Es una película que podría haber dado mucho más en la pantalla, a saber: guión, historia, psicología de personajes, sin embargo, se queda en el camino. El quid de la historia no es nada creíble: los superpoderes del chico. El filme tiene vacíos argumentales, por momentos no logra hilvanar ciertos argumentos y así, de a poco, va perdiendo credibilidad y atracción por parte del espectador. En resumen, es una película para pasar el rato, siempre y cuando, no tengas nada mejor qué hacer. Otra película fallida de Netflix...