye" no es nada del otro mundo. Es un remake del capítulo 13 de la temporada 5 de El Santo, titulado "Planes de vuelo". Si me dan a elegir, me quedo con el original, en el que un Roger Moore de 40 años interpreta magníficamente a un Simon Templar que en realidad es un James Bond televisivo.
Volviendo a "Goldeneye", aunque digo que no ofrece realmente nada nuevo en la saga, seguramente su éxito sea precisamente el ofrecer lo mismo (rusos incluidos, como mandan los cánones de James Bond) pero de una manera muy aseada y con medios actualizados. Sí, esta película es una actualización perfecta a los años 90 del James Bond clásico. Eso sí, el espía ya no fuma y se cuida muy mucho de hacer comentarios machistas. Más bien, su jefa M (claro, ahora su superior es mujer) irá haciendo en estas y siguientes películas comentarios muy burlones sobre el género masculino.
"Goldeneye" es muy entretenida y, en gran medida, funcionó tan bien porque Brosnan resulta encantador, en oposición a Dalton. Pero me quedo asombrado al leer comentarios que la elevan a la mejor de la saga.
Las siguientes películas de Brosnan son una vuelta de tuerca a la misma fórmula de "Goldeneye" cayendo en calidad y originalidad (también en credibilidad). Por eso, aunque he comentado hasta ahora todas las películas de la saga, me salto la crítica a "El mañana nunca muere", "El mundo nunca es suficiente" y la infame "Muere otro día" e iré directamente a la nueva "Casino Royale" que, reconozco abiertamente, me habría encantado que protagonizara Pierce Brosnan. Qué desperdicio de gran Bond haciendo mamarrachadas por el hielo.
Los productores decidieron dar el papel al famoso Pierce Brosnan y tomarse un tiempo para pensar el rumbo que querían dar a la saga.
"Goldeneye" es un reciclaje de las películas de la franquicia que habían sido más exitosas hasta entonces. No aporta mucho material nuevo, más que un Bond con cara nueva, alta tecnología de los 90 y efectos especiales renovados.
Pierce Brosnan es un tío que resulta francamente bien como 007. Tiene carisma, la apariencia del típico James Bond muy gentleman, la elegancia e ironía del primer Roger Moore, la dureza de Sean Connery, el pelo negro de Timothy Dalton... Un Bond que atrae al público al cine para ver lo que hace sin que importe demasiado la historia (cosa que no conseguía el James Bond de Dalton).
La historia de "Goldeneye" no es nada del otro mundo. Es un remake del capítulo 13 de la temporada 5 de El Santo, titulado "Planes de vuelo". Si me dan a elegir, me quedo con el original, en el que un Roger Moore de 40 años interpreta magníficamente a un Simon Templar que en realidad es un James Bond televisivo.
Volviendo a "Goldeneye", aunque digo que no ofrece realmente nada nuevo en la saga, seguramente su éxito sea precisamente el ofrecer lo mismo (rusos incluidos, como mandan los cánones de James Bond) pero de una manera muy aseada y con medios actualizados. Sí, esta película es una actualización perfecta a los años 90 del James Bond clásico. Eso sí, el espía ya no fuma y se cuida muy mucho de hacer comentarios machistas. Más bien, su jefa M (claro, ahora su superior es mujer) irá haciendo en estas y siguientes películas comentarios muy burlones sobre el género masculino.
"Goldeneye" es muy entretenida y, en gran medida, funcionó tan bien porque Brosnan resulta encantador, en oposición a Dalton. Pero me quedo asombrado al leer comentarios que la elevan a la mejor de la saga.
Las siguientes películas de Brosnan son una vuelta de tuerca a la misma fórmula de "Goldeneye" cayendo en calidad y originalidad (también en credibilidad). Por eso, aunque he comentado hasta ahora todas las películas de la saga, me salto la crítica a "El mañana nunca muere", "El mundo nunca es suficiente" y la infame "Muere otro día" e iré directamente a la nueva "Casino Royale" que, reconozco abiertamente, me habría encantado que protagonizara Pierce Brosnan. Qué desperdicio de gran Bond haciendo mamarrachadas por el hielo.

7.5
41,271
1
10 de agosto de 2024
10 de agosto de 2024
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Media hora he tardado en quitar la película, que no es poco. Y eso que me habían hablado maravillas. Y eso, también, que adoro el humor absurdo. Y que me había hecho la promesa de aguantar hasta el final, por compromiso cultural. Pero lo he encontrado imposible.
Muy original, genialidad tras genialidad, gran reparto... pero aburridísima. Sin gracia.
Muy original, genialidad tras genialidad, gran reparto... pero aburridísima. Sin gracia.
27 de julio de 2024
27 de julio de 2024
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Durante la década de los 60 del s. XX, James Bond se había convertido en un fenómeno de masas. James Bond era Sean Connery y Sean Connery era James Bond. Pero el actor escocés, ya durante el rodaje de "Solo se vive dos veces", había dejado claro que estaba harto del personaje. Habiendo terminado contrato con la EON, al invitarle a protagonizar la sexta entrega de la franquicia, dijo que nanay del peluquín. Literalmente. Quería progresar hacia otros papeles en los que, entre otras cosas, no le hiciera falta disfrazar su calvicie.
Así las cosas, los productores Broccoli y Saltzman pensaron que podían contratar a alguna superestrella del cine norteamericano, pero ninguno de los afamados actores contactados quiso meterse en el asunto. Empezaron los casting para contratar al nuevo Bond, con miles de candidatos.
Como James Bond era un personaje tan famoso, habían surgido muchas imitaciones. Hasta Neil Connery rodó en 1967 una película titulada "OK, Connery" u "Operación Hermano Menor", en España "Todos los hermanos eran agentes", en la que se rodeaba del elenco habitual de las películas de su hermano Sean. Pero llama la atención la evolución que la mítica serie "El Santo" (1962-1969) había hecho hasta convertir a su protagonista Simon Templar en un James Bond televisivo. Roger Moore (1927-2017) hace una interpretación fantástica de un Simon Templar - James Bond que no conseguría después cuando realmente se puso en los zapatos oficiales de 007 (profundizaré en esto en la crítica a "Vive y deja morir").
El caso es que no estando disponible Roger Moore para reemplazar a Sean Connery, ni niguna estrella, se presenta al casting un tipo australiano de 28 años que trabajaba de modelo. El chico, alto, fuerte, moreno y con algunas habilidades en artes marciales, encarga un traje en la misma sastrería que gastaba Sean Connery, adquiere un peluco Rolex y se hace cortar el pelo al estilo más parecido a Connery. La frase de presentación, algo así como <Buscaban a Bond, ya lo han encontrado>. Con un par. Y, ni corto ni perezoso, simulando una pelea, le mete una piña a uno que andaba por allí y le rompe la nariz para regocijo de los presentes. Contratado.
La película "Al servicio secreto de su majestad" (1969) se basa fielmente en la novela con el mismo título publicada en 1963, la undécima de la saga de Ian Fleming. La novela había tenido una gran acogida porque era una historia al más puro estilo Bond, del corte más clásico. Como dije en alguna crítica anterior, las películas de 007, cuanto más fieles a las novelas son, resultan mejores y envejecen sin achaques. Por eso esta película es más o menos atemporal. Junto a "Desde Rusia con amor" y "Casino Royale", forma el Trío Dorado de la saga. Supuso un reseteo de la franquicia, una vuelta a los orígenes. Es el James Bond más fiel al personaje parido por Ian Fleming.
En esta sexta entrega no hay fantasmadas, no hay gadgets, no hay "malos" patosos haciendo el ridículo, no hay un superhéroe que lo consigue todo sin esfuerzo... Todo está proporcionado y hay secuencias de todo tipo muy bien hechas. Y, aparte de la acción e intriga propias de una película de 007, está el aderezo del romance y bodorrio de James Bond, muy muy bien llevado. Es una película bonita que puede gustar hasta a aquellas personas que no son fans de James Bond.
Todas estas razones que acabo de esgrimir en favor de esta película son razones por las que no gustó demasiado en su momento. Ah, y es que no estaba James Bond, no estaba Connery.
George Lazenby (1939) no era Sean Connery, evidentemente. No era ni actor. Entiende muy bien el papel que quiere hacer, el del más auténtico Bond, pero no tiene el carisma, ni la interpretación, ni la experiencia, ni los modales ni nada de lo que tenía el hasta entonces único Bond conocido. Se muestra muy tímido en algunos momentos y tiene unos andares bastante gañanes. Era imposible que pudiera hacer olvidar al anhelado Sean Connery. Y, sin embargo, observándolo con la perspectiva de los años y de las numerosas entregas de la serie pasadas, su Bond quizá sea el más Bond de todos.
El público quería ver a Connery, quería gadgets, quería fantasmadas, quería ver a un superhéroe y no a un espía profesional y enamorado. Por cierto, Tracy (Diana Rigg) es la "chica Bond" con más categoría de toda la saga precisamente, porque no se deja moldear como chica Bond. Ella tiene su personalidad y va a su rollo.
Estamos ante una película única, una joya dentro de la franquicia de James Bond, sobre la que haré algunas otras consideraciones en la zona spoiler. Y le doy un 9.
Así las cosas, los productores Broccoli y Saltzman pensaron que podían contratar a alguna superestrella del cine norteamericano, pero ninguno de los afamados actores contactados quiso meterse en el asunto. Empezaron los casting para contratar al nuevo Bond, con miles de candidatos.
Como James Bond era un personaje tan famoso, habían surgido muchas imitaciones. Hasta Neil Connery rodó en 1967 una película titulada "OK, Connery" u "Operación Hermano Menor", en España "Todos los hermanos eran agentes", en la que se rodeaba del elenco habitual de las películas de su hermano Sean. Pero llama la atención la evolución que la mítica serie "El Santo" (1962-1969) había hecho hasta convertir a su protagonista Simon Templar en un James Bond televisivo. Roger Moore (1927-2017) hace una interpretación fantástica de un Simon Templar - James Bond que no conseguría después cuando realmente se puso en los zapatos oficiales de 007 (profundizaré en esto en la crítica a "Vive y deja morir").
El caso es que no estando disponible Roger Moore para reemplazar a Sean Connery, ni niguna estrella, se presenta al casting un tipo australiano de 28 años que trabajaba de modelo. El chico, alto, fuerte, moreno y con algunas habilidades en artes marciales, encarga un traje en la misma sastrería que gastaba Sean Connery, adquiere un peluco Rolex y se hace cortar el pelo al estilo más parecido a Connery. La frase de presentación, algo así como <Buscaban a Bond, ya lo han encontrado>. Con un par. Y, ni corto ni perezoso, simulando una pelea, le mete una piña a uno que andaba por allí y le rompe la nariz para regocijo de los presentes. Contratado.
La película "Al servicio secreto de su majestad" (1969) se basa fielmente en la novela con el mismo título publicada en 1963, la undécima de la saga de Ian Fleming. La novela había tenido una gran acogida porque era una historia al más puro estilo Bond, del corte más clásico. Como dije en alguna crítica anterior, las películas de 007, cuanto más fieles a las novelas son, resultan mejores y envejecen sin achaques. Por eso esta película es más o menos atemporal. Junto a "Desde Rusia con amor" y "Casino Royale", forma el Trío Dorado de la saga. Supuso un reseteo de la franquicia, una vuelta a los orígenes. Es el James Bond más fiel al personaje parido por Ian Fleming.
En esta sexta entrega no hay fantasmadas, no hay gadgets, no hay "malos" patosos haciendo el ridículo, no hay un superhéroe que lo consigue todo sin esfuerzo... Todo está proporcionado y hay secuencias de todo tipo muy bien hechas. Y, aparte de la acción e intriga propias de una película de 007, está el aderezo del romance y bodorrio de James Bond, muy muy bien llevado. Es una película bonita que puede gustar hasta a aquellas personas que no son fans de James Bond.
Todas estas razones que acabo de esgrimir en favor de esta película son razones por las que no gustó demasiado en su momento. Ah, y es que no estaba James Bond, no estaba Connery.
George Lazenby (1939) no era Sean Connery, evidentemente. No era ni actor. Entiende muy bien el papel que quiere hacer, el del más auténtico Bond, pero no tiene el carisma, ni la interpretación, ni la experiencia, ni los modales ni nada de lo que tenía el hasta entonces único Bond conocido. Se muestra muy tímido en algunos momentos y tiene unos andares bastante gañanes. Era imposible que pudiera hacer olvidar al anhelado Sean Connery. Y, sin embargo, observándolo con la perspectiva de los años y de las numerosas entregas de la serie pasadas, su Bond quizá sea el más Bond de todos.
El público quería ver a Connery, quería gadgets, quería fantasmadas, quería ver a un superhéroe y no a un espía profesional y enamorado. Por cierto, Tracy (Diana Rigg) es la "chica Bond" con más categoría de toda la saga precisamente, porque no se deja moldear como chica Bond. Ella tiene su personalidad y va a su rollo.
Estamos ante una película única, una joya dentro de la franquicia de James Bond, sobre la que haré algunas otras consideraciones en la zona spoiler. Y le doy un 9.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
-La película sale casi perfecta, pero no le doy el 10 porque, a pesar de la buena intención de George Lazenby, no era ni Sean Connery ni Roger Moore.
- ¿Qué habría pasado si esta película, tal cual está planteada (fiel al estilo de Ian Fleming), la hubiera protagonizado Sean Connery en vez de hacer la irregular "Solo se vive dos veces" en 1967? Seguramente el resultado habría sido la mejor película de la saga. Sin embargo, hay que tener en cuenta que, aunque "Solo se vive dos veces" fue un bajón de nivel con respecto a las anteriores, hizo un taquillazo. Mucho más que "Al servicio secreto de su majestad". Habría que conectarse con la idiosincrasia de la gente que por aquellos años iba al cine a ver ya a un 007 de ciencia ficción. Elucubraciones.
- ¿Qué habría pasado si esta película, tal cual está planteada (...), la hubiera protagonizado Roger Moore que, por aquél entonces tenía 41 años y lo estaba petando como Simon Templar en "El Santo"? Seguramente, habría podido encumbrarse como el mejor Bond. Peeero, precisamente tenía contrato con esa serie, así que no hay nada que elucubrar tampoco aquí.
- ¿Qué habría pasado si a George Lazenby no se le va la olla decidiendo romper el contrato que tenía para dedicarse a hacer otras películas infames desperdiciando estúpidamente la oportunidad de su vida? Porque justo cuando llega el trágico final de "Al servicio secreto de su majestad", empatizas con él y te quedas con las ganas de volverlo a ver como James Bond. Nada, más elucubraciones. El tío se orinó en el contrato y no volvió a encarnar a James Bond. Hizo algun papel parecido en alguna otra película y se le barajó como Bond para "Nunca digas nunca jamás" aunque fue definitivamente Connery el que la protagonizó.
- ¿Qué habría pasado si esta película, tal cual está planteada (fiel al estilo de Ian Fleming), la hubiera protagonizado Sean Connery en vez de hacer la irregular "Solo se vive dos veces" en 1967? Seguramente el resultado habría sido la mejor película de la saga. Sin embargo, hay que tener en cuenta que, aunque "Solo se vive dos veces" fue un bajón de nivel con respecto a las anteriores, hizo un taquillazo. Mucho más que "Al servicio secreto de su majestad". Habría que conectarse con la idiosincrasia de la gente que por aquellos años iba al cine a ver ya a un 007 de ciencia ficción. Elucubraciones.
- ¿Qué habría pasado si esta película, tal cual está planteada (...), la hubiera protagonizado Roger Moore que, por aquél entonces tenía 41 años y lo estaba petando como Simon Templar en "El Santo"? Seguramente, habría podido encumbrarse como el mejor Bond. Peeero, precisamente tenía contrato con esa serie, así que no hay nada que elucubrar tampoco aquí.
- ¿Qué habría pasado si a George Lazenby no se le va la olla decidiendo romper el contrato que tenía para dedicarse a hacer otras películas infames desperdiciando estúpidamente la oportunidad de su vida? Porque justo cuando llega el trágico final de "Al servicio secreto de su majestad", empatizas con él y te quedas con las ganas de volverlo a ver como James Bond. Nada, más elucubraciones. El tío se orinó en el contrato y no volvió a encarnar a James Bond. Hizo algun papel parecido en alguna otra película y se le barajó como Bond para "Nunca digas nunca jamás" aunque fue definitivamente Connery el que la protagonizó.
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