Debo verla de nuevo para interpretarla. Pero hay muchísimos detalles en el guion que la hacen una película increíblemente escrita. Estamos ante un cine intelectual. De las calles a lo elevado, dice el personaje que conversa con la mujer.
Lacan relaciona la palabra pura (la letra) como algo que rodea Lo Real; ella debía morir luego de alcanzar la dicha encarnada, donde las palabras lo son todo, y están al servicio del amor. Invita la película a enamorare de la protagonista, de hecho ese final es chocare con Lo Real Lacaniano. No hay teatro, no hay belleza, es simpleza cruda y chocante, la muerte de ella en el suelo y un apresurado Fin. De alguna manera ella es Juana de Arco, debo verla de nuevo para decir como.
Quizás me halla sorprendido tanto por ser mi primera excursión por la Nueva Ola Francesa, pero no pienso bajar la calificación por esto.