Sí, es casi imposible no acertar con lo que te vas a encontrar antes de ver la película. Vamos por partes:
Al ser una película basada en hechos reales (un acontecimiento que, sin ninguna duda, conmocionó al mundo) el director puede protegerse avisando a la audiencia: "Oigan, ustedes sabían a lo que venían". Pues claro que sabía a lo que iba. Cómo no lo iba a saber si allí por donde pasaba y miraba, tanto en carteles publicitarios como en la televisión se ha hecho, otra vez más, la más calamitosa de las propagandas para un film. Hasta en los informativos se le ha dedicado un espacio para ella (Lo sé, que culpa tengo yo de que el director sea español). Pero la cúspide de tal movimiento mediático es sin ninguna duda el tráiler presentado. Por favor, sin aún estáis a tiempo ni se os ocurra mirarlo. Para muchos sé que ya será demasiado tarde, pero la realidad es que es que no hay mejor forma de condensar media película en 2 minutos. La otra mitad, supongo que pensó el publicista, no hace falta ponerla: el espectador será lo suficientemente listo para acertarla.
Aún así, puedo decir que he asistido a una de las mejores "performance" en cuanto a efectos especiales se refiere. Mi enhorabuena a la primera hora de largometraje.
Por otra parte, quiero hacer hincapié en la historia en si. No en la real, sino en la que me ha contado el Sr. Bayona. (recordemos que "basado" no quiere decir "copiado"). No puedo regalarme mucho porque el director de Filmaffinity me dice que en este espacio no puedo contar detalles del argumento. Me parece correcto, pero tampoco voy a escribir nada en el spoiler. Bueno, a grandes rasgos es lo de siempre: intentar conquistar esos corazones "sensiblones" con inyecciones de primeros planos a cada cual más dramático. No lo sabéis bien lo que es ver llorar a Naomi Watts y a Ewan. Entre uno y otro el director no dudará en mezclar planos de los tres hermanos más tiernos que pueda haber en el planeta, de los cuales, el mayor, parece ser discípulo de Jesús. Porque si hay algo más duro que ver llorar a Naomi es verlo hacer a un niño de 5 años. Es lo que tiene el dinero de Hollywood, manda la producción y a la producción le manda la taquilla.
Lo bueno de la película fue al salir del cine. Me puse en la auténtica piel de aquellas familias que de verdad lo perdieron todo.
Ahora ya somos mayores, sabemos lo que nos van a traer los Reyes Magos pero aún así abrimos el regalo. Sabéis lo que os vais a encontrar cuando vayáis a verla, pero como yo, supongo que tendréis ganas de abrirlo.