No sé si en Amazon se han puesto nerviosos por el nombre que tenían entre manos y no han podido dar la talla o es que, simplemente, no les ha importado lo más mínimo hacer un producto con cierta calidad confiando en que dicho nombre sería suficiente para asegurar el éxito. La serie es pésima en todos los sentidos, sólo se salvan la multitud de paisajes y escenas CGI que se turnan entre un dialogo sin sentido, un viaje instantáneo o una escena de acción mal coreografiada.
El guion tampoco es gran cosa, por no decir que no tiene ni pies ni cabeza, un día un señor quiere arrebatarle la regencia de un imperio a su prima y, tras corearle su nombre unos cuantos señores durante un minuto, por arte de magia, al siguiente capítulo se ha cumplido su deseo, sin guerra civil, batallas, motines, revueltas, nada, todo sigue igual, pero con un rey distinto. Y así todo el rato, no hay coherencia interna, las cosas suceden porque los guionistas quieren. Las tramas se van presentando y desarrollando a saltos, a trompicones sin ritmo, a lo que le conviene al guionista que se hable ahora. Comprendo que todas las series hacen algo parecido, pero aquí es sin disimulo alguno. La hermana de uno de los (muchos) protagonista puede volverse malísima de un día para otro, para sorpresa de su padre y todos los espectadores, que no se esperaban nada. A lo mejor que los guionistas creían, en su inocencia de becarios, que era un giro de guion digno de Shyamalan
Y ,aparte de las magníficas CGI, los escenarios, el vestuario y el atrezzo tampoco son muy allá, todo parece de plástico o cartón piedra, siempre repitiéndose las mismas 4 localizaciones, con ropas que parecen más propias de una convención de fans, y ya, si se te atraviesa como a mí y te aburres entre diálogos propios de películas de sobremesa, fíjate en los pobres secundarios del fondo, esos soldaditos de relleno que están ahí a cambio de un bocadillo, siguiendo al rey o subidos a una muralla, se te cae el alma a los pies, esos pobres llevan disfraces para una fiesta de colegio hechos en casa el día de antes.
Y mira que lo he intentado, me autoconvencí para coger la segunda temporada con ganas, me tragué el vomito cuando la niña malcriada de Galadriel volvía a comportarse como si sus padres fueran primos, esperando que me gustara, rezando para que todos esos influenciadores, que sospecho (o estoy seguro) que en un número importante reciben prebendas, tuvieran razón, y la segunda temporada fuera no buena, sino la hostia, pero, habiendo visto ya 5 de los 8 capítulos, muy buenos tendrían que ser los restantes para que le pusiera a esta cosa un 5 raspado.
Me duele, pero tengo que suspenderla, que es lo mismo que debería hacer el señor Bezos con la serie.