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5.2
14,121
9
6 de octubre de 2024
6 de octubre de 2024
229 de 318 usuarios han encontrado esta crítica útil
Con ese fragmento de la canción de Tom Jones titulada "What The World Needs Now Is Love" (que escuchamos también en el primer tráiler de esta película aquel diez de abril de 2024) da comienzo ésta secuela de Joker. Una declaración de intenciones que junto a las imágenes que acompañan esta escena de apertura y el formato en el que se muestra dicho momento nos hace un resumen de lo que vamos a ver en las siguientes 2 horas. Nos cuenta de qué habla realmente esta película y reniega de las palabras de uno de sus protagonistas diciendo que no, que no necesitamos construir una montaña de un terraplén. Que necesitamos amar. Amar de verdad. Amar a las personas y no a la imagen que nos hemos montado de ellas.
Cuando la primera Joker salió en 2019 hubo cierta “preocupación” por parte de la crítica sensacionalista americana de que la película inspirara en la vida real actos de violencia y la película fue vapuleada inicialmente. Con el tiempo, una vez la película se estrenó en cines para todo el mundo mucha de la crítica profesional se retractó y la audiencia se encontró con una película que en última instancia hablaba de las enfermedades mentales y de la empatía o mejor dicho la falta de empatía. Todos la hemos visto. Todos conocemos su historia. Arthur terminaba convertido sin querer en un parangón de la justicia social, un héroe de los desfavorecidos, un líder revolucionario de una revolución que realmente no entendía ni le interesaba (pero aceptaba pues le daba la atención y el cariño de la gente que es lo que siempre había querido) llamado Joker.
Lo normal sería terminar una obra así sintiendo lástima por su protagonista más no necesariamente justificando sus acciones. O sentir lástima por él hasta cierto punto y dejar de sentirla al final. Pero no todo el mundo lo entendió. Hubo ciertos sectores de la audiencia que, irónicamente y como los ciudadanos enardecidos de Gotham convirtieron a esta versión del Joker en su mente en el estandarte de su cruzada personal, en un antihéroe, en alguien en quien se identificaban más de lo que es normal identificarse en un personaje ficticio. ¿Qué sectores? Los que idolatran a personajes como Homelander de The Boys o a Rorschach de Watchmen. En otras palabras, los que ven El Club de La Lucha y piensan que el mensaje de la película es que montes tu propio club de la lucha. En parte, esta película es sobre ellos. También es sobre su director Todd Phillips y la audiencia (representada por el personaje de Harley) y las expectativas de esta audiencia que acude al cine sedienta de entretenimiento/sangre/acción con ganas de ver -citando la canción que cantaba Judy Garland y aquí cantan sus protagonistas- “la escena en la que el villano es malo” y en su lugar se encuentran con un musical romántico, un drama carcelario y un drama judicial en el que no solo el Joker está en juicio sino que a un nivel meta la propia primera película del Joker y esta interpretación errónea que algunos le dieron está en juicio también. También es sobre Arthur y su sombra (Joker), sobre como ésta se ha hecho más grande de lo que puede manejar al igual que la reputación de la primera película se hizo más grande de lo que Phillips esperaba y mucha gente la convirtió en algo que no era.
Es una historia sobre relaciones parasociales entre fans e ídolos y como quien te adoró un día por lo que creían que eras te abandona y destruye mañana cuando haces algo que no concuerda con lo que habían proyectado en ti (justo lo que está pasando con muchas de las opiniones negativas de gente que amó la primera película pero detesta esta secuela), sobre vivir en la fantasía porque te sientes solo y la realidad es dolorosa e incomprensible y cómo el exceso de fantasía destruye todo a tu alrededor, sobre qué significa el Joker para la gente de Gotham y para la audiencia y sobre qué significa el Joker para Arthur Fleck.
Arthur Fleck no es ningún antihéroe pero tampoco es ningún supervillano. Batman de un soplido le tumbaría. No es un estratega, no es manipulador, no es un gran orador y no es un despreciable abusador. Es un niño en el cuerpo de un hombre traumatizado, abusado y desconsolado que se convirtió en lo que se convirtió de pura chiripa, que creó la identidad de Joker para escapar de su miseria y no porque tuviera algún tipo de agenda política o venganza personal contra el status quo. Su reacción al despertar sobre el coche al final de Joker 1 no es la de un psicópata que piensa “tengo al mundo en la palma de mi mano” sino la de alguien que no termina de entender qué está pasando pero como la gente le aplaude y le vitorea se regodea en ello porque es lo que siempre ha necesitado. O eso cree. Lo que de verdad necesita es en realidad algo más básico. ¿Que qué es? Bueno, lo he dicho al principio de esta crítica.
Pero eso no interesa. La gente ha pagado por una película del Joker y Harley. ¿Arthur Fleck? Que le den a Arthur Fleck. Han venido a ver al Joker. Harley y sus seguidores le sacarán de Arkham, la liarán en Gotham y la historia terminará con nuestro villano favorito a través del cual vivimos nuestras fantasías en pos de desahogar nuestras frustraciones personales coronándose como el Príncipe Payaso del Crimen, solo que ahora tendrá más profundidad que en sus interpretaciones habituales, pero eso es lo de menos. ¡Que deje de cantar! ¡Que deje de estar cabizbajo lamentando su existencia! ¡Que la película deje de frustrar sus deseos que en realidad son los deseos del público! ¡Que pegue tiros! ¡Que mate gente! ¡Que se ría! ¡Que manipule y maltrate a la mujer que le ama! Que abrace su sombra. Eso entretiene. Eso es lo que gusta. Esa es la escena en la que el villano es malo. Pero al final lo único que queda del Joker en Arthur es la puñalada metafórica de Phillips a aquellos que no entendieron la primera película. Se lamentan y el verdadero monstruo al que querían ver se ríe de su dolor. Tienes lo que te mereces.
-Toc, toc
-¿Quién es?
-Arthur Fleck.
-¿Arthur quién?
Así es la vida.
Cuando la primera Joker salió en 2019 hubo cierta “preocupación” por parte de la crítica sensacionalista americana de que la película inspirara en la vida real actos de violencia y la película fue vapuleada inicialmente. Con el tiempo, una vez la película se estrenó en cines para todo el mundo mucha de la crítica profesional se retractó y la audiencia se encontró con una película que en última instancia hablaba de las enfermedades mentales y de la empatía o mejor dicho la falta de empatía. Todos la hemos visto. Todos conocemos su historia. Arthur terminaba convertido sin querer en un parangón de la justicia social, un héroe de los desfavorecidos, un líder revolucionario de una revolución que realmente no entendía ni le interesaba (pero aceptaba pues le daba la atención y el cariño de la gente que es lo que siempre había querido) llamado Joker.
Lo normal sería terminar una obra así sintiendo lástima por su protagonista más no necesariamente justificando sus acciones. O sentir lástima por él hasta cierto punto y dejar de sentirla al final. Pero no todo el mundo lo entendió. Hubo ciertos sectores de la audiencia que, irónicamente y como los ciudadanos enardecidos de Gotham convirtieron a esta versión del Joker en su mente en el estandarte de su cruzada personal, en un antihéroe, en alguien en quien se identificaban más de lo que es normal identificarse en un personaje ficticio. ¿Qué sectores? Los que idolatran a personajes como Homelander de The Boys o a Rorschach de Watchmen. En otras palabras, los que ven El Club de La Lucha y piensan que el mensaje de la película es que montes tu propio club de la lucha. En parte, esta película es sobre ellos. También es sobre su director Todd Phillips y la audiencia (representada por el personaje de Harley) y las expectativas de esta audiencia que acude al cine sedienta de entretenimiento/sangre/acción con ganas de ver -citando la canción que cantaba Judy Garland y aquí cantan sus protagonistas- “la escena en la que el villano es malo” y en su lugar se encuentran con un musical romántico, un drama carcelario y un drama judicial en el que no solo el Joker está en juicio sino que a un nivel meta la propia primera película del Joker y esta interpretación errónea que algunos le dieron está en juicio también. También es sobre Arthur y su sombra (Joker), sobre como ésta se ha hecho más grande de lo que puede manejar al igual que la reputación de la primera película se hizo más grande de lo que Phillips esperaba y mucha gente la convirtió en algo que no era.
Es una historia sobre relaciones parasociales entre fans e ídolos y como quien te adoró un día por lo que creían que eras te abandona y destruye mañana cuando haces algo que no concuerda con lo que habían proyectado en ti (justo lo que está pasando con muchas de las opiniones negativas de gente que amó la primera película pero detesta esta secuela), sobre vivir en la fantasía porque te sientes solo y la realidad es dolorosa e incomprensible y cómo el exceso de fantasía destruye todo a tu alrededor, sobre qué significa el Joker para la gente de Gotham y para la audiencia y sobre qué significa el Joker para Arthur Fleck.
Arthur Fleck no es ningún antihéroe pero tampoco es ningún supervillano. Batman de un soplido le tumbaría. No es un estratega, no es manipulador, no es un gran orador y no es un despreciable abusador. Es un niño en el cuerpo de un hombre traumatizado, abusado y desconsolado que se convirtió en lo que se convirtió de pura chiripa, que creó la identidad de Joker para escapar de su miseria y no porque tuviera algún tipo de agenda política o venganza personal contra el status quo. Su reacción al despertar sobre el coche al final de Joker 1 no es la de un psicópata que piensa “tengo al mundo en la palma de mi mano” sino la de alguien que no termina de entender qué está pasando pero como la gente le aplaude y le vitorea se regodea en ello porque es lo que siempre ha necesitado. O eso cree. Lo que de verdad necesita es en realidad algo más básico. ¿Que qué es? Bueno, lo he dicho al principio de esta crítica.
Pero eso no interesa. La gente ha pagado por una película del Joker y Harley. ¿Arthur Fleck? Que le den a Arthur Fleck. Han venido a ver al Joker. Harley y sus seguidores le sacarán de Arkham, la liarán en Gotham y la historia terminará con nuestro villano favorito a través del cual vivimos nuestras fantasías en pos de desahogar nuestras frustraciones personales coronándose como el Príncipe Payaso del Crimen, solo que ahora tendrá más profundidad que en sus interpretaciones habituales, pero eso es lo de menos. ¡Que deje de cantar! ¡Que deje de estar cabizbajo lamentando su existencia! ¡Que la película deje de frustrar sus deseos que en realidad son los deseos del público! ¡Que pegue tiros! ¡Que mate gente! ¡Que se ría! ¡Que manipule y maltrate a la mujer que le ama! Que abrace su sombra. Eso entretiene. Eso es lo que gusta. Esa es la escena en la que el villano es malo. Pero al final lo único que queda del Joker en Arthur es la puñalada metafórica de Phillips a aquellos que no entendieron la primera película. Se lamentan y el verdadero monstruo al que querían ver se ríe de su dolor. Tienes lo que te mereces.
-Toc, toc
-¿Quién es?
-Arthur Fleck.
-¿Arthur quién?
Así es la vida.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
-Si no le pongo un diez es porque la música funciona y a la vez no. No quitaría ninguna de ellas pues son esenciales para ilustrar como la fantasía es lo único real en la relación entre Arthur y Lee pero si que hay algunas que yo creo que si se acortaran un poco más funcionarían mejor ya que te pueden sacar del momento un poco (aunque teniendo en cuenta que la idea es que se están refugiando en su fantasía esa desconexión en cierto modo tiene sentido). He disfrutado sobre todo de los números musicales más grandes. Me encanta cuando Arthur canta For Once In My Life. Phoenix lo da todo y es maravilloso ver a Arthur tan vivo desde que ha comenzado la película. Cuando cantan Gonna Build a Mountain en ese plató imaginario también es fantástico. Gaga se luce con el piano y Phoenix con el claqué. Y bueno, cuando en medio del juicio Arthur se refugia en esa fantasía en la que canta "There Is Always a Joker" y termina pegando tiros, gritando y matando al juez de un martilazo es fantástico. Eso es probablemente lo que muchas de la personas con una opinión negativa querían ver en toda la película (no es casualidad que la letra de la canción hable sobre como a la gente le da igual que el payaso tenga roto el corazón, solo les importa que dé espectáculo)
-Puede parecer que Folie à Deux odia a absolutamente toda su audiencia y a su protagonista pero no es así. La película odia a quienes no entendieron la primera película. El chiste es a costa de ellos (por ello las risas enlatadas cuando Arthur se está desangrando y cambiamos a su fantasía en la que Lee le ha disparado y están en el plató dando espectáculo a las masas seguido de Lady Gaga como Lee cantando That's Life en los créditos, la canción que cerró la primera película, casi como en tono burlesco) Y la película odia al Joker no a Arthur Fleck. Quiere que seamos empáticos con Arthur más no que le justifiquemos. Aún así comprendo las opiniones negativas, la película está tan preocupada de que se le vuelva a malinterpretar que es muy agresiva a la hora de comunicar su mensaje y debido a eso se ve forzada a ofrecer una historia que quizá no engancha.A mí sí me gusta. A mucha otra gente no. Lo entiendo. Pero hay algunas personas que actúan como si les hubieran quemado la casa o como si fuese la peor película que se ha hecho. Aun si no te gusta lo que te cuentan no puedes ver esta película y genuinamente pensar que es de lo peor que se ha hecho.
-La voz de Joaquin Phoenix es sorprendentemente bonita en especial en los créditos tras la interpretación de That's Life de Gaga con Phoenix cantando en el rol de Arthur la canción True Love Will Find You In The End como si de Arthur cantándole al espectador se tratase diciéndote que no estés triste.
-El cortometraje de animación de "Mi sombra y yo", qué manera más creativa de encapsular aquello de lo que habla la película.
-Puede parecer que Folie à Deux odia a absolutamente toda su audiencia y a su protagonista pero no es así. La película odia a quienes no entendieron la primera película. El chiste es a costa de ellos (por ello las risas enlatadas cuando Arthur se está desangrando y cambiamos a su fantasía en la que Lee le ha disparado y están en el plató dando espectáculo a las masas seguido de Lady Gaga como Lee cantando That's Life en los créditos, la canción que cerró la primera película, casi como en tono burlesco) Y la película odia al Joker no a Arthur Fleck. Quiere que seamos empáticos con Arthur más no que le justifiquemos. Aún así comprendo las opiniones negativas, la película está tan preocupada de que se le vuelva a malinterpretar que es muy agresiva a la hora de comunicar su mensaje y debido a eso se ve forzada a ofrecer una historia que quizá no engancha.A mí sí me gusta. A mucha otra gente no. Lo entiendo. Pero hay algunas personas que actúan como si les hubieran quemado la casa o como si fuese la peor película que se ha hecho. Aun si no te gusta lo que te cuentan no puedes ver esta película y genuinamente pensar que es de lo peor que se ha hecho.
-La voz de Joaquin Phoenix es sorprendentemente bonita en especial en los créditos tras la interpretación de That's Life de Gaga con Phoenix cantando en el rol de Arthur la canción True Love Will Find You In The End como si de Arthur cantándole al espectador se tratase diciéndote que no estés triste.
-El cortometraje de animación de "Mi sombra y yo", qué manera más creativa de encapsular aquello de lo que habla la película.
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