La película me ha sorprendido gratamente. No he sido nunca muy amante del cine asiático, pero películas como esta me hacen darme cuenta de lo infravalorado que tenía dicho tipo de cine. Hasta que vi esta película pensaba que no se podía transmitir tanto con tan pocas palabras. Desde que comienza la película el director hace que una tímida sonrisa se vislumbre en todo aquel que la visualiza. Cuanta ternura, cuanto amor y cuanta rabia contenida en tan pocas palabras. Poco más puedo decir de este film sublime, solo animar a que todo el que pueda no pierda la oportunidad de verla, marcará un antes y un después en su manera de ver el cine.